Capítulo 13.

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Me dirijo al salón de literatura, ahí me encontraré con Aaron y realmente no sé que decirle después de que ayer le cancele la salida que él tenía planeada, pero no fue mi culpa del todo. Entro al salón y Aaron esta con sus amigos, está hablando con Zack y no se percata de mi presencia, pero Zack le informa que estoy acá porque enseguida voltea, simplemente me mira y no me dice nada, alzo mi mano y lo saludo recibiendo de él sólo una mirada fría y distante, voltea de nuevo y sigue hablando con Zack como si nunca lo hubiese saludado, ¿Tan grave es? Es decir, sólo le dije que no, tampoco es el fin del mundo. Viendo esa actitud tan inmadura e infantil de Aaron ruedo los ojos y Zack suelta una carcajada, no hay cosa de la que no se burle. Busco un puesto y veo que al lado de Penny hay una silla, así que me dirijo hasta allá. Cerca de este puesto esta Christopher, tan arrogante e imponente como siempre, no sé que le pasa a ese chico, realmente es un misterio, mientras paso por su lado, él mira y me giña un ojo, cosa a la que no le tomo atención. Llego al puesto al lado de Penny y la saludo.

- Hola Penny- dejo mi bolso en la silla- ¿Qué tal todo?

- Hola Sofi, todo muy bien, este es uno de los mejores lugares en los que he estado- me dice.

- Te falta ver mucho- le digo mientras me siento en mi lugar, acaba de llegar el docente y no quiero problemas.

Penny me cuenta mientras estamos en clase, todo lo que acabo de hacer el día de ayer, me dijo que conoció un chico y que le había agradado mucho, James creo que se llama, un grado mayor que nosotras y que hablaron mucho, es realmente extraño que alguien que haya llegado apenas ayer ya haya conocido a alguien mientras que María y yo estamos más solas que un champiñón, menuda vida.

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Camino por los pasillos en busca de mi casillero, ya casi tocan el timbre para el descanso y afortunadamente la tercera hora la tuvimos libre, el profesor de gimnasia faltó. Llego a él, guardo mis cosas y salgo de ahí pero algo me detiene de forma brusca, volteo rápidamente sólo para encontrarme con esos odiosos ojos verdes que hace tiempo quise. Aparto rápidamente su mano.

- Suéltame idiota- le digo- No molestes, largo.- Trato de alejarme pero el corre y se coloca delante de mí, estirando sus dos brazos pasando por mis hombros hasta llegar a los casilleros, me tiene encerrada entre su cuerpo y los casilleros y me obliga a mirarlo, hago caso omiso y solo trato de apartarlo- ¡Aléjate!- y doy como puedo a su pecho con mis manos, el sólo sonríe como idiota.- Jefferson, hablo en serio, quítate de acá estúpido.

- ¿Por qué querría hacerlo preciosa?- se acerca mucho a mí y mi mano se estampa en su cara, se sintió mejor de lo que pensé, se siente, él reacciona y se aleja, lleva una mano a su mejilla y en forma coqueta me dice- Eso era todo lo que quería, así siempre me has gustado.

- Por favor, deja las idioteces- le digo y me voy, no quiero gastar más saliva con este. Cuando estoy lejos de él, escucho que grita.

- Dile a tu querido papá que te diga- ¿Mi papá? ¿Qué tiene que ver él en todo esto? Es absurdo. Volteo y ya esta lo suficientemente lejos para poder seguir hablando con él. Esfumo cualquier idea de mi papá que ese chico pudo haber inventado simplemente para que discutiera con él o algo así, mi papá no tiene nada que ver con ese chico, no creo siquiera que lo conozca, mi papá es un hombre de negocios, un hombre realmente ocupado podría decir, muy pocas veces esta en casa pero así es el mejor de todos.

Tocan el timbre y me voy a cafetería, un buen sándwich apartará todas esas ideas que Jefferson acaba de meter a mi cabeza, me siento en una mesa sola, mientras espero que las demás lleguen y en ese momento se sienta Valen frente a mí, levanto la mirada y le doy otra mordida a mi sándwich.

Enamorada del chico problema Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora