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Lena lo abrazó por la espalda mientras él compraba los helados y Dimitri sonrió. Acarició las manos de ella con suavidad y se detuvo en el anillo. Lo recorrió con sus dedos y ella besó su hombro suavemente.
-Su helado, señorita.-dijo.
Ambos se sentaron y se quedaron mirándose mientras lo comían.
-Es fascinante. -dijo él.
-¿Qué cosa?
-Verte. Estás comiendo un helado.-dijo y apoyó los codos en la mesa.- Los chicos, probablemente estén buscándonos, y vos comes tu helado con ese... brillito en los ojos.-ella rió.- Y sonreís, y nada puede impedirlo. Entonces me acuerdo del campo, donde nadie podía negar que eras valiente, grande, inteligente. Y ahora te veo acá, y sos una nena fascinada con su helado. Me encanta. Porque nada puede apagar esa felicidad, esa dulzura, esa chispita. Me encanta que, por más cosas que pasen, sigas siendo Lena. Estoy enamorado de vos.-resolvió y se dejó caer hacia atrás.
Ella bajó la mirada, con las mejillas sonrosadas y una pequeña sonrisa, y se terminó su helado. Dimitri aún la miraba. Ella estiró su mano hacia él y le tomó los dedos con suavidad.
-Je t'aime.-murmuró y él se inclinó sobre la mesa y la besó.
-Ahí están. -escucharon a Todd.- ¿También se perdieron?
-Algo así. -dijo Dimitri y Lena rió con suavidad.
-Estamos invitados a una fiesta privada.-dijo Magda, alardeando.-Esta noche.
-No lo sé. -dijo Lena.
Magda miró a Dimitri, seria, y él tiró suavemente de la mano de la chica. Ella suspiró y terminó por aceptar.

-¿Una fiesta?-preguntó su padre.
-Oui.
-¿Van a ir todos?
-Oui.
-¿Vas a dejar de hablarme en francés?
-Non.
-Por favor, fille.
-¿Cómo están las cosas en casa?
-Estamos solucinandolo todo.
-Mal.-resumió ella.
-Lena, no seas tan dura.
-Tengo que irme.-dijo ella y cortó la llamada.

Dimitri le acarició los labios con los suyos y le dijo que fuera a prepararse. Al bajar, las tres chicas lucían diminutos shorts y tops de distintos colores. Lena bufó, resignada y Magda rió.
-Parezco todo menos una adolescente que va a ir a una fiesta con su novio.-dijo.
-Ya, amor, estás hermosa.-dijo Dimitri, tomándola por la cintura. Sin embargo, ella notó que le molestaba que fuera vestida así. -Pero hace frío afuera.
Le dio su buzo y ella se paró de puntitas, besándolo.
-Amo tu ropa.

-Quiero a mi hija acá, ahora. -gritó Michael.-Decime dónde está.
-Lena está con sus amigos y...
-¿Por qué no me atiende el teléfono? ¿Qué le dijiste?
-Está en una fiesta.-le cortó Shawn.
-Dejaste que mi hija se meta en una de esas fiestas. -estalló.- No tenes derecho a...
El teléfono de Shawn sonó. Michael lo tomó y puso el altavoz.
-Fille.-dijo Shawn.
-Papi.-lloró, estirando las letras. Michael le lanzó una mirada, furioso, Lena estaba borracha.-Papi, te extraño. Quiero volver a casa. Quiero que todo esté bien. Quiero saber quién es papi.-lloraba como niña pequeña.
-Lena, ¿Estás borracha? -preguntó Shawn, en tono de reproche.
-Si.-lloró ella.-Estoy muy borracha. Vomité todo y... Da vueltas. Quiero ir a casa. No puedo... -la escucharon caer.- Quiero a papá. ¿Quién es mi papá? -lloraba más bajito. -Me siento mal. Quiero a papá.
-¡Lena!-escucharon que alguien gritaba a lo lejos.- Lena, mi amor, ¿Estás bien?
-Me siento zorra.-lloró ella.
-¿Cómo llegaste hasta acá?
-El agua.-dijo ella.
Shawn se tomaba el rostro entre las manos, con los ojos cargados de lágrimas.
-¿Te lastimaste?
-Quiero a papá. -lloraba ella.
-Mi amor, mirame. Tranquila. Esto va a pasar. Tenemos que ir a la casa. Tenes que darte un baño y dormir.
-¡No!-gritó ella.- Me asusta. Es feo. No quiero.
-Lena, por favor. -suplicó el chico y Michael pateó la pared, furioso.- Mi amor, voy a estar con vos.
-Papi.-sollozó ella.
Podían escuchar los pasos. Ambos se sentaron con el teléfono en medio. La puerta, la escalera, Lena aún lloraba.
-No tengas miedo, solo soy yo.-susurró él.
Escucharon la ducha. Lena musitaba cosas sin sentido.
-¿Lista?-preguntó Dimitri.
-No puedo pararme.-susurró ella.
Shawn miraba a Michael. Este miraba el teléfono. Todo permanecía en silencio a excepción de los sonidos que salían del pequeño aparato.
-Él tío Landon hizo el análisis. -susurró Lena.
-¿Qué? -preguntó Dimitri.
-Cuando yo era chiquita hizo el análisis. Me dijo que era nuestro secreto.
La llamada se cortó. Al parecer, ella se quedó sin batería. Shawn y Michael se miraron y salieron con rapidez a la casa de Landon. Tenían que ver ese análisis.

Je t'aime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora