Seal it with a kiss || Stydia

16. ¿Me perdonas?

Lydia's POV

Llevamos diez minutos encerrados en la clase y solo hemos cruzado dos frases. Stiles se ha sentando en la mesa de la primera fila y no se ha movido de ahí en todo el rato. Yo me asomo por el cristal de la puerta y observo el pasillo. Está desierto, lo que es normal, ya que es viernes y las clases han terminado hace un rato.

Me pregunto dónde se habrán metido Allison, Scott, Isaac y Kira. Espero que no se hayan ido muy lejos, porque alguien va a tener que abrirnos la puerta en algún momento.

La verdad es que quiero hablar con Stiles. Nuestros amigos no son los únicos que quieren que arreglemos las cosas, pero tanto él como yo somos muy orgullosos, lo sé muy bien, así que a ambos nos cuesta ser el primero en dar el paso. O por lo menos quiero pensar que él también está dudando si empezar a hablar conmigo.

Con los brazos cruzados ante el pecho me paseo por la clase hacia la parte de atrás y miro los pósters que hay en las paredes. Por el rabillo del ojo veo que Stiles se hunde en el asiento y se rasca la nuca. Definitivamente, está pensando en qué decirme.

Estoy mirando uno de los murales cuando oigo que la silla se tira para atrás y me giro para mirarle. Stiles se levanta y se queda parado, observándome. Nos quedamos unos segundos así, sin decir nada, cada uno en una punta de la clase y mirándonos directamente a los ojos.

Abre la boca para hablar, pero en seguida la cierra y suspira. Lo veo dirigirse hacia la ventana del aula, donde se sienta en el suelo con la espalda apoyada contra la pared.

Cierro los ojos e inspiro profundamente. En el fondo sé que yo debería ser la que empezara a hablar, ya que al fin y al cabo fui yo la que me presenté en su casa tras discutir con mi madre para únicamente acostarme con él. En el momento no lo acepté porque acababa de tener una pelea en casa y no quería ver que acababa de empezar otra con mi mejor amigo, pero acabé dándome cuenta de que Stiles tenía parte de razón. Al menos aquella vez lo había utilizado para desahogarme.

Así pues, me acerco a donde está sentado Stiles y me agacho a su lado, apoyando la espalda contra la pared, exactamente como él. Mi brazo izquierdo roza el suyo derecho, y ambos miramos al frente mientras suspiramos. Finalmente hablo.

-¿Cómo está tu brazo? -le pregunto mirándole al fin.

Él se gira hacia mí con cara interrogante y yo le cojo la mano para subirle la manga del brazo donde esta mañana Kevin le ha apretado mientras lo amenazaba. Veo que tiene marcas rojas donde los dedos del chico le han cortado la circulación. Sin pensar en lo que estoy haciendo, deslizo mi mano por su antebrazo, desde la parte interior del codo hasta donde empieza la palma de la mano. Me detengo un poco más en las zonas de las marcas.

Durante todo este proceso siento la mirada de Stiles clavada sobre mí.

-Ahora está mejor -me responde cuando aparto la mano. -¿Cómo está el tuyo?

No sé a qué se refiere hasta que caigo en la cuenta de que en clase de gimnasia me he llevado algún balonazo en el brazo.

-Yo estoy bien, lo mío no ha sido nada -le sonrío.

Stiles me sonríe de vuelta y, por un segundo, siento cómo el corazón se me encoge bajo su mirada.

Stiles' POV

Lydia me sonríe, así que yo le devuelvo la sonrisa. Cuando lo hago, me doy cuenta de que sus mejillas se vuelven un poco más coloradas de lo normal y que baja la mirada. ¿Está cohibida?

De repente, vuelve a mirarme a los ojos un segundo antes de inclinarse hacia mí y depositar un suave beso en mis labios. Yo no me aparto, más bien se lo devuelvo dulcemente. Me doy cuenta de cuánto he echado de menos sus besos y sus caricias, pero sobre todo la he echado de menos a ella.

Allison tenía razón; no puedo estar enfadado con Lydia Martin. Es y siempre será mi mejor amiga, y no estoy dispuesto a renunciar a nuestra amistad por solo una pelea. El problema es que, después de descubrir lo que es besar a Lydia, sé que no puedo seguir haciéndolo y pretender que no siento nada por ella. Porque, sí, por lo menos para mí no es solo mi mejor amiga.

Cuando nos separamos, Lydia me acaricia la mejilla con sus finos dedos y yo me estremezco bajo su contacto.

-Lo siento mucho, Stiles -me dice. -Siento haber acudido a ti tras pelearme con mi madre y haberme desahogado contigo como si nada. No debería haberlo hecho. ¿Me perdonas?

Sus ojos se clavan en los míos y yo le sonrío de lado.

-Claro que sí, Lyds.

Su cara se ilumina en el segundo en que las palabras salen de mi boca, lo que hace que yo mismo tenga que sonreír más ampliamente. Eso me recuerda lo que le tengo que decir a continuación.

-Pero sea lo que sea que hay entre nosotros tiene que parar.

Lydia se queda quieta y me mira extrañada, así que continúo.

-No voy a negar que estos últimos días juntos desde la primera vez que nos besamos han sido como mínimo increíbles -digo, y ella aprieta los labios intentando contener una sonrisa. -Tú eres increíble, Lydia, pero no quiero volver a poner en juego nuestra amistad por unos cuantos besos y un revolcón. No quiero arriesgarme a volver a perderte por eso.

Lo que en realidad pasa por mi mente es algo más del tipo "No quiero seguir besándote sabiendo que tú no sientes lo mismo por mí que yo por ti", pero obviamente eso no lo digo en voz alta.

Lydia asiente lentamente y se mueve en su sitio para girar su cuerpo más hacia mí.

-Tienes razón -me dice. -Estos días sin ti te he echado muchísimo de menos y llegué a pensar que no íbamos a poder solucionarlo. Yo tampoco quiero volver a pasar más días sin ti, Stiles, necesito a mi mejor amigo en mi vida y si para eso hay que parar nuestro pequeño acuerdo de amigos con derecho a roce, que asi sea.

Noto una especie de punzada en el estómago cuando dice lo de mejor amigo, pero no debería haber esperado otra cosa teniendo en cuenta que he sido yo el que le ha pedido recuperar nuestra antigua amistad.

-Entonces, ¿amigos? -le pregunto.

-No -me sonríe. -Mejores amigos.

Media hora después, que utilizamos para ponernos al día de todo lo que nos ha pasado mientras no nos hablábamos, la puerta del aula se abre y los dos alzamos la vista para ver a Kira, Scott, Isaac y Allison observándonos con una sonrisa.