Capítulo 2- Reencuentro.

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Me desperté en el mismo montón de rocas de antes. Me senté y miré a mi alrededor, estaba sola. Bufé y me levanté, el brazo seguía doliendome, pero al tenerlo congelado a penas lo sentía. Me acerqué al riachuelo, cuando vi a alguien.

Kalia.

Pero eso era imposible.

Se agachó junto a el río a beber agua. Una alegría inmensa me recorrió al ver que estaba viva, sin un rasguño.

-¡Kalia, estoy aquí! -Yo gritaba, pero ella no me oía. -¡Kalia!

De pronto, vi a un niño de 14 años detrás. Era Finnick. Levantó su tridente, parecía nervioso. Se me aceleró el pulso, sabía lo que pasaría, esta escena yo misma la vi en la televisión hace ocho años.

-¡Finnick, no, no lo hagas! -Grité. Pero no me hizo caso.

Ninguno parecía oirme.

Clavó a Kalia el tridente, matandola. Volví a sentirme como hace ocho años, cuando vi a mi hermana morir a través de una pantalla. Me tiré de rodillas al suelo al ver el cuerpo de mi hermana desangrandose en el río, cuando de pronto, él me miró. Pero no con el amor con el que lo solía hacer, si no con un odio y una inferencia tan grande que asustaba.

-Tú serás la siguiente. -Dijo, y vino a donde mi.

Me levanté y empezé a retroceder.

-No, Finnick, para. -Me tropecé con una raiz y me caí al suelo.

El miedo me recorrió el cuerpo cuando vi que se dirigía a mi con un enorme odio instalado en sus pupilas. Levantó el tridente. Me iba a matar.

-¡FINNICK, SOY YO! ¡PARA!

Pero no me escuchó, hundió su tridente en mi estómago. Y grité.

________

Me desperté con un grito en la garganta, levantándome de golpe. Pero alguien me frenó, con un abrazo.

-Soy yo. Estoy aquí. Todo a sido un sueño. Tranquila, Clarie, tranquila... -Me acariciaba la espalda.

Era Finnick. Suspiré de alivio, le tenía a mi lado, y no me estaba matando. Le abrazé con fuerza. Estaba conmigo.

Me separé, y le miré con lágrimas en los ojos.

-¿Qué se supone que tú haces aquí? Deberías estar en el Capitolio. -Pregunté acariciandole el rostro, sin poder evitar evitar sonreír.

-Snow me dejó venir por Steve.

-¿Y porqué has venido?

El me sonrió, y me apartó un pelo de la cara.

-Era la única manera de salvarte. Tenías razón, no puedo hacer nada por ti fuera de la arena.

-Pero... -No me salían las palabras. Me emocionaba lo que él me decía, estaba aquí por mi. Pero también le iban a matar por mi culpa.

-No quiero vivir en un mundo donde tú no existas. -Me dijo en un susurro al ver mi triste mirada, mirándome con infinita ternura.

Sonreí conmocionada, y le besé. Quería matarle por haber venido, pero también estaba enormemente agradecida. No quería separarme de él. Se separó de mi con una sonrisa.

-¿Y porque Snow te ha dejado venir?

-La noticia de nuestro romance es la que más polémica está dando, obviamente que yo vienese a la arena beneficiaría a todos, dará un gran show.

-A ti no te beneficia. -Dije.

-Estoy contigo. Eso es un enorme beneficio.

Sonreí y le besé de nuevo. Sus suaves labios acariciaron los mios con dulzura y hubiese pagado para que ese momento no acabase nunca.

Pero de pronto se oyó el himno de los caídos, y una pantalla se iluminó en el cielo, mostrando los tributos muertos.

Del 1 y del 2 nadie murió.

Del 3 cayeron los dos.

Del 4, Finnick y yo, seguiamos vivos los dos también.

Del 5, cayó la tributo femenina, la que Sidney mató en el bosque.

Del 6, el tributo masculino, al que Sidney también mató para salvarme.

Del 7, Lily. La más joven que vi como moría delante mio.

Del 8, murieron los dos.

Del 9, Liam murió. Se me hizo un nudo en la garganta. Nuestro aliado. Nunca hablé con él, pero por lo que Steve me contó, tan solo era un buen chico asustado.

Del 10, viven los dos. Riley Tate y John Coleman. Con los que hablamos en la cafetería el primer día.

Del 11, murieron los dos.

Del 12, extrañamente, los dos siguen vivos también.

Diez caídos en total, por lo que quedamos catorce. Miré a Finnick.

-Por cierto, ¿Cómo me has encontrado? -Pregunté.

-Sidney vino a buscarme, y por poco le mete una flecha en la cabeza a Jack. Me ha costado explicarla que también son nuestros aliados. -Contestó, con una sonrisa.

De pronto, alguien salió de la espesura. Eran los gemelos.

-Bueno, ¿Estamos todos? -Preguntó Lexa.

-Por supuesto. Y ahora, que comiencen los Juegos del Hambre. -Dijo otra voz a nuestra espalda.

Y esa fue Sidney.

Todos los aliados estábamos juntos.

¡Hola a todos! ¿Qué os parece el inicio de esta temporada?

Quería deciros que ahora seguramente actualize cada dos días en vez de a diario, ya que empieza el instituto de nuevo... ._.

Y también quería comentar que ya hay 4.800 Leídos Muchas gracias a todos!

El verdadero amor de Finnick Odair. /sin editar/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora