Seal it with a kiss || Stydia

15. No salís de ahí

Stiles' POV

Salgo de mi casa por la mañana para meterme en el Jeep y arrancar hacia el instituto.

Sé que he soñado con Lydia, pero no recuerdo exactamente el qué, aunque estoy bastante seguro de que era algo malo. Supongo que es porque estoy pensando en ella en estos momentos, aunque también podría ser por la costumbre, pero de repente me doy cuenta de que estoy entrando en su calle como si fuera a recogerla.

Dudo un momento sobre si debería parar o seguir mi camino, hasta que decido aparcar ante su casa. Bajo del coche para llamar a su puerta cuando sale su madre arreglada para ir a trabajar. Al verla me doy cuenta del tiempo que hace que no habíamos coincidido y recuerdo las quejas de Lydia sobre su madre y el poco tiempo que pasa en casa.

-Hola, Stiles -me saluda.

-Hola -respondo con una pequeña sonrisa de cortesía.

-Lydia ha salido hacia el instituto hace un rato -me mira de arriba a abajo. -Pensaba que vosotros siempre ibais juntos.

-Yo también lo pensaba.

Pero la madre de Lydia ya se ha alejado hacia su coche, así que no cuento con que me haya oído. Resignado, me meto en el Jeep y sigo mi camino. La verdad es que esperaba que Lydia estuviera en casa para poder llevarla a clase como si nada hubiera cambiado estos últimos días.

En cuanto llego, me meto en el edificio y busco a Scott y Isaac con la mirada, pero no los veo por ningún lado. Tenemos gimnasia a primera hora, así que ya estarán en los vestuarios.

Estoy dirigiéndome hacia allí cuando siento un golpe fuerte en mi hombro y unas manos me empujan contra las taquillas del pasillo. Cuando consigo enfocar la vista, me fijo en que la persona en cuestión es un chico de mi curso al que nunca le he caído bien. Ni yo ni nadie, porque tiene antecedentes de acoso hacia muchos de los alumnos del instituto. Creo recordar que se llama Kevin.

-¿Qué pasa, Stilinski? -me pregunta oprimiéndome el pecho con el antebrazo. -Parece que estás un poco perdido sin tu novia.

Le miro con cara de asco. Solo pretende asustar, aunque conmigo no lo consigue. Sin embargo, me está haciendo daño, así que reúno todas mis fuerzas para apartarlo de un empujón.

Algunas personas que pasan por el pasillo nos miran pero no dicen nada ni intervienen, pues nadie querría encarar a alguien como él. Y lo entiendo.

-Deberías replantearte lo de intimidar a la gente -le digo, bastante más seguro de mí mismo de lo que debería estar. -Llega un punto en que tu faceta de alumno rebelde ya no funciona.

Kevin suelta una risotada y me agarra con fuerza del brazo. Se acerca hacia mí, acorralándome de nuevo contra las taquillas. Puedo ver la rabia en sus ojos.

-Yo de ti no iría tan confiado -me amenaza. -Por lo que se ve ya has perdido a tu amiguita Martin -añade mirando hacia los lados, como para dejarme claro que Lydia no está conmigo, -parece que todas las mujeres te abandonan. Primero tu madre y ahora tu novia. Deberías hacértelo mirar.

Cuando menciona a mi madre, noto cómo mi corazón se acelera y no puedo evitar esconder mi expresión de dolor. Kevin se da cuenta, porque en seguida empieza a reírse y yo tengo que hacer un esfuerzo para que al menos las lágrimas no me ridiculicen más de lo que ya estoy.

-¡Suéltale! -una voz que conozco muy bien grita detrás de él y mi corazón da un pequeño vuelco. Lydia.

El chico se gira un poco para mirar a Lydia, pero ella en seguida le pega con el bolso, consiguiendo que Kevin se aparte un poco y me suelte, desconcertado. Noto cómo la circulación me vuelve al brazo.