Mejores Amigas- Evie y Mal 2 |Terminada|

Quiero vivir acá

Majo se despertó y se alistó para ir a ver a sus amigos que saldrían del quirófano.
Rayos, ahora a ella también "Quirófano" le parece una palabra chistosa.
- Voy a ir a estudiar con Santiago - se despidió Melissa saliendo de la habitación muy arreglada, era obvio que iba a "estudiar".
- ¿No tiene clases? - preguntó Mafe guardando sus cosas rápidamente en su mochila, al parecer ya era tarde.
- Sí, pero estudiará primero con Santiago y luego pasarán a su salón de clase - Majo notó que Mafe recibió un mensaje en su celular pero lo rechazó - ¿Quién era? - preguntó curiosamente, Mafe no solía rechazar mensajes.
- No importa - Mafe hizo una mueca. Al instante Majo supo que se trataba de Elías. Todos los días se la pasa con Valeria el muy descarado, ¿Cómo era capaz de haber besado a Mafe y haberla agarrado de la mano y luego haber invitado a Valeria al baile?.
Solo al testarudo de Elias se le ocurría, pero si volvía a romper el corazón de Mafe, Majo se encargaría de romperle la cara.
- ¿Elias? - preguntó Majo, pudo notar la incomodidad de Mafe en su rostro, empezó a guardar sus libros en su mochila más rápido.
- ¿Quién dice que me preocupa el tarado jugador del equipo de Tourney? - preguntó Mafe y ya tenía su mochila lista. - Me voy, iré a hacer que Elias se arrepienta de no haberme pedido ir al baile con el -
Majo se quedó sola en su cuarto, hasta que Naomi golpeó su puerta.
- Hola Majo, necesito tu ayuda - fue el saludo de Naomi al ver a Majo.
"Arréglame mas" era la frase que le repetía a Majo una y otra vez.
Majo entendió que Naomi y Jay Jr. tendrían una cita.
Alisto rápidamente a Naomi y salió al hospital.

***
Otro día más en el castillo de Ben y Mal.
Lonnie se estaba acostumbrando a estar ahí.
Veía a su hija todos los días, veía a sus amigos, y eso le gustaba.
Ya no se sentía tan sola como en su castillo.
Chad le insistía que volvieran a casa, ella rogaba que se quedaran un día más.
Ella quería vivir ahí.
Y si lo hacía, le pediría permiso a Ben y a Mal para que Natalia se mudara al castillo.
Pero no era posible, tenía que volver a casa.
Extrañaba esos momentos en la preparatoria, lo recordaba cómo si hubiera sido ayer.
Miró un collar que tenía, era uno de cristal con la carroza de Cenicienta, su hija Natalia tenía uno igual, la mismísima Cenicienta les había regalado los collares.
Lonnie se dirigió al comedor a desayunar, Chad ya estaba ahí hablando con Ben.
- Buenos días - se sentó Lonnie al
lado de Evie y Mal. Los chicos estaban al otro lado de la mesa hablando de ¿¡Zapatos!?, bueno, eso no importaba.
- Buenos días - contestaron Evie y Mal. Al rato llegaron Audrey y Jay, Audrey se sentó en el lado de la mesa donde estaban las chicas, Jay Miró la mesa, miró a Evie y a Mal y se fue.
Evie y Mal entendieron que él estaba ofendido porque ellas lo acusaron de un robo.
Audrey contó que ella lo había regañado, cosa que lo puso furioso.
Los chicos seguían hablando, pero ahora hablaban de ... ¿¡Nutella!?.
Bueno, eso no importaba.
Lonnie estaba perdida en su mundo, no escuchaba lo que le decían sus amigas, ella solo quería vivir en el castillo de Ben y Mal y estar con sus amigos.
- ¿Lonnie? ¿Me estás escuchando? - preguntó Audrey chasqueando los dedos en frente suyo.
- No, lo siento - a Lonnie se le salió una lagrima, seguía siendo muy sensible.
Los chicos se dieron cuenta y todo el comedor se quedó en silencio observándola.
- ¿Qué pasa? - preguntó Chad con cara de confusión.
- No quiero ser una Reina - ese comentario ofendió a Chad, todos se asombraron. ¿Quién rechazaba ser reina en un castillo como el de Cenicienta?.
- ¿Qué te pasa? - preguntó Chad algo enfadado.
- Chad -dijo Lonnie y tomó aire, todos la seguían mirando - extraño Arcadia, extraño a nuestros amigos, extraño a nuestra hija -
- Por eso tenemos vacaciones Lonnie - la paciencia de Chad se estaba agotando.
- Quiero vivir aquí, en el castillo de Ben y Mal - todos abrieron los ojos como nunca, Lonnie se había formado de valor para decirle a Chad lo que quería.