Capitulo 14

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Estábamos de repente en el camerino donde golpeaban insoportablemente la puerta que yacía con llave. En ese momento acaricie sus curvas quizás con mayores ganas, y deseos que anteriores veces. Mis manos acariciaban su figura como si jamás la vería otra vez, mis dedos recorrieron la fina y delgada tela de sus bragas. Mis pantalones son abiertos por sus dedos expertos, sus manos me acarician la erección hasta que suelto gemidos placenteros. Nos entregamos una vez más, la tomo sin cuidado, sin prestar atención a los golpes de la puerta, mi mente se nubla , me colma de sensaciones únicas que ella misma provoca. Mis labios están acoplados a los suyos, estamos besándonos de una manera calurosa, donde el aire hace falta y la respiración se acelera, siento esa oleada de placer llenarme por completo cada centímetro de mi cuerpo. Pierdo el control una vez más, la tomo de las caderas moviendo mi pelvis con la mayor fuerza e intensidad, que oigo mi nombre salir de sus labios. Ambos soltamos jadeos y nos deshacemos entre gemidos. Esta vez me entrego al juego, la tomo tantas veces como fuertes hasta quedarnos exhaustos abrazados el uno al otro. Nuestras respiraciones están totalmente aceleradas así como nuestros latidos. No se qué paso allí afuera pero siento que ya no golpean la puerta, algo extraño siento que sucederá aunque no estoy muy seguro que eso suceda en este instante.

Suspiro asimilando las cosas, volviendo al pensamiento del trabajo que lleva Alisha. Esto no es normal, es decir una bailarina erótica, es decir que mierda. No podría aceptar el hecho que miles de hombres la observen como un objeto, el pensar el cómo babean por ella, jamás pensé que todo esto acontecería. Dándole vueltas al asunto, todo concuerda " Trabajo, Starbucks, café, una noche bajo el cielo de estrellas" Pase incontables noches a su lado, compartiendo, viviendo el segundo.

-BILL!! BILL!!! ¿Me escuchas?-

Me saca de mis pensamientos aquella suave y seductora voz, me estremezco al oírla no sé porque siento que esto no podría funcionar en un futuro. Ella parece algo alterada cuando me mira de esa manera, noto miedo en esos ojos.

-Tienes que irte de aquí, Bill! Por favor vete!-

Exige mirándome fijamente, no sé si son lagrimas por algo verdadero, o quizás lagrimas de desesperación y miedo. Veo su rostro acariciando su mejilla con suavidad, esto es lo que no esperaba que pasara, me rehúso a vivir así, así que fingidamente le sonrío, sé que esto no sienta bien que todo se irá al demonio otra vez, aunque el que lo intentara voy a hacer yo, no ella.

Ella me mira con esa fuerte intensidad que tienen sus ojos, me transmiten ese amor incontrolable que tanto detesto en estos momentos, de repente siento que no podría abandonarla, no quiero dejarla, no quiero ser, ni soy capaz a terminar esto.

Suspiro mirándola a los ojos, siento que esto me llevara a la perdición, con esos labios carmín que me provocan besarlos, sin miedo de volver a caer en el amor.

Entrelazo nuestras manos, se que jamás encontrare a una chica similar y con estas características, ella me hace sentir como que vuelo. El aprecio se ha incrementado un poco mas desde que supe la verdadera razón por la que me había dejado. Aquella noticia me era poco agradable, ella no era cualquier chica, su trabajo me hacia cuestionar que hacer, porque, de repente tenia tales pensamientos como sacarla de este lugar, no me era posible asimilar las consecuencias, no podría soportar el hecho que bailase frente a toda clase de hombres e insinuarles cosas prohibidas con aquellos bailes sensuales. Odio esto en este instante. Golpeo el puño en la pared, ella se sorprende repentinamente y se aleja de mi ,se vuelve a colocar sus prendas nuevamente. Un frio helado me recorre lentamente mi cuerpo, siento que esto no está bien, pienso que esto es una locura. Tiro de mi cabello en señal de desespero, debería irme, pero creo que volveré a buscarle, no soy capaz de dejar las cosas como están, ni dejarle en esta mierda de sitio. Sé que habrá una solución, que esto no es una tontería ni un simple capricho. Suspiro hondo y la veo, esta arreglándose el cabello, nunca la he visto tan seria como está ahora.

Aun sé que hay algo mas detrás de esa mirada misteriosa, sé que hay mas detrás de este sitio que me da escalofríos el solo pensar que ella esta, y permanece aquí.

-Vete B-Bill- Vete!-

Me exige nuevamente mientras la observo con la mirada, su ardiente cuerpo me hace perderme en el deseo. Me acerco hasta ella, acaricio su mejilla con delicadeza mientras la miraba con algo más de picardía.

- Bill, vamos, tienes que irte. Ven, conozco una salida-

Me dice, automáticamente me lleva con ella de la mano, me jala hacia un pasillo algo oscuro donde luces tenues alumbran apenas el sitio. Pero no quiero dejarla, no aquí, en este lugar donde abundan hombres queriendo poseerla, queriendo ese cuerpo tan sensual, tan tentador.

Me está llevando hacia la salida, mis manos se juntan con las de ella, me promete que saldrá de este lugar, pero no le creo, se que estará aquí y eso es algo difícil de ignorar.

Me sentí atacado con un fuerte sentimiento, tal vez de odio o celos, sin dudas todo esto me estaba afectando de gran manera y no era una un capricho. Suspiro hondo pensando sobre todo, poniéndome en su lugar definitivamente. Si el problema era el dinero podría solucionarlo, a menos que lo haga por solo puto placer.

Maldije entre mis pensamientos, alejándome de ese sitio, tan solo me da escalofríos el pensar sobre el tema.

Siento que mi corazón es una jungla, sé que no podría decirle adiós, tal vez estoy en el sitio de alguien pero no importa porque sé que estaré bien.



Rojo CarmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora