Capítulo 25.

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- ¿Luci?- pregunto sorprendida.

- Obvio Sofi- responde.

- Apareciste, ¡hace mucho que no se de ti!- declaro emocionada por volver a saber de mi amiga de la infancia- Desde que viajaste a Argentina, perdí todo contacto contigo- un suspiro se escucha al otro lado de la línea.

- Lo sé Denell, lamento no haberme comunicado antes- afirma- pero es que quería que supieras que estaré en Colombia mañana.

- ¡¿Qué?!- digo mientras mis cejas se alzan ligeramente y noto como Jev se percata de mis acciones y me observa de manera extraña.

- Así es, llegaré por la mañana- declara- y quisiera encontrarme contigo y con Valen- afirma y trago duro, encontrarme con Valen luego de una discusión tan reciente no será nada lindo.

- Claro Luci, allá estaremos- digo.

Ella dice un par de cosas más y cuelga. Guardo mi celular y tomo una inspiración profunda. Jev observa cada uno de mis movimientos hasta que por fin habla.

- ¿Qué pasó, Sofi?- hay un pequeño hilo de preocupación en su voz. Lo observo un destello de alegría cruza mi mirada.

- ¡Luci estará aquí mañana!- suelto enérgicamente y él frunce el ceño.

- ¿Quién carajos es Luci?- dice él de lado la preocupación que tenía y con la mirada fija en el camino. Ruedo los ojos aunque sé que no lo nota.

- Mi amiga de la infancia- digo sonriendo- Y mi antigua mejor amiga- afirmo y noto como frunce su ceño aún más.

- Pensé que tu única mejor era Valentina- declara y asiento.

- Antes éramos tres mejores amigas; Valen, Luci y yo- afirmo y él asiente para que prosiga- y tuvimos algunos inconvenientes y ella se separó de nosotras y por eso siempre ha parecido que Valen es mi única mejor amiga.

- Comprendo- dice mientras asiente- ¿Entonces si tienes problemas con Valen te separaras de ella? Las chicas se complican mucho- suelta y un destello de broma se filtra en sus palabras pero no dejan de ser reales. Niego repetidamente con mi cabeza.

- No llames cosas malas, eso no pasará- rió. Él emboza una sonrisa y me observa cuando paramos en un semáforo.

- ¿Comida mexicana estaría bien?- me dice curioso. Embozo una sonrisa.

- Comida mexicana estaría genial- afirmo- Me hacen falta unos buenos tacos- digo tocando mi estómago y el ríe.

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El sonido de mi despertador inunda mi cuarto y me muevo de manera perezosa en mi cama. Las frazadas que cubren mi delgado cuerpo se sienten más familiares de lo normal y por eso quisiera pasar todo el día en la cama.

Apago mi despertador.

Cierro mis ojos con fuerza dudando si levantarme o no, pero una alarma gatuna se posa a un lado de la cama avisándome que no tiene nada para comer.

Me remuevo en mi cama debido a todo el sueño que invade mi sistema. Me cubro hasta la cabeza con mis frazadas para no escuchar el alboroto que está haciendo mi gato, pero siento como se sube a la cama y se posa sobre mi cuerpo; descansando en mi estómago. Retiro mis frazadas y Shazam me mira impaciente esperando que me levante y le dé su preciada comida.

Lo miro suplicante- Shazam, cinco minutos más.

Veo como se baja y empieza a cominar victorioso fuera de mi cuarto y es hasta que por fin comprendo, mi celular está sonando y está en algún lugar de la cocina.

Enamorada del chico problema Where stories live. Discover now