Capítulo 21.

1K 60 4
                                    


Un escalofrió recorre mi espina dorsal y rompe con el encanto del sueño en el que me encuentro atrapada. De pronto, soy consciente del cálido y áspero tacto en la piel sensible de mi espalda.

Mi carne se pone de gallina y hormiguea debido a la suavidad y cuidado de los patrones trazados en mí, y me remuevo con incomodidad sobre la dura superficie contra la que estoy acostada.

Me volteo para encontrarme con la dulce mirada de Christopher, una radiante sonrisa se posa en sus labios y su rostro demuestra lo tranquilo que se siente en estos momentos.

-Buenos días, princesa- pronuncia Christopher en un susurro dulce. Una sonrisa boba se escapa de mis labios

-Buenos días, Chris- digo dulcemente y él se acerca a mí y deja un casto beso en mis labios. Él sonríe en medio del beso.

- ¿Te quedarás conmigo hoy?- pregunta en un tono dulce, pero noto algo de preocupación en su tono. En ese momento cientos de cosa pasan por mi cabeza; Valen, Adam...Aaron. Christopher me mira preocupado quizás por la expresión de mi rostro y a tiendas me levanto, sé que estoy hecha un desastre en estos momentos- ¿A dónde vas?- pregunta él preocupado y se reincorpora en su cama.

- Deje sola a Valen y a Adam; ella tendrá ganas de matarme, ¡No llegué a dormir a nuestro apartamento!- digo en tono alarmado y una risa ronca se hace presente en la habitación.

-No es tan malo, Sofi- dice él en medio de su risa y tratando de contenerla- Estás conmigo.

-Aaron si es un problema- respondo preocupada y la expresión de su rostro cambia totalmente; su cuerpo se tensa y aprieta tanto su mandíbula que pienso que se partirá en dos. Sin pensar que es lo que estoy haciendo, mi cuerpo reacciona y me voy acercando a él cautelosa por la cama, al llegar a él sus facciones siguen fuertes y presiono mis labios con los suyos; él tarda en comprender mi acción, pero cuando lo hace el beso se torna dulce y profundo a la vez; nos separamos debido a la falta de aire.

- No me dejes, Sofi- dice él, en un susurro apenas audible y con su respiración entrecortada.

- No lo haré- susurro más segura que nunca, él emboza una sonrisa.

-Te quiero tanto Sofi...

---

-Mierda, me quede sin batería- pienso al ver mi celular.

Bajo las escaleras de la casa con Chris sosteniendo mi mano. Basura acumulada por todos lados; botellas de Vodka, vasos rojos y envoltorios brillantes de condones hacen presencia en todo el lugar dejando rastro del desastre que fue la noche anterior. Observo a Chris, pero él ni se inmuta al ver todo este desastre, debe estar muy acostumbrado a esta clase de fiestas. Estoy hecha un desastre en estos momentos, mi cabello desarreglado recogido en una coleta improvisada y aun llevando el vestido rojo de la noche anterior, no he podido darme un baño debido a que no llevo ropa conmigo, así que Chris resolvió llevarme al apartamento de Valen. Por otro lado eso también me preocupa, Valen estará que me mata al no haber dicho dónde estaría, pero esto no fue planeado; esto sucedió de un momento a otro. Una sonrisa boba me asalta al recordar todo lo que pasó la noche anterior. Él me mira y me guiña un ojo y poco a poco el rubor sube a mis mejillas. Cuando estamos en el jardín, él habla.

-No sabes lo dulce que te ves cuando te sonrojas- dice y una sonrisa dulce se posa en sus labios.

-Calla tonto- chillo- Harás que me sonroje más- y una sonrisa burlona se apodera de él; trato de hacerme la enojada, pero estoy que muero de risa. Al darse cuenta de mi expresión, me mira con ternura.

-¿Ahora te enojaras?- está haciendo en esfuerzo enorme por no reírse. Me hago la indignada por su pregunta y aparto mi mano de la suya.

-Sí.- él frunce el ceño y un destello de diversión cruza su mirada, se acerca rápidamente y me abraza, trato de alejarlo de mí, pero él es más fuerte y toma control de la situación; el aroma varonil que desprende su camiseta negra de Nirvana me embriaga y hace que cierre mis ojos; él en una maniobra rápida se separa de mí y antes de que pueda protestar estampa sus labios con los míos en un beso dulce.

Enamorada del chico problema Donde viven las historias. Descúbrelo ahora