Capítulo 2.

4.4K 101 2
                                    

*Jeffferson Doson en galería*


- Como te ha cambiado la vida Denell.- y soltó una gran risa. Levanto mi mirada y la observo. Está ahí de pie frente a mí. Sus ojos negros cargados del brillo de la risa que se apodera de sus labios hace que sonría. Las trenzas caen a ambos lados de sus hombres y esto hace que el color de su piel se resalte un poco más. Además esa playera roja de RAMONES hace verla aún más increíble.

- ¿Qué haces tú aquí, Violet?- Contrataqué. Ella río y se sentó en el gran espacio vacío frente a mí-

- A diferencia de ti, vine a buscar café porque el sueño me matará en esa clase- dice exasperada. Ahora soy yo la que ríe.

- Ahí está, por eso falto. Es preferible que andar de zombie en la primera clase- digo, mostrándome con aire de triunfadora. Ella rueda sus ojos con una sonrisa en la comisura de sus labios.

El cambio de hora es asignado y ya es mi tiempo de por fin entrar a clases.

- Tenemos clase juntas, ¿verdad?- pregunto a mi acompañante mientras me levanto con la lata de CocaCola en mis manos. Ella muestra su típica expresión de estar pensando y se levanta.

- Biología- me contesta por fin. Asiento y le señalo para que caminemos juntas. Caminamos a través del pasillo en medio de la gran cantidad de alumnos. Algunos ya camino a sus clases, otros detenidos en sus pasillos y uno que otro con sus parejas. Al estar muy cerca del salón, Violet decidí hablarme.

- ¿Te pasó algo, Denell?- pregunta, haciendo que voltee a verla tranquilamente. Su mirada se posa en la mía buscando algún movimiento vago de mi parte pensando que me excusaré con cualquier cosa.

- Nada grave, Violet. Sólo tuve una pequeña charla con Lucia.- respondí bastante tranquila. Su mandíbula casi cae al piso debido a la sorpresa y me tomo de la muñeca para que detuviera mis pasos.

- Denell, ¿segura que todo bien?- me miro detenidamente. Sonreí.

- Oye, sé que estuve muy mal para ese entonces. Pero ya eso pasó, fue hace mucho tiempo.- digo mirándola, mostrándome segura en mi respuesta. Soltó un suspiro.

- No es buena idea acercarte a ella, Sofi.- sentenció, trate de articular palabra pero me interrumpió.- Es mejor mantenerte alejada de ella, lo sabes. Así haya un pasado. Con más razón por eso.- terminó. Fruncí mi ceño y negué.

- No tengo intenciones de saber de ella, solamente ella empezó a hablar. Pero nada más, Violet. Tranquila- concluyo y ella sonríe.

- Deberías contarle a Valen también. Ella sabrá que decirte, mejor que yo.- dijo en medio de una sonrisa y la abracé rápidamente. Sostuve mi bebida con sumo cuidado, evitando que cayera ocasionando un desastre.

- Gracias por escuchar.- susurro al soltarme. Ella me sonríe de vuelta y me señala que continuemos el camino.

Doy media vuelta y llevo la pequeña lata a mi boca para por fin terminarla, pero siento que en lugar de entrar en mi boca acaba regada sobre toda mi playera y la del idiota que se ocasionó todo esto. Siento como la rabia va cubriendo cada partícula de mi cuerpo. Observo mi playera totalmente bañada en el líquido color caramelo y sin siquiera pensarlo solté un suspiro desesperado.

- ¿Podrías tener más cuidado a la próxima?- exclamo alterada a la figura delante de mí, ni siquiera lo estoy viendo a los ojos, pero es que lo único que pasa por mi cabeza es el querer golpearlo.

- Oye, perdón. Es que venía bastante rápido y tú muy distraída. No fue mi intención.- contesto cortésmente una voz ronca. Esperen, esa voz. Levanté con cautela mi rostro y me encontré con esos azules que podían poner loca a cualquier chica que estuviera cuerda. Bajé mi mirada hasta sus labios y no pude evitar pensar como se sentiría besarlo. Observe como la playera de rayas y la camisa negra que lo cubría estaba arruinada por el pequeño incidente que él había ocasionado. Así que disipe esos pensamientos que me atraían a él y sostuve mi mirada en la suya. Negué con mi cabeza y solté un gran bufido. El hecho de que fuese tan irresistible no le daba derecho a chocarse con cualquiera por ahí. Desvíe mi mirada y me agache para recoger la lata vacía para depositarla a la caneca. Él se quedó inmóvil por vario rato, observando cada movimiento que daba. Menudo tonto. Me levanté y cuando me dirigía a una caneca, su mano capturo mi muñeca haciéndome voltear.

Enamorada del chico problema Where stories live. Discover now