Capítulo 25: Montaña

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Narrador

—aquí venía yo cuándo era pequeño, me gusta admirar el paisaje— argumentó Francisco mientras explicaba alguna que otra travesura que hacía de pequeño.  Ya que solía ser travieso y divertido.

Aurora atenta a lo que le decía su novio, admiraba el paisaje mientras escuchaba las macabras aventuras de Francisco. Ambos se sentían más que bien en la montaña, no hace mucho planearon ir a admirar y apreciar los hermosos paisajes que le ofrecía la esta. De repente el cielo comenzó a nublarse de forma desagradable, ambos tenían muchas cosas planeadas y por culpa de la lluvia tienen que suspenderlo. La lluvia se hacía cada vez más fuerte y ruidosa, los truenos eran fuertes.

Una señora, que  caminaba algo apurada vio a Francisco y Aurora algo perdidos y desorientados.

—hola jovencitos,  ¿puedo ayudaros? —sonrió amablemente la señora. Aurora sonrió y habló.

—buenas tardes señora, de hecho estamos algo perdidos — dijo Aurora haciendo una pequeña mueca.

—si queréis podéis entrar a mi casa, es caliente y os puedo servir un poco de té caliente— ofreció humildemente la señora. Ambos asintieron.

2 horas más tarde...

—así que te llamas Francisco Lachowski ... Interesante, ¿de dónde eres?—cuestionó la señora.

—nací en el Estado de Paraná (Brasil.) Ósea soy Brasileño —explicó.

—¿y tu Aurora,Ambos  sois hermanos? —señaló la señora. Francisco sonrió  y acarició la mano de Aurora.

—no señora. Ella es mi novia

—ambos estamos comprometidos con un largo destino.— sonrió Aurora.

La señora miró a Aurora y la estudió con la mirada. A pesar de tener 22 años parecía de mas joven edad.

—oh, lo siento... Realmente hacen buena pareja. —dijo la señora.

Después de hablar y conocerse mejor. La señora decidió  dejar dormir a Aurora y Francisco en la habitación de invitados. Ambos acomodaron las cosas y se acoplaron en el mismo espacio. Francisco es alto y en la estrecha cama, carece de espacio.

— creo que estamos muy apretados —río Aurora al sentir el miembro de Francisco demasiado cerca de su vientre.

—lo sé... Pero mira el lado bueno...Cuánto mas estrecho mejor...—Francisco acarició el glúteo de su novia y lo apretó. Aurora sonrió.
—Francisco porfavor...estamos en casa ajena, debes ser consciente de ello. —acarició Aurora la mejilla de este.

—y que importa... Lo hemos hecho en todas partes.  En el baño, en el restaurante, en el coche, en el cuarto de lavadora... — besó su cuello.

Esta seria una larga noche.

{Prohibido ella es mía}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora