CAPITULO 3

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- ¡woju! -grito feliz mientras guardo mis cuadernos en la mochila. Parar ser mi primer día los pinches profesores me dejaron un buen de tarea, los odio. Bajo a la cocina entre saltos y bailes raros y cuando llego me encuentro una escena desgarradora.

Mi mamá está comiendo... sin mí

- no pos' sí, mata de hambre a tu única hija -digo mientras me acuesto en la mesa frente a ella. No me hace caso y sigue comiendo así que como veo que no tiene la intención de servirme un poco, me levanto y tomo un plato para servirme yo misma.

- Aremy, hoy van a venir a cenar los vecinos y más te vale no salir porque esta vez no te la paso -amenaza.

- está bien, de todos modos quiero conocerlos, no los he visto ¿A qué hora llegan?

- a las siete... tienen a una hija de la misma edad que tú -me observa para ver cuál es mi reacción y yo solo abro un poco los ojos

- ¿sí? bueno, creo que es genial -me encojo de hombros

- también va en la misma escuela que tú

- ¿okkkk?, eso es raro -frunzo en ceño y mastico despacio pensando en lo que acaba de decir mi madre.

- cambiando de tema, ¿cómo te fue en la escuela? -dice sonriente. Resoplo y me hecho hacia atrás en la silla para que mis pies queden estirados

- segundos antes de que golpeara al chico al que golpee en defensa propia -levanto la ceja y ella roda los ojos -me empujó por detrás y caí de cara al pasto

- ¡¿que?! Ese hijo de la fregada, que poco hombre el desgraciado ese -me río

- sí, las chicas se la pasaron murmurando a mis espaldas sobre mi vestimenta

- tú también tienes la culpa, esa sudadera te queda como costal

- ¡mamá! -digo riéndome. -ok, como dices que parezco costal, mañana llevaré unos mini shorts y una ombliguera (blusa que llega a la altura del ombligo o más arriba) ¡ah! y me pintaré los labios de un rojo pasión

- ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh!, tampoco, solo vístete como lo hacías en casa

- ok, ok

- ¿qué más pasó?

- los chicos están haciendo apuestas sobre quien me llevará primero a la cama, al parecer las mexicanas somos muy deseadas aquí -ella escupe el jugo que estaba tomando y yo me empiezo a reí como loca.

- ten cuidado Aremy, no sea que algún loco quiera hacerte algo -mi sonrisa se borra y miro hacia otro lado que no sean sus ojos. Se supone que nunca volveríamos a hablar sobre "ESE" tema para que pudiera olvidarlo pero al parecer es imposible evitarlo

- puedo protegerme yo sola, ¿no lo hice una vez ya? -la miro directamente a los ojos y levanto una ceja.

- voy a prepararme, los vecinos ya llagarán pronto -recoge su plato, lo deja en fregadero y se va. No era mi intención hacerla sentir mal pero ella tiene la culpa, si no quiere hablar del tema mejor que ni lo saque a colación porque ella es la que siempre termina mal. Suspiro y me acabo mi comida antes de subir las escaleras y darme una ducha para conocer a los vecinos y su hija. Solo espero que no sea una creída...

- hola, adelante -escucho que dice mi mamá en la puerta. Me detengo a medio barandal y me bajo para salir corriendo hacia mi habitación. Busco lo que me faltaba y cuando lo encuentro me echo un poco, uno persona nunca debe salir sin perfume o irá oliendo a vagabundo.

MARCADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora