Esperame... que iré por ti.

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Natsu Pov:

-¿enserio hermano? ¿¡no me estas mintiendo!?

-claro que no Meredy- le sonreí y ella empezó a saltar de la felicidad con una hermosa sonrisa.

-¡seré tía, no me lo creo! ¡bien bien bien!

-lo sé... a mi esto también me hace el hombre más feliz del mundo.

-¿y cuando piensas ir por ella?

-bueno... fui a comprar los pasajes y...- me entró una depresión que hizo que me tirara al suelo en posición fetal.

-¿y?

-la señorita me dijo que no tendrán pasajes hacia España dentro de 2 días...

-hay hermano... justo cuando decides ir a buscarla te pasa esto...- de pronto tocaron el timbre cosa que hizo que a Meredy le apareciera otra sonrisa- ¡debe ser él!

-¿él? ¿quien él? ¿de quien me estas hablando Meredy?

-de Lyon, hoy tenemos planeado salir a una cita- fue a abrir la puerta. Con que con Lyon ¿ehhh?- hola Lyon, pasa pasa.

-Hola Meredy... con permiso- entró y lo miré de forma asesina...¿debo cuidar a mi hermana menor no?-h-hola...

-Hola Lyon...

-bueno Natsu ya nos vamos- ella lo agarró del brazo y se estaban yendo... pero tenía que hacer algo antes de todo esto.

-hey Lyon- volteó a veme temeroso.

-¿s-si Natsu?

-cuida de mi hermana ¿si? no le hagas daño ni la hagas sufrir ¿si?

-claro, es una promesa- Meredy sonrió y corrió hacia mí para darme un besó en la mejilla.

-te amo hermano- y se fue con Lyon. Solo espero que ella sea feliz con él.

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-oye Gajeel...- la pequeña chica tenía vergüenza... se encontraban en la casa de su novio y él desde hace mucho le llevaba pidiendo que tuvieran...ya saben, y ella siempre lo rechazaba. Pero ya era hora de intentarlo ¿no?

-dme enana...- fue callado por un tierno pero apasionante beso- ¿p-por que hiciste eso? 

-por que yo... a mi.. me gustaría que... ya sabes...

-después de que te lo haya pedido tantas veces ¿ahora de la nada se te da por querer hacerlo conmigo?

.e- es que yo...¡-no estaba listo ¿ok?!- Gajeel, tomó su delicada mandíbula y la miró.

-¿estás segura?

--si...

Y todo comenzó con un beso... un suave y tierno beso que hizo que los dos se unieran y transmitieran sus sentimientos. Él le proporcionaba caricias que hacían suspirar a la chica ante su contacto y ella delicados roces con las manos que lo hacían estremecerse. Sus cuepos lentamente empezaron a calentarse haciendo que su ropa terminar desparramada por los suelos y sólo quedarán como llegaron al mundo.

-¿esas lista levy?

-c-claro... si es contigo no tengo porque temer- poco a poco él se fue adentrando al interior de la chica, causando nuevas sensaciones y espasmos de placer en ella... cosa que nunca en su vida había sentido, cosa que él anhelaba hacer. Cuando llegaron al momento del clímax, ambos respiraba dificultosamente del cansancio y el frágil cuerpo de la chica empezaba a temblar del frío, él en un adorable gesto la tapó con las sábanas de la cama en la que se encontraban y le dio un beso en la frente.

Del odio al amor hay un solo paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora