Capítulo:1 Jane Eyre

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- Lo siento, no me di cuenta antes. Ahora lo quito y pones tú el tuyo - dijo amablemente refiriéndose a su coche.

- Gracias - le dije. Muy bien, Katy. Mi subconsciente me felicitó una vez más por mi fluidez a la hora de hablar con un chico. Seguro que ahora piensa que eres una tonta.

El chico alejó su coche despidiéndose de mí con otra sonrisa y mientras le miraba sentí mi respiración acelerándose. Definitivamente fue la sonrisa más bonita que había visto. Bajé del coche pensando en lo que acaba de ocurrir y como todavía faltaba casi media hora hasta que empezara la nueva clase me dirigí a mi lugar favorito que no era otro que la biblioteca de la facultad.

Me encantaba estar en la biblioteca. Siempre iba allí a refugiarme. Los libros son mi debilidad y me transmiten tranquilidad. Entré en la biblioteca y me senté en el sitio de siempre. A cabo de unos minutos me di cuenta de que no había cogido ningún libro para leer y sonreí conmigo misma. Lo ocurrido con el chico perfecto me había dejado bastante desconcentrada. Me levanté y me dirigí al pasillo con los libros de la literatura inglesa. Escogí mi libro favorito y pretendía regresar a mi asiento para leerlo pero me detuve detrás de la estantería al darme cuenta de que acababa de entrar el chico perfecto. No sé por qué pero en vez de salir y seguir comportándome de una manera normal me quedé escondida espiándolo.

Primero saludó a la chica de la biblioteca y después le paso un papel. Imagino que tendría allí escrito lo que necesitaba porque al entregárselo la chica empezó a buscar en su ordenador, le dijo algo y él le dio las gracias. Era tan irreal, tan guapo que no podía apartar mis ojos de él. Su presencia dominaba todo el espacio. De repente me di cuenta de que se dirigía hacia donde yo estaba. -Por favor que el libro que busca no esté en este pasillo- pensé. Pero no. Debía estar en el mismo pasillo, debía estar justo donde yo estaba. Cogí mi libro y disimulé que estaba leyendo para que no sospechara que lo espiaba. Sentí como el pulso se me aceleraba mientras él giraba para el pasillo donde yo estaba. Lancé mis ojos del libro y le miré por unos segundos. Nuestros ojos coincidieron y eso bastó para hacerme sonrojar otra vez. Él, al verme, tomó una expresión indescifrable, algo entre sorpresa y alegría. Pensé que no se acordaría de mí pero me equivoqué. Se acercó sonriendo y empezó a hablarme. Su voz sonaba como un ángel cantando en mi cabeza. ¿Qué me pasaba con este hombre?

- ¿Has podido aparcar bien? Lo digo porque te vi bastante angustiada.

- Si, gracias. Es que llevaba un buen rato buscando y ya me había decepcionado. - Por fin. Pude formar una frase entera. De repente me sentí muy orgullosa de mi misma. Él sonrió otra vez y señalando el libro que cogía con sus ojos me pregunto:

- ¿Qué estás leyendo?

- ¨Jane Eyre¨ -Le contesté-Es mi libro favorito.

Al decirle eso incliné mi cabeza y miré el suelo. No sé por qué pero mirarlo directamente a los ojos me intimidaba muchísimo. ¿Sería porque era tan guapo? No lo sé, de verdad. Lo único que sé es que me hacía sentir más incómodamente que cualquier otro hombre. Generaba en mi interior sentimientos que nunca antes había experimentado. Por otro lado, aunque me sintiera así no quería que se fuera. Quería seguir hablando con él. Contándole todo sobre mí. Como lo de mi libro favorito. Su respuesta rompió el hilo de mis pensamientos y me regresó a la realidad.

- Así que amante de las novelas de BBC. Muy interesante.

Yo solo sonreí sin poder decir nada. No sabía qué decir pero no quería que nuestra conversación terminara así que de repente dije lo primero que se me ocurrió:

- ¿Y a ti?

- ¿Y a mí qué?

-Quiero decir: ¿te gustan las novelas, la literatura clásica?- dije con casi un hilo de voz.

Sin ti siempre es de nocheWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu