"Sentimientos confusos"

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Su misión daba comienzo, si bien no era exactamente lejana a lo que era el santuario, tampoco era tan fácil de llegar, aquel pueblo se encontraba en una ubicación nada favorable, sumergido en lo que parecía un valle de poca vegetación y escasa agua, era una de las fronteras que mantenía al Santuario de la Diosa athena alejado de las miradas inoportunas de los viajeros. Aldebarán contemplo a detalle cada esquina, cada posible entrada o salida, pistas o indicios de que esté pueblo fuera el siguiente en ser atacado, era una posibilidad nada lejana, pero nada apuntaba a que los espectros estuvieran cerca, no había rastros de cosmos, pisadas o algún acto sospechoso.

Miro a los jóvenes que venían con él, era un número considerable, entre aspirantes, bronceados y plateados, incluso algunos rasos quienes con frecuencia se encargaban de visitar ese tipo de lugares, aun así, sintió que tal vez necesitaría más apoyo del que poseía, su instinto le advertía que si bien la amenaza no se notaba presente parecía estar más cerca de lo que se imaginaba.

- Teneo...- Llamo a su discípulo más cercano - Necesito que vuelvas al Santuario, trae toda la ayuda posible, no tengo un buen presentimiento.

- ¿Esta seguro? - pregunto sin ánimo de ofender, confiaba ciegamente en su maestro, a quien le debía la vida, pero también previa que podrían llamar demasiado la atención, asustando no sólo a los pobladores, sino que también podrían alertar a los posibles atacantes. - No quiero que piense que le faltó el respeto es solo que...

- Lo sé, no tienes que justificarte conmigo, sé muy bien cuáles son tus preocupaciones, pero aun así necesito que lo hagas.

- Si maestro, iré enseguida.

El muchacho no replicó nuevamente, no quería provocar algún tipo de disgusto en su maestro, a decir verdad, si todo parecía bien y en calma, no significaba que aquello fuera una garantía, tal vez solo era la paz antes de la tormenta, debían estar preparados.

El joven Teneo obedeció sin rechistar, rápidamente se encamino al Santuario, rogando encontrar a las suficientes personas para poder apoyar a los que ya se encontraban en ese pueblo. Fue tal su ensimismamiento y apuro que no se dio cuenta cuando su cuerpo choco con otro de aun mayor tamaño, hasta sentir que su fornido cuerpo perdía momentáneamente el equilibrio, lo cual de por sí era bastante raro, miro al frente, pensado que quizás podía ser un santo, o algún guerrero de mayor estatus quien había logrado desestabilizarlo, grande fue su sorpresa al encontrar a un hombre de extrema estatura, tes pálida y un largo cabello blanco, sus ropas y rostro denotaban estatus, quizás algún noble, lo cual lo sorprendía aún más, ¿cómo alguien como él pudo aguantar su nada suave envejecida?

- Lo...lo siento señor - se escuso completamente avergonzado, esperaba que no fuera alguien importante a quien se dirigía. - No vi por donde iba, estoy con prisa.

- Esta bien muchacho, supuse que ese era el caso. - Su voz parecía bastante calmada, al igual que sus fríos ojos que no entonada para nada bien con su semblante serio, decía esas palabras, pero aun así no parecía realmente sentirlas, el aprendiz de tauro trago con dificultad, no sabía que más responder. - Ten más cuidado la próxima vez.

No existió más comunicación que aquella, el albino se esfumo entre la multitud poco después, lo cual intrigó aún más al muchacho, quien no lo pudo borrar de su mente por un rato, pues, no dejaba de ser extraño ¿qué hacía alguien como el por estos lados? No le daba para nada buena espina, que un forastero tan misterioso como él estuviera rondando, pero no sintió ningún tipo de amenaza, solo el desdén con el cual le miraba, tal vez solo era su imaginación o sugestión, no le tomo más importancia y volvió a su misión original, siendo observado claramente por el albino con el cual se tomó segundo atrás.

- Los caballeros de athena sí que son una molestia...- admitió en voz alta, observando con una gran sonrisa el bullicio propio del lugar, imaginando el cómo todo ese ruido pronto sería reemplazado por la bella melodía de la muerte, esperaba con ansias todo aquello.

La aprendiz de piscis (saint seiya the lost canvas)||En Reedición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora