Capitulo 21

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Capitulo: 21
Nombre: SUBASTADA.

Caminé sin saber a dónde iba pero solo necesitaba dar un respiro—deberías de ordenar mi habitación—me ordeno Malik despertándome de mis adentros y asentí cansada, subí con las herramientas necesarias y como me encantaría tener una marcara para no percibir todos aquellos olores que se pueden encontrar en esa habitación, pero por mi mala suerte, no la tenía.

Subí lentamente las escaleras, me encontraba perdida en el vacío, el hecho de aquellas palabras me habían dejado abobada, tanto como las de Jenny, como las de Malik. Esto no era bueno para mi salud y tan solo pensar todo aquello, me cansaba. Para cuando llegue a la habitación, me dieron unas tremendas ganas de vomitar al notar todo el desastre y aquellas tangas guindando en todas partes, nada de esto era bueno para la salud de una mujer y realmente estas eran unas zorras porque... ¿Qué mujer dejaría sus tangas? Pues, las hermanas nuuuuuunca vieron mi ropa interior, a pesar de que parecían de una vieja, graaaandes y anchas, me daba cosa de que me vieran con ellas.
Por suerte, ahora no tenía ese tipo de ropa interior (porque además de que se me caía) las hermanas me dijeron que tenía que comprar unas mas... ¿a mi figura? Sí, eso mismo. Bueno, volviendo a la asquerosa realidad, tenía que limpiar todo este desorden.

Comencé por el suelo y corrí a buscar rápidamente unos guantes, no aguantaría tocar los genes de perras que podrían estar esparcidos por todo el lugar.

[*...]

En el intento de acomodar todo el desastre de este bendito cuarto, Malik se interponía en el camino, se acostaba en la cama, lanzaba cosas al suelo y a mí golpeándome, desordenaba todo a cada segundo y me colocaba las tangas recogidas en mi cabeza. Esto era realmente odioso. Note que se iba a levantar de la cama y me enfade—NI SI QUIERA LO PIENSES, TE HAS ACOSTADO, QUÉDATE ACOSTADO—le grite mientras me aproximaba hacia él, al estar frente a su cuerpo lo empuje fuertemente de nuevo hacia el colchón— ¡TE QUEDAS AHÍ!—le ordene y me miro con una ceja levanta para luego cuando iba a volver a mi trabajo, tropecé con un pie, no sé si era el mío o el de él, el hecho estaba en que me había tumbado en dirección al colchón y adivinen... caí en la meeeeeejorrr parte, nótese mi sarcasmo... me encontraba encima de Malik y mis pies enredados entre sí, este no era el mejor momento de mi vida—si tan solo quieres ligarte, dímelo y yo me encargo—dijo en un tono de voz en la que se podía demostrar su dolor, me alegro de que le haya dolido—idiota, deja tu ego y tu ilusión para otra ocasión, porque no estoy de humor para tus juegos—reproche intentando levantarme de nuevo pero lo que logre fue enredarme mas— ¿Necesitas ayuda?—me pregunto en un susurro (estúpido, si me quisieras ayudar dejarías de tumbarme e frenarme el paso amarrándome mis pies con tus patas) pensé y puse los ojos en blanco—yo puedo sola—hable con orgullo y el se quejo con un gruñido y me tomo de los brazos para luego tumbarme a su lado, pensé que se iba a levantar pero solo se monto encima de mi torso.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza, estaba tan cerca de mi a tan solo unos centímetros de mi rostro, su cuerpo con el mío y el, al ver mi rostro de miedo torno una sonrisa de lado, sus manos sobaron mis brazos vagamente y mi piel se erizo—Hey ___ quieres que te ayu...—escuche una voz nueva llegar a la habitación, levante mi vista y encontré a Jenny quien nos miraba con los ojos abiertos como platos, ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Acaso me gustaba Malik? No, no eso no es eso posible ¡EL ES UN PATÁN y... LO ODIO!

SUBASTADA. «Sin editar»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora