introducción

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Todos en la escuela conocían a Niall Horan por una razón en específico, era el mejor alumno de su generación además de que tenía un lindo rostro de ángel por el que muchas chicas suspiraban en los pasillos y muchos chicos usaban como excusa para insultarle o tratar de obligarle a hacer sus tareas.

La escuela también conocía a Zayn Malik pero no sólo por una, sino por varias razones en específico. Todas podrían resumirse en una sola cosa, era un chico problema. El típico muchacho que era capaz de ir a la oficina del director y decirle a la cara lo estúpida que era la escuela sin sentirse culpable o asustado de las consecuencias que tendría que afrontar después.

Lo que los demás no sabían, era que ellos dos guardaban un pequeño secreto que ni siquiera sabían que compartían.

[...]

—Entonces, la ecuación está correcta cuando la suma del número de oxidación de todos los elementos es igual a cero —explicó el rubio, un poco emocionado, porque cualquier cosa que tuviese relación con Química le emocionaba un poco, disfrutaba mucho de ese tipo de cosas, sobre todo porque las entendía a la perfección—, ¿me entendiste?

—Sí pero... ¿Cómo sé cuál es el número de oxidación? —preguntó el moreno apretando el lápiz entre su diestra, a diferencia de Niall Horan, Zayn Malik no era bueno en Química, en absoluto.

—Lo dice en la tabla periódica.

—Pero... hay unos de estos que tienen más de un número de oxidación.

—Es que depende de cuánto te falte para llegar a cero y depende del tipo de compuesto —Niall sonrió al ver la mueca de confusión del otro chico, se mordió el labio inferior por menos de dos segundos y procedió a hacer un pequeño ejercicio en la libreta del moreno con un lapicero azul en la zurda.

Malik se limitó a observar lo que su tutor estaba haciendo, sin tener la más mínima idea de cómo es que el rubio sabía qué número poner en cada letra. Definitivamente Química no era lo suyo y si a eso le aumentamos que a veces necesitaba de las matemáticas para resolver ciertas cosas, Zayn tenía ganas de darse un tiro cada que veía las tareas y los pocos apuntes que había tomado en clases. Le ponían tenso, en su mayoría porque todo resultaba tan difícil y tedioso.

—Primero defines los números de oxidación de elementos como el hidrógeno y el oxíge... ¡Oye, dámelos! —se quejó en el instante en que Zayn le quitó las gafas del rostro. ¿Quién se creía que era para hacer semejante cosa? Ni siquiera su mejor amigo Louis era así de grosero.

—¿Por qué usas lentes? —preguntó el moreno ignorando la orden del rubio y verificando qué tanto aumento tenían sus gafas. ¡Ese tipo estaba ciego!

—Tengo miopía, ¡dámelos! —Y era muy probable que Zayn no supiera lo que eso significaba. ¿La palabra miopía siquiera existía en su vocabulario? Niall suponía que no.

—¿Y por qué no usas lentes de contacto?

—¿De qué hablas?

—Pues... Me refiero, ahorita te estoy viendo a tí y a esos bonitos ojos azules que no sabía que te cargabas, en cambio cuando traes estos —le colocó las gafas de nuevo—, sólo estoy viendo tus lentes. Quizá podrías considerar anteojos con un armazón menos grueso.

Niall se quedó callado, sin saber qué decir en realidad. Malik le estaba observando detenidamente a los ojos, como si fuera lo mejor que tuviera que hacer en ese momento, cabe destacar que Zayn estaba demasiado cerca de su rostro y Niall no supo descifrar lo que la mirada marrón de éste quería decirle sin palabras propias, pero muy aparte de eso no sabía si tomarse el comentario anterior como un cumplido o como un insulto muy suave. De cualquier forma, Horan tenía que admitirlo, los ojos de Zayn eran demasiado bonitos. Eran de un color café muy interesante, había veces en que Niall los veía completamente cafés y otros en que parecían una combinación de café y color miel, y color verde, todo en una misma mezcla, bonita y encantadora. Una combinación que le resultaba fascinante e hipnotizante.

Todo era tan extraño pero a ninguno de los dos parecía importarle, estaban demasiado entretenidos observando cada una de las facciones del otro, como si los segundos no pasaran volando en el reloj y Niall sintió desmayarse al ver cómo Malik se le acercaba lentamente. Más específicamente al ver cómo sus labios se acercaban a los suyos, no es que no quisiera un beso pero en realidad no sabía qué hacer en tal situación tan extraña e incómoda. Quería ser tragado por la tierra y ya.

—¡Te-te veré mañana, adiós! —exclamó el menor asustado, tomando sus cosas y metiéndolas sin cuidado alguno dentro de su mochila, huyendo de la biblioteca de a como pudo, sin darse cuenta que había tomado la libreta de Química del moreno al salir tan rápido, como si le hubieran dado el mayor susto de su vida. Como si estuviera siendo perseguido por el villano de una de esas películas de terror que veía a escondidas de su madre los viernes por la noche.

Horan no sabía las intenciones de Zayn para consigo y en realidad tenía miedo de averiguarlas. Zayn ya tenía una reputación muy criticada por muchos y muy respetada por otros, lo último que quería era verse involucrado con él en un ámbito ajeno al escolar. No quería ser considerado un chico problema también, porque no lo era. Era todo lo contrario a él en todos los sentidos y si se le acercaba sólo era porque se vio obligado a darle asesorías de Química a petición de su profesor favorito.

—¡Mañana a la misma hora, Horan! —escuchó de parte de Zayn a lo lejos. Niall estaba que quería morir, sus mejillas enrojecidas y su corazón palpitando a más no poder le jodían demasiado, ya que él mismo sabía que era una señal del insólito interés que tenía por lo que había ocurrido hace poco, pero no, no podía involucrarse mucho con eso. No le convenía, o al menos sus padres pensarían en eso y sus padres ya eran un dolor en el trasero cuando se lo proponían bien.

one last time [ziall] {EN EDICIÓN}Where stories live. Discover now