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Todos sus tíos asistieron esa noche para despedirla. Ella se sentó a comer, aún tomando la mano de Dimitri. Él no podía evitar presionarla suavemente, preocupado. Lena parecía atormentada.
-Amor, decime qué pasa.-le suplicó al oído.
-Algo no está bien.-susurró ella.-Papá y el tío Michael no hablan. El tío Landon le evita la mirada a ambos, igual que el tío Jackson, y el tío Antony parece perdido. No sé qué está pasando.-sintió que sus pulmones se cerraban y su cabeza cayó sobre el hombro de él.-No puedo respirar. -musitó entrecortadamente.
Dimitri se levantó de golpe, sin ninguna delicadeza, llamando la atención de todos. Corrió al cuarto de Lena y apareció con el inhalador. Ella lo tomó y todas las miradas le cayeron encima.
-¿Hija?-preguntó Shawn, extendiendo su mano hacia ella.-¿Qué pasa?
-Eso quiero saber. ¿Qué pasa?-dijo, y su novio la rodeó con sus brazos desde un lado.
-Solo... hay tensión.-suspiró Landon.
-Lo noté. ¿Saben? Creo que voy a ir arriba.
Sin decir nada más, subió corriendo las escaleras. Dimitri los miró unos segundos, pidió permiso y fue tras ella. Todos los siguieron, pero la puerta ya estaba cerrada.
-Vamos a ir a esas vacaciones. -la escucharon decir.
-Lena...
-No quiero ir a hablar ahora.- murmuró.
-¿Qué pasa?
-Que no entiendo nada. Que solo quería estar con ellos y hoy a la mañana... sé que no tiene sentido, pero estoy segura que el tío Michael fue quien entró y lastimó a mi papá y él hizo lo mismo con mi tío. Pero nadie quiere decirme la verdad. Él único que es sincero conmigo hoy, sos vos y no sabes lo que pasó.
-¿Por qué importa tanto lo que haya pasado?
Los cinco hombres en el exterior, aguardaban la respuesta con impaciencia.
-Porque ya no quiero despertarme y ver que las cosas no son como antes. No quiero pensar que estoy en casa y despertar en el campo. Ya no quiero hacerlo, Dimitri.-lloró.- Ya no.
-Te prometo que eso ya no va a pasar. Vamos a irnos mañana y ellos van a solucionar sus problemas, pero ahora deberías bajar. Necesitas despedirte porque vas a arrepentirte.
-¿Vas a quedarte conmigo? -preguntó bajito.
-Si, mi amor.
Todos bajaron y se sentaron a la mesa.
-Son unos idiotas. -soltó Jackson.-Pero esto es por ella, así que todos se amigan.
Los pasos resonaron en la escalera y Shawn suspiró.
Lena se sentó en la mesa pero no los miró. Michael se puso de pie, incapaz de soportarlo y ella lo siguió al instante. Se apresuró y lo detuvo antes de que salga.
-Tío...
-Perdoname. Perdoname por todo pero ya no puedo seguir con esto. Perdón por no ser quien tendría que ser.
Tras esas palabras, salió, dejándola ahí parada. Dimitri tomó su mano y ella volteó, escondiéndose en su pecho.
-Lena, vení, hija.-pidió su padre y ella obedeció.-Dejalo. Él necesita un tiempo para pensar sobre sus acciones.
-No me gusta que todo esté tan complicado. -suspiró ella, sentándose en piernas de su padre.
-A nadie le gusta.-admitió él.- Pero todo va a solucionarse. Lo prometo.
-Voy a irme de vacaciones con mis amigos y me gustaría pasar esta noche en familia, pero bien.
Su padre le besó la frente y le dio un poco de pizza.
-Chiquitita.-rió Antony.- Otra vez dándole de comer a la petite fille.
-Nuestra nena no va a crecer más. -dijo Jackson y miró a Dimitri.- Salvo por ese anillo.
-Tío. -dijo ella con rapidez.
-Es que sos tan chiquita.
Lena se apresuró a tomar la mano de su novio y este besó su palma con suavidad.
La cena terminó sin inconvenientes. Al ver a su tío en la puerta, ella se apresuró a abrir. Mike olía a alcohol y tenía los ojos rojos por llorar. La rodeó con sus brazos con rapidez, alzándola, haciendo que lo rodee con sus extremidades.
-Te amo.-dijo y besó sus mejillas.- Te amo mas que a mi vida. Perdoname, mi amor. Perdoname por todo. Te amo más que a mi vida.
Repetía todo una y otra vez. Jackson se acercó a la puerta y vio el miedo en el rostro de la morena. Retiró las manos de Michael y se puso delante de ella.
-Llevala arriba, Dimitri. -pidió Landon en el oído del chico.-Convencela de que duerma. La situación es muy complicada.
El chico asintió y caminó hacia ella, tomándola por la cintura y besando su cabeza.
-¿Podemos ir arriba?-preguntó y aprovechó su dolor de cabeza.- Se me parte la cabeza.
Ella volteó hacia él y le tocó la frente, las mejillas.
-No tenes fiebre. -dijo.- Vamos. Voy a buscarte una aspirina.
-Solo vamos.-pidió él.-Quedate conmigo.
Lena le acarició en rostro suavemente y asintió. Subieron a su cuarto y ella lo hizo sentarse en la cama.
-Amor...-susurró él.
-No te preocupes. Duermo en el sillón. -murmuró ella, apuntando el sofá en la esquina del cuarto.
-Eso es impensado.-sentenció él.-No voy a sacarte tu cama.
Se puso de pie y ella se aproximó, rodeándolo con sus brazos y descansando su cabeza en el pecho de él.
-Sos alto, el sillón te va a resultar incómodo. No te preocupes. Solo cambiate y descansá.
-¿Lena?-murmuró.-Cambiate, mi amor. Las reglas no cuentan si ya vivimos lo que vivimos juntos. Acostate conmigo. No quiero que duermas en un sofá por mi culpa y, viendo lo cansada que estás, creo esta discusión no va a llevarnos a ningún lado.
-¿Vas a tapar mis oídos? -preguntó ella.
-Acá no hay aviones. -sonrió él.- Ya no hay que tener miedo.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por desvanecer el campo de batalla.

Je t'aime.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora