29 Deseos

Deseo 8

Ver la Torre Eiffel

Después de todo ya nada importa. La moda, la popularidad, etc. Nunca me importaron realmente pero una parte de mi deseaba que si lo hubiera hecho, una parte de mí se aferra al pensamiento de que tal vez si hubiera sido así, mi vida no hubiera terminado así. Odiaba a las chicas así, que su mayor importancia es que otra chica no lleve el mismo vestido a la graduación, pero tal vez solo estaba celosa.

Al final todo termina siendo un tal vez, para mí no hay sí o no; todo es un simple y vació "tal vez".

Tal vez te amo. Tal vez no.

Tal vez quiero vivir. Tal vez no.

Realmente la mayoría de las personas nunca están seguras, por eso todos acabamos siguiendo el mismo camino. Tal vez por eso no me molestaba tanto morir, seguir creciendo para acabar siendo la misma persona monótona que al final todos somos no era algo que yo quisiera hacer. David era negativo, y Jenna positiva, ninguno de los dos me traía consejos realmente buenos pero decidía preguntarles al mismo tiempo y terminábamos discutiendo. Usualmente combinaba sus respuestas y sacaba lo mejor.

David se encontraba en la ventana y Jenna en el pasillo, mirando los dos a la izquierda. Se pelearon en el aeropuerto y no se han mirado desde hace 4 horas. Ninguno de los dos quiere decirme que es lo que pasa o porque tampoco me dirigen la palabra a mí. Me pare al baño cuando no debería por la seguridad de mi salud, una caída podría ser fatal, sin embargo cuando regrese al asiento Jenna se había esfumado y David seguía mirando la ventana.

-¿Dónde está Jenna?- no pudo haber ido al baño, acabo de salir.

Sin quitar la mirada de la ventana levanto su dedo y señalo a un chico tres columnas delante de nosotros besándose con una pelirroja, alias Jenna. Sabía que lo había hecho por cabrear a David o algo parecido pero lo que más me perjudicaba era la cara del señor junto a la pareja. Por lo que veo no le gusta el espectáculo, y a David menos. Me senté junto a él y me dispuse a escribir, había algo en David que me dejaba sin poder escribir. Tal vez era la manera que miraba a Jenna cada minuto exactamente, pero Jenna seguía tocando a ese moreno. Me pregunto cómo Jenna tiene a la vez tan alto ego y a la vez tiene la autoestima muy bajo.

El avión aterrizo pero sentía que yo no, mi hogar estaba a mares de distancia. Sé que David no extraña su hogar porque realmente nunca tuvo, tiene una casa pero no es un hogar. Su padre cuida a David y su hermano desde que su madre lo abandono, realmente el padre nunca está en casa y su hermano menor se va de fiesta en fiesta.

Jenna extrañaba a su perro más que nada, sabía que su padre podría conseguir a alguien mientras ella no estaba; tal vez por eso no lo extraña tanto como a su perro.

Yo extraño a mi familia, pero más que nada mi mamá. Los dos siempre están ahí pero mi mamá me hacía olvidar de lo que a mí me gusta llamar "maldición".

Tome mi bolsa de mano y salí del avión. Jenna estaba recogiendo sus maletas junto el chico, cuando me hizo señas y me dirigí hacía ella.

-¡Abril! Te presento a Gabriel, es de Argentina- dijo Jenna a la vez que Gabriel me daba un beso en la mejilla- Dice que el ya a estado aquí, va a ser nuestro guía.

No me impresiono la idea, lo que me impresiono es que se dijeron algo en el trayecto. Yo solo vi sus caras pegadas y me sorprende que hubieran podido respirar pero era algo que no iba a decir.

Me quede sola, David se había adelantado a la salida y Jenna había pedido un taxi junto con Gabriel. Tenía miedo, no de perderme, si no de que alguien me hablara. Entendía francés pero no tenía ganas de hablar un idioma que no practico muy seguido. Entre en pánico cuando una chica se acercó casi trotando hacía mí.