Taken (Zayn Malik) [En edición]

Capítulo 38

No volvimos a hablar más de lo ocurrido entre Liam y María. Al día siguiente me desperté emocionada. Tanto que decidí ir a casa de Zayn para verlo, hacía un día y medio que no sabía nada de él y lo echaba de menos. No quería conocer a mis suegros de esa manera pero no podía soportar estar sin él. Cuando llegué a su puerta piqué y una mujer la abrió.

-¿Sí?

-¿Está Zayn?

-¿Quién es?

-Claudia, la novia de su...- Antes de poder terminar de hablar la mujer abrió la puerta de par en par y me abrazó.

-¡Claudia! Estaba deseando volver a verte! Zayn me habla mucho de ti! Adelante, pasa.

-Gracias señora Malik.- Sonreí.

-Llámame Trisha. Zayn está durmiendo, pero despiértalo, se llevará una alegría. Acompáñame y te llevo a su habitación.

Aquella casa era enorme, más bien una mansión. Me perdí por los pasillos de alguna de las plantas de la mansión junto con mi suegra hasta que llegamos a una puerta. La abrió y me hizo un gesto para que entrara. Susurró un "os dejaré a solas" mientras se marchaba. Asentí y pasé dentro de aquella enorme habitación. Me acerqué a la cama donde se encontraba él durmiendo como un angelito. Sus labios en esa posición que tanto me enloquecía cuando duerme, su respiración tranquila y pacífica, su cuerpo ahí dejado caer sobre un lecho blanco pareciendo que flotaba. Se veía realmente hermoso. Me arrodillé al lado de la cama y comencé a dejar pequeños besos en sus labios.

-Venga amor, despierta.- Le susurraba.

-Mmmh...- Solo encontré esa respuesta por su parte, seguidamente se volteó.

-Vamos, despierta.- Pasé mi dedo índice por su cuello hacia arriba hasta llegar a su pelo.

Volví a dejar otro ligero beso, esta vez sobre la piel de su caliente cuello. Se volvió a voltear quedando de nuevo mirándome, esta vez con los ojos ya abiertos. Sonrió y acomodó la sábana que lo cubría.

-Buenos días.- Le sonreí.

-Hola preciosa.- Me respondió con su voz mañanera. Se hizo a un lado en la cama dejando un sitio. Seguidamente hizo una señal para que me tumbara. -Ven aquí.

Me dirigí hacia el otro lado de la cama y me tumbé junto con él. Pasó su brazo por detrás de mi cuello quedando yo acurrucada en su pecho. Subí mi cabeza un poco para poder acercar mis labios a los suyos y besarnos una y otra vez.

-Me podría acostumbrar a esto.- Su voz peculiar de mañana seguía provocándome escalofríos.

-No vuelvas a marcharte tanto tiempo, promételo.- Volví a besarlo.

-Lo prometo. Te he extrañado estos dos días.

-Y yo. Muchísimo.

Estuve un rato mirando su habitación objeto por objeto. Hasta los lápices que habían sobre el escritorio eran de diseño. Entonces me fijé en la pila de papeles que habían junto a su Mac.

-¿Qué es eso?- Los señalé.

-Lo que me ha mantenido ocupado estos dos días y noches. El maldito proyecto de mi padre.

-No te preocupes, esta noche con el baile desconectaremos de todo.- Me besó.

-Oh, cierto. ¿A qué hora paso a recogerte?

-No sé, ¿a las ocho?

-Allí estaré.

Me abracé a su pecho desnudo apretándolo con fuerza.

-Te amo Zayn, te amo mucho.- Empecé a besar su pecho.

-Yo también te amo preciosa.- Me cogió por la cintura y me subió hasta que su boca llegó a la mía.

Ambos disfrutábamos de ese momento de tranquilidad besándonos lenta y pasionalmente. De repente alguien se asomó a la puerta.

- Disculpad, ¿interrumpo algo?- Era su madre.

-No, no mamá.- Zayn se ruborizó igual que yo.

-Baja a desayunar hijo. Claudia ven a tomar algo tú también.- Nos sonrió.

-Vale mamá ya vamos.- Su madre se fue y me volvió a besar. -Debemos bajar amor.- Susurró aún con sus labios en mi boca.

Me levanté de encima suyo para que pudiera moverse. Se puso unos pantalones de chandal y me cogió de la mano hasta llegar a la cocina donde esperaba su madre con el desayuno. Estuvimos desayunando durante media hora. Cuando terminamos tuve que marcharme para mi casa, estaría todo el día preparándome para el baile de esa misma noche.

**Por la noche**

Quedan veinte minutos para que Zayn pase a recogerme. Estoy vestida con lo que él me regaló. De pulsera solamente llevo el colgante de Cat. Estoy realmente nerviosa, es mi último baile de verano, el que marca el final de curso. Alguien llama a mi puerta. Bajo con cuidado las escaleras y la abro. Es Louis. Se ve perfecto con ese traje, va trajeado de negro. Su peinado también es perfecto.

-¡Louis!

-¡Claudia! ¡Estás preciosa!

-Tú también estás guapísimo, de seguro que te llevas a todas las chicas.- Le sonreí.

-Si me las llevo será porque tú te habrás llevado a sus parejas antes.

-No seas tonto.- Me sonrojé.

-No lo soy.- Lo abracé y dejé un beso en su mejilla.

-Estás suavito.- Reímos mientras acaricié su mejilla.

-¿Zayn cuando llega?

-Estará aquí en diez minutos.

-Yo debo irme ya.

-¿Tienes pareja?

-No, pero seguramente encuentro alguna allí, no te preocupes princesa.- Besó mi mejilla y se montó en el coche. -¡Nos vemos allí Clau!

-¡Sí Lou!- Hice un gesto de despedida.