Capítulo: 10 La luna

103 14 0
                                    


En el majestuoso conjunto de la creación, nada hay que me conmueva tan hondamente, que acaricie mi espíritu y dé vuelo desusado a mi fantasía como la luz apacible y desmayada de la luna.

Gustavo Adolfo Bécquer

El día siguiente tocaba trabajar. Me desperté a regañadientes y antes de entrar en mi coche lo cual tenía aparcado debajo de mi piso busqué por el pobre gatito de la noche anterior pero ni rastro de él.

Llegué al trabajo y después de preparar mi café apareció Laura.

- Hola, guapa, buenos días - me saludó con una sonrisa.

Era una chica muy simpática y dulce. Lo llevábamos muy bien y a veces salíamos después del trabajo a por alguna copa. Me gustaba su compañía porque era muy inteligente y sabía mucho sobre literatura. Era mayor que yo y llevaba mucho tiempo trabajando en la librería así que sabía todo lo que pasaba allí dentro. A veces me contaba cotilleos sobre otros empleados y cosas relacionadas con nuestros jefes.

- ¡Hola, Laura! ¿Cómo te va?

- Pues, no me quejo, nena. Todo como lo sabías. Oye, Katy, una cosa. No se lo digas a nadie pero el otro día llamaron aquí desde la oficina central de la empresa. Jorge no estaba y cogí yo el teléfono. Me preguntaron un montón de cosas sobre ti. ¿Has hecho algo, chica?

Yo me quedé perpleja. ¿Cómo que preguntaban por mí?

- Pues no, Laura. Que yo sepa, no. ¿Qué preguntaron exactamente?

- Casi todo. Si eres una buena empleada, si sabes mucho de libros, si eres puntual, como tratas a los clientes. Todo.

- No lo entiendo, Laura.

- Yo tampoco, nena. Espero que no sea nada.

- Yo también. Gracias por decírmelo

- De nada, Katy. Cualquier cosa aquí me tienes.

Pasé el resto de mi turno intentando averiguar el porqué de dicha llamada pero no pude pensar en nada que hubiera podido haber hecho a mis superiores dudar sobre mi capacidad en cuanto al trabajo. Cuando mi horario acabo me encontré con Néstor. Habíamos quedado en la plaza central de la ciudad para ponernos al tanto. Últimamente su relación con Sofía había regresado a la normalidad pero incluso así no los veíamos tan frecuentemente como antes. Fuimos a un bar tranquilo y pedimos un par de cervezas. Yo con limón y él normal.

- ¿Qué me cuentas, Néstor? ¿Cómo va todo?

- Pues, la verdad es que te tengo que contarte algo.

- ¿Qué pasa, tío? ¿Debería preocuparme?

- No, no, para nada. Es que he conocido a una chica y llevamos un mes saliendo. Es muy maja y muy hermosa. Me gustaría que la conocieras.

- ¿De verdad? Me alegro muchísimo por ti. - dije un poco decepcionada. - ¿y Sofía?

La última pregunta salió de mi boca sin pensar. No sé por qué le había dicho eso. Él se puso tenso como si no supiera qué contestarme.

- Perdona, Néstor. No debería Habértelo preguntado. No sé en qué pensaba. Te pido perdón.

- No, no, Katy, no pasa nada. Estoy enamorado de Sofía y creo siempre lo estaré pero no puedo esperarla toda una vida entera. Ella tiene novio y desde que dormimos juntos me ha quedado más que claro que nunca me verá como algo más que un buen amigo.

- Tienes razón. Tienes que seguir adelante. Bueno, dime. ¿Cómo es tu chica?

Empezó a hablarme sobre ella muy entusiasmado. Mientras le escuchaba me sentía feliz por él. Se merecía una relación con una chica buena pero a la vez tenía un sabor amargo porque en mi interior esperaba que al final él y mi amiga acabaran juntos.

Cuando llegué a casa era ya muy tarde. Sofía estaba viendo la tele.

- Hola- le dije quitando mis zapatos.

- Hola, Katy. ¿Dónde estabas hasta tan tarde?

- Había quedado con Néstor.

- Hmm- dijo ella mostrando interferencia pero yo le conocía muy bien para que me engañara.

Le interesaba y mucho.

- Parece que tiene novia.

Ella bajo el volumen del televisor y giró para mirarme.

- ¿Cómo que tiene novia? - preguntó con una cara que mostraba incredulidad.

- Si, una chica muy maja por lo que me ha dicho.

-¿A si? ¿Y cómo es?

- Pues no la he visto pero Néstor dice que es muy guapa.

- ¿Y qué más sabemos de ella?

- Estudia pedagogía y la conoció hace un mes.

- ¿Cómo se llama?

- Adriana

- ¿Cuántos años tiene?

- Veinte

- ¿Cómo se conocieron?

- A ver, Sofía. ¿Qué coño te pasa? ¿A qué vienen todas esas preguntas?

- Nada. ¿Qué me va a pasar? Solo pregunto. Néstor es nuestro amigo.

- Claro...¨amigo¨...un amigo que estaba enamorado de ti y con el cual has dormido. ¿A caso estarás celosa?

- ¿Qué dices, tía? Celosa ¿yo? Para nada.

- Sofía, ¡mírame! ¿Estás segura?

- La vedad que no lo sé, Katy. No sé qué me pasa. Estoy muy confundida. No sé qué siento, no sé qué quiero y si estoy celosa.

- ¿Y qué pasa con Héctor?

- No lo sé. Hace mucho que nuestra relación no es lo que era.

- Joder Sofía. No sé qué decirte. Ojalá pudiera ayudarte pero eres tú la que tiene que elegir pero ten en cuenta que Néstor ha sufrido bastante por ti y ahora parece feliz. No le digas nada si no estás a cien por cien segura de tus sentimientos.

- Gracias, Katy. Yo tampoco quiero lastimarlo.

A deferencia de la de mi amiga mi vida amorosa pasaba su mejor época. Con Ben lo llevábamos muy bien y me sentía más enamorada que nunca. Antes de dormir me acerqué a mi ventana y mirando al cielo todos los problemas me parecieron insignificantes en comparación con el universo. Quité el móvil de mi bolsillo y le envié un mensaje de buenas noches a Ben.

Kate

Que la luna jugadora de esta noche ilumine tu camino para puedas llegar hasta mis sueños. Buenas noches.

Ben

No me gustan las noches, Kate. La oscuridad me da miedo pero desde que te conocí no ha vuelto a anochecer para mí. Iluminas toda mi vida con tu esplendida luz. No me dejes nunca. Sin ti siempre es de noche. Una noche sin luna y sin estrellas.

Prometí no dejar nunca a aquel hombre que tanto miedo tenía en perderme y que acaba de llamarme su luz y quitando todas las preocupaciones de mi mente me quedé dormida esperando que nos encontráramos en mis sueños.


En este capítulo empieza a tener sentido el título de la historia y es uno de mis favoritos porque se ve el lado romántico de Ben! Gracias por leer y espero viestros comentarios!






Sin ti siempre es de nocheWhere stories live. Discover now