Deseo 4.

139 17 1
                                    

Vencer mi miedo.

¿Ya les conté mis miedos?

¿No? Pues bien, puedo tenerle miedo a las arañas, víboras, cucarachas, iugh! Pero les tengo un pavor a los osos.

Sí, osos les tengo mucho miedo. ¿Que decidí hacer? Vencerlo

Después del salto en paracaídas, que prefiero no recordar. Decidí ver osos y tocarlos.

- ¿Segura que quieres hacer eso? Quiero decir, Abril, son osos - dijo Jenna mirándome.

- Tu mayor temor - intervino David.

Yo suspiré, ellos hacían que entrara el miedo.

- Chicos, si no dicen nada, estoy segura de hacerlo - y volví a suspirar para tranquilizarme.

- Bueno, esta bien - dijo David - ¿Pero no te dan miedo sus garras, - hizo el ademán con sus manos - sus grandes colmillos afilados?

- ¡Ya! - dije aterrada. Y luego David sonríe.

Íbamos en un taxi, de camino a visitar a los osos. ¿Que mejor lugar para ver osos que en Canadá? Ninguno, que yo sepa.

- Bien, aquí bajan - dijo el chófer.

- ¿Sabes bien donde está el lugar? - le pregunté a David, ya que él era el de las direcciones.

- Oye, iremos a un Zoológico

- Es una broma ¿Verdad? - pregunté.

- No, no lo es - me miró - iremos a un zoológico.

- ¡Pero ahí hay niños! - se confundieron - ¡Niños que podrán ver que le tengo miedo a los osos! - exclamé.

- Bueno, podemos ir a otro lado - sugirió Jenna.

- ¡Sí! ¡Por favor! A un lugar dónde no hayan tantos testigos.

( ... )

Aquí estamos ¿Han visto los lugares dónde tienen aquellos animales peligrosos, algo así como un zoo al aire libre? Bueno es que ni yo encuentro la forma de describirlo.

El clima aún era frío, llevaba puesta una de mis chamarras favoritas color azul oscuro, mi pantalón de mezclilla y unos botines color café.

- Bien, ¿Que animal desean ver? - preguntó la persona que nos guiaba.

- Emm, los osos - dije mientras me abrazaba a mi misma.

- Buena elección, aquí esta el oso pardo, que acaban de traer ayer en la mañana - se acercó a una de las jaulas más grandes.

Se me cayó al alma a los pies. Estoy segura de que palidecí, porque mis amigos me miraron enseguida.

- ¿Te encuentras bien? - me preguntó Jenna, se veía preocupada - sabía que había sido una mala idea.

- Sí, mejor nos vamos - sugirió David.

- No, no, yo quiero tocarlo - dije firme - ¿No es peligroso? - me dirigí al guía, cuyo nombre no sabía.

- No, claro que no, el es un bebé- vaya bebé, miró al oso.

A decir verdad, era muy bonito, su pelaje color avellana, y sus ojos brillaban, era una ternura.

- ¿Quiere tocarlo? - preguntó el guía.

- Sí.

En ese momento abrió una ventana pequeña, dónde tenía acceso a su rostro. Me miraba con curiosidad, sus ojos negros intenso me observaban fijamente, yo lentamente acerqué mi mano a el. Para mi sorpresa, ¡Se dejó tocar! Quiero decir, no se enojó ni nada parecido a eso, estaba muy quieto.

Su pelaje, tan suave y espeso, creo que hasta incluso lo vi sonreír, ¿Eso se podía?

- No puedo creerlo - susurró Jenna a David, él asintió con la cabeza.

- Es muy bello - dije feliz - ¿que edad tiene? - le pregunté al guía.

- tres meses.

- ¡Pero si es una ternura! 

Ni yo creía lo que hacía, estaba con un oso ¡Un oso! Bueno era un bebé, aún así era uno. Ahora yo estaba venciendo el miedo que le tengo a los osos. El guía al ver que el animalito yo "nos llevábamos bien", pensó que sería buena idea sacarlo.

- ¿Segura? - insistió Jenna.

- Que sí - yo estaba fascinada con el oso.

Una vez afuera, lo traté como si fuera un perrito, para mi suerte parecía estar disfrutando de las caricias que yo le daba.

Le pedí al guía que nos tomara una foto, a los tres(Jenna se veía todavía con miedo, pero David aceptó sin problemas), y tomó la foto.

Decidimos que sería tiempo de regresar, pero antes fuimos a imprimir esa foto. En la habitación del Hotel, saqué mi libreta y ahí junto al relato de hoy, pegué la foto dónde estamos nosotros tres.

Sonrientes como siempre.

-karimoradioactive. 

¡HOLAAAA! ¿Cómo han estado? Nosotras muy bien. Para recompensarles el atraso de la semana pasada les traemos este capítulo. Por cierto, si tienen un deseo que quieran cumplir pónganlo en los comentarios y posiblemente lo pongamos en la historia. Voten y comenten, nos encanta recibir ese tipo de notificaciones. Comenten si hay un error, los corregiremos cuando podamos. 

Por cierto, este capítulo va dedicado a nuestro primer lector, muchas gracias.

¡Hasta el próximo capítulo! 



29 DeseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora