Infieles (XiuYeol)

Capitulo 2

Minseok estaba algo desidioso entre tomar el taxi que con tanto sacrificio consiguió o entrar a la casa de aquel extraño para limpiar su herida.

-Creo que no tardare mucho en limpiarme. —Sonrió Minseok cuando su curiosidad le gano y decidió entrar a la casa de aquel chico. —

-Mi nombre es ChanYeol, Park ChanYeol, un gusto. —Dijo el más alto mientras dificultosamente abría las rejas del viejo ascensor de su edificio. —

-Soy Minseok, Kim Minseok, el gusto es mío. —Sonrió tímido el pelirrojo mientras entraba junto con el otro al ascensor que empezó a moverse, el recorrido hacia arriba fue callado hasta que llegaron a su destino, el ascensor se detuvo frente a una puerta de madera muy linda y al parecer muy antigua la cual capto la atención de más bajo. —

- ¿Te gusta? El traje de mi último viaje a Europa. —Dijo de manera orgullosa el más alto mientras trataba de abrirla con las llaves. —

» Europa... «pensó el más bajo relacionando con ello su extraño acento y poca fluidez en el coreano.

-Exacto, por eso es mi acento raro. — Dijo aquél tipo con una sonrisa como si pudiera leer la mente del pequeño hombre que se encontraba frente al. —

-Oh...ya veo, lo supuse, woh...—Susurro sorprendido el pelirrojo al ver que todo a su a rededor eran libros, cientos...no, ¡MILES! de libros, todos perfectamente alineados y clasificados. —

- ¿Me permites tu abrigo? —Dijo el más alto con una sonrisa algo picara, si, Chanyeol era un cualquiera por así decirlo y ya había puesto los ojos en el serio chico de baja estatura y rojos cabellos el cual asintió algo nervioso ante los profundos ojos del más alto.
Minseok seguía embobado ante la gran cantidad de libros a su alrededor mientras ChanYeol dejaba su abrigo en algún lugar y ponía agua para café.

-El baño queda por ahí al fondo, tengo banditas y alcohol que puedes usar pata limpiar tu herida. —Explico el alto con una sonrisa en la cara admirando la parte trasera del contrario, el cual dio un respingo al escuchar la grave voz de ChanYeol. —

-Muchas gracias, ahora vengo...

No hay de qué, pasa, siéntete cómodo. — Minseok siguió la dirección indicada encontrándose con otra puerta grande con vidrio de colores muy bonita a su parecer, tal vez le diga a Chen que quiere cambiar su puerta por una igual.

Mientras el pequeño hombre de cabellos rojos se encuentra en el baño, el más alto sirve dos tazas de café sonriendo por la que podría ser su nueva conquista. Luego de un momento el mayor sale del baño y recibe la taza que el desconocido le ofrece, toma un sorbo sin apartar la mirada de los profundos e hipnotizantes ojos del más alto.