{Prohibido ella es mía}

Capítulo 7: Te amo

En el hotel...

Narra Aurora:

-¿no ves que me haces daño?¿Porqué te alejas de mi? ¿Crees que por culpa de tu hermana tu y yo debemos romper nuestra relación?- me miró serio mientras su mano acariciaba mi melena.

Tal vez tenga razón...

-mi hermana se va a casar contigo, tus padres y los míos están de acuerdo ¿Cómo crees que tu y yo podemos estar juntos?-sollozé.

-Porque tu y yo nos amamos- me abrazó. -Aurora por favor casate conmigo- su voz se quebró.

Mi corazón estalló al escuchar eso...
Él realmente me ama...

-Francisco mi amor, yo tengo 18 en mi família no está permitido - dije decepcionada.

-luchemos por nuestro amor- besó mi frente.

-no sé si podamos...- dije al borde de llorar

-Aurora, te necesito, literalmente me estoy muriendo-susurró en mi oido provocando que mi piel se erizara y que una inesperada corriente eléctrica recorriera mi columna.
Mi corazón cayó, al oir su ronca voz explicándole esas duras palabras, sin previo aviso sentí sus labios en los míos.

¿Qué está haciendo?

Intenté separarme de él, pero sin embargo me apretó e eso hizo que me sintiera débil, lo malo de todo esto, es que me gusta... Ambos nos sumergimos en un intenso beso, haciendo que mi cabeza se bloquee e no pueda pensar con claridad, ahora no existía nada más que nosotros.

Su lengua jugaba con la mía, explorandola por completo, se separó de mi e me cargó hasta guirme a la cama.
Un pequeño gemido salió de mi, al sentir su lengua en mi cuello, mientras que su mano acariciaba mi muslo. La excitación nos invadía a ambos, nuestros aparatos reproductores (miembros) rozaban ligeramente.

Dios mío...

Su ágil mano logró entrar dentro de mi sudadera e poder rozar mi piel con la suya, un sin fín de emociones es lo que estoy sintiendo en este momento.

Espera...No,esto no es correcto

-Francisco para-dije antes de soltar un jadeo. -¿Que sucede?-preguntó mirandome a los ojos con una pequeña sonrisa. -debemos parar-insistí.

-¿Por qué mi amor?- preguntó.

-me siento cómo una amante acostándose con un hombre casado- hablé.
Él rió.

-pero tu no eres mi amante, tu eres my mujer, mi pequeña princesa...- dicho esto siguió besando mi cuello

***

Siguió besando mi cuello mientras su miembro entraba en mi lentamente, haciendome gemir, mi piel se erizaba cada dos por tres al santir su tacto en mi piel. Beso mis labios con dificultad ya que iba cada vez más rapido.

-ya casi llego-gimoteó.

-yo también- gemí e me aferré a su espalda, apretando bien esta con la yema de mis dedos.

-te amo mi amor- dije

-yo también princesa.

Después de llegar a nuestros límites me besó e me abrazó. Nos miramos continuamente. Mis ganas de llorar eran cada vez más presentes.

-¿por qué quieres llorar?-acarició mi mejilla.

-porque tengo miedo. -miedo...¿De qué? - me miró serio.

-de perderte...