Capitulo 35. La Boda.

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Por fin llego el día tan esperado para todos, pero sobre todo, para mí y para Bryan, a pesar de que tuvimos poco tiempo para organizarlo todo salió perfecto, aunque dos semanas antes la madre de Bryan falleció, eso no nos impidió nada en nuestros planes, además, al final de cuentas Fátima y Cristian se nos adelantaron, y se fueron a vivir juntos, si pues claro, Fátima tenía 3 meses de embarazo ya se avían tardado, así que decidieron vivir en unión libre, se veían tan felices, quien iba a decir que su familia crecería más rápido que la nuestra, pero todo pasa por algo.

Me levante temprano y me fui a arreglarme, fui a la estética, tarde mucho tiempo hay, estaba tan desesperada que las horas se me hacían súper largas, me moría por verlo hay en el altar, esperándome, no aguantaba las ansias, mi mama me acompaño y también se fue a arreglar, gracias a dios, el peinado quedo perfectamente como lo quería y el maquillaje era sencillamente hermosa, tenía la cara de una princesa me sentía tan feliz, tan emocionada, así que apenas nos terminaron de arreglar y nos fuimos a casa a cambiarnos de ropa.

Me puse el vestido que escogimos entre mi mama, Fátima y yo, era un vestido, elegante, hermoso, y extravagante, digno a la ocasión, me puse los tacones de 12 centímetros que fue todo un sacrificio debido a que jamás en la vida avía usado tacones por tanto tiempo, me coloque los pendientes, las manos me temblaban y mi mama me coloco el collar, estaba tan feliz, y mi madre ni se diga sus ojitos le brillaban de emoción, fue hermoso.

Subí a la carrosa, estaba tan nerviosa y ansiosa, no sabía cómo iba a ser mi vida de aquí en ahí en adelante, no se pero creo que será hermosa, porque estaré al lado del hombre que amo.

Llegue a la iglesia, el ya estaba adentro, mis padres me tomaron de los brazos, las cámaras nos seguían, y me dispuse a entrar a la iglesia, y lo vi, estaba tan perfecto como siempre, con su cara hermosa, y guapísimo como siempre.

Mi padre me entrego a sus brazos y empezó la ceremonia, fue hermosa, el sacerdote fue adorable, yo no podía dejar de mirarlo, era lo más maravilloso que jamás en mi vida había pasado, fue hermoso, cuando nos unieron como a uno solo, y cuando colocamos los anillos no pude evitar, la emoción, solo salía mi sonrisa, sin nada mas, era tan feliz, era perfecto, mejor que un cuento de hadas.

Al sellar, nuestro amor con un beso, supe que casarme con Bryan era la mejor decisión que había hecho en mi vida, nada podría arruinarlo, salimos de la iglesia, y nos dirigimos al salón, ambos subimos en la carrosa, me recosté en su pecho, lo bese lentamente y lo mire fijamente a los ojos, vi que todo el rencor, todo el dolor y el odio que antes tenía en su mirada, habían desaparecido, en ese momento fui mas feliz que en ningún otro, sabía que ambos estábamos cumpliendo el primer sueño de muchos más que planeamos.

La fiesta, fue hermosa, sencilla, no queríamos a mucha gente, solo las personas más importantes y allegadas a nosotros, cenamos, bailamos, el vals fue hermoso, era como si solo existiéramos nosotros dos y no hubiera nada mas en el universo, al fin, nos despedimos de los invitados, de mis padres, de Faty y Cris y nos retiramos, nos iríamos de luna de miel, a Puerto Vallarta, nos fuimos en el carro, fue un largo viaje.

Llegamos al hotel, subimos a nuestra habitación, me cargo antes de entrar a la habitación, abrió la puerta y todo fue hermoso, el cuarto estaba con las luces apagadas pero toda la habitación estaba iluminada por velas aromáticas, pétalos de rosa por donde quiera, y pequeños letreros por todos lados, fue tan hermoso.

Me entregue al él totalmente, y él se entrego a mí, ya éramos pareja, hombre y mujer, frente a los ojos de dios, por fin era totalmente su mujer, fue la noche más especial de mi vida, recorrió mi cuerpo con sus manos tan suaves, sus labios, recorrían los míos y se encontraban, el se unió a mí para ser un solo ser, lo sujetaba tan fuerte, no quería que nunca se separara de mí, lo quería tener así, junto a mí, por el resto de mi vida.

A la mañana siguiente, abrí los ojos, hay dormido, tan hermoso estaba Bryan, pase mis labios sobre los suyos, abrió lentamente sus ojitos, como un bebe, sonrió y me jalo a su lado para abrasarme fuertemente, beso mi frente y me recosté en su pecho, desayunamos y salimos a pasear a la playa.

Los demás días en la playa fueron igual de hermosos, fue una hermosa luna de miel, que se nos fue volando las dos semanas y tuvimos que regresar, mis padres se irían en una semana y la casa que tenían estaba a punto de ser vendida, Bryan y yo, viviremos en la casa que le dejo su abuela, y terminaremos nuestra carrera, antes de hacer crecer la familia, sin duda alguna, es el amor de mi vida.

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Mi Novio Es Un AsesinoWhere stories live. Discover now