I'm Not Okay::muke

21.

No entendía, necesitaba que alguien me explicara paso a paso lo que tenía que hacer. Que me dieran un manual para levantarme, vestirme y seguir como si nada.

La duda me comía entero, eso sí lo sabía. Pero lo que realmente me mataba no era la respuesta de si Dallas estaba vivo o no; lo que me mataba era el qué iba a pasar después, independientemente del resultado.

Si Michael se había confundido, ¿como seguiríamos con nuestra amistad después de verlo completamente destrozado? Con sólo ver su rostro, el cariño y la energía que sentía al ver a Dallas había regresado. Y yo comenzaría a creer que Michael accedió a quererme porque sabía que no había forma de que Dallas regresara. Y ahora que lo hizo, todo cambiaba.

Si Michael estaba en lo correcto, ¿que procedía en estos casos? ¿Que se hace cuando de la nada se vuelve a comenzar todo desde cero? ¿Cuando el proceso de curación valió una mierda y estamos otra vez con las heridas expuestas? Si ya estamos en el comienzo sólo se me ocurren dos cosas, la primera es rendirse, pues todo el avance fue en vano y nos encontramos aquí otra vez, yo con miedo de perdonar y él con temor a olvidarlo.
La segunda es continuar, pero no creo ser capaz de volver a hacerlo todo de la misma forma. Si tuviera que elegir, lo elegiría de nuevo. Pero está vez todo lo haría distinto, como dos desconocidos que se conocen poco a poquito. No le dejaría empujarme en el lago ni confundirme, ni que me toque las piernas jugando verdad o reto. Rechazaría aquel primer cigarrillo y no escaparía con él hasta después de mucho tiempo. No dejaría que me hablara de su película favorita ni de Green Day ni de nada que me gustara a mi también. Me quedaría distante y cada noche lo mandaría de regreso a su cama. Los días festivos regresaría a casa y cerraría la puerta trasera. Si he de conocerlo, lo haría con calma, lo haría de nuevo pero lo haría mejor. A ver si sin ser Dallas, podría llegar a amarme.

Estaba caminando sólo por hacerlo, con la esperanza de que mis pies ya se hayan adaptado a una rutina y que en dos minutos aparezca mágicamente, sin saber cómo lo hice, en mi habitación.

Si llegaba a tiempo May y Flynn a penas estarían entrando a la carretera y me quedarían dieciocho minutos de sobra para esconderme en el baño, hacer una barrera para que la puerta se mantenga cerrada, y comenzar a llorar. Si me lo proponía, incluso tendría tiempo de sobra para buscar entre las cosas de May a ver si con suerte tenía una botella nueva de alcohol. Estoy consciente de que el nuevo Luke iba a ser alguien limpio de sustancias tóxicas, pero el nuevo Luke regresó a ser el chico nuevo del Astex que necesitaba probar cosas extrañas para olvidar que no tenía amigos. Regresé a tener dieciséis y estar perdido en una habitación amarilla. Regresé a tener dieciséis con miedo a querer a alguien porque terminaría todo arruinándose.

Necesitaba una botella.

Camino en el pasillo previo a mi habitación y vuelvo a escuchar los escombros de la casa del árbol estallar contra el suelo. Y escucho los gritos de Michael, que ha descubierto que vivió en una mentira por tanto, tanto tiempo. Me dan escalofríos, quiero no solo meterme en la bañera, sino realmente llenarla con agua tibia y sumergirme sólo un poco, hasta que no escuche nada más que la presión del agua en mis oídos.

El nuevo Luke olvidó sus llaves dentro y aquí es donde el nuevo Luke definitivamente ya no es Luke, si no una nueva bomba. Una granada que he abierto con los dientes y que aún después de romperme la mandíbula no he sido capaz de tirar. Se queda ahí explotando frente a mi rostro y yo no puedo dejar de golpear la maldita puerta.
Siempre dejo una llave de repuesto pero Flynn se la ha llevado por si regresaba antes que May. Y May no ha dejado su llave porque, bueno, es su jodida llave. Yo soy el único inútil aquí que no ha podido hacer las cosas bien, que no encuentra a alguien que lo ame bien, que lo trate bien, que lo quiera bien.

Soy el que arruina todo, y de esta categoría Michael ha sido descalificado porque se justifica que arruine todo. Quiero decir, su maldito novio a vuelto de la muerte, divertido, ¿no? Dallas es un pase para que te perdonen todo porque estás roto.

Eso Michael nunca lo entendió ni se atrevió a preguntárselo, ¿y si yo también estaba roto después de todo? ¿Se me exime de la culpa o me convierte en una víctima en busca de atención?

Escuche una maleta caer y de ahí unos pasos apresurarse hacia la puerta. Poco después unas manos rodearon mi cintura y sentí algo presionarse contra mi espalda. Un rostro y unos brazos me apretaban fuerte.

Aquello me hizo despertar, observe mis manos con unas cuantas astillas, y luego la puerta que sólo había quedado un tanto desgarrada. Podría haberla roto con la cabeza, seguro que así sí abría.

—Shhh, Luke, está bien.

—¡No, no, no!— Grité exhausto, lo que me hizo colapsar en el piso con la cabeza recargada al pie de la puerta. Miraba todo de lado, se sentía como llorar en el piso del baño, imaginando que las lozas son algo cómodo para abrazar.

Flynn se acostó a mi lado mirándome a los ojos, las gafas se le desacomodan por la posición y puedo ver que sus ojos grisáceos están a penas llorosos mientras yo soy completamente lo contrario. Unas escaleras inundadas que por fin han colapsado.

—¿Me quieres? —Le pregunte algo agresivo, debo admitir. Pero no pensaba en nada más que el dolor en mis huesos.

—¿Qué? —Preguntó él desconcertado.

—¿Me quieres? —Le dije, y con cada palabra los sollozos me asfixiaban un poquito más.

—Luke, ¿qué sucede? Tienes que decirme que sucede.

—¿Me quieres o no? ¡Maldita sea Flynn!

—Luke, —Me lo dijo despacio, rozando a penas mi mejilla descubierta. —Necesitas sentarte y contarme qué pasa cont-

No estaba escuchando. La última persona que creí que me defraudaría no me estaba escuchando. Ahora no tenía a nadie, en verdad a nadie. Era el polvo de la alfombra y el frío de las lozas. El vacío de una botella y nada. Nada.

—¿Por qué nadie puede quererme? ¿Por qué, Flynn? ¿Cuándo van a quererme?

—Estarás bien, Luke.

Flynn me tomó la mano, y me convertí en el polvo, en el frío, en el vacío y en nada.