Capítulo 10

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Ella me mira, noto sus lágrimas. Están conteniéndose aquellos hermosos ojos almendrados color café.


Busca las palabras correctas para decirme o eso parece.
De tantas preguntas sin respuestas que me salen de la nada en mi mente por tanto pensar, algo de lo que se me cruza en mi cabeza está logrando que reaccione de una vez.


Algo me hace abrir los ojos, logre pensar cosas sobre ella. O tal vez desconfiar de sus palabras no sería algo bueno.


Ahora que lo pienso mejor, no la he conocido lo suficiente, como casualmente acostumbro a hacerlo. Por ella he roto las reglas.


Todo sucedió en algun lugar, una noche , donde la compartimos los dos, juntos , bajo el cielo de diamantes, bajo la luz de luna.
Un beso, una caricia, me recuerda al sol . Me he llegado a dar cuenta que no era suficiente, que queríamos más el uno al otro.


Queríamos embriagarnos de aquella lujuria que nos cegaba, queríamos sentirnos vivos.

Me mira y la veo soltar un suspiro cansado, baja su rostro mirando hacia el suelo y me dice que lo siente, que debe irse cuanto antes.
Le pregunto si la podía llevar y ella se niega.
Me da un beso sobre mis labios y se marcha. Yo no la detengo. Creo saber el motivo por lo cual ella se siente algo molesta, algo mal por alguna razón.
La veo caminando, alejándose de mí. Me quedo como un imbécil mirandola irse hasta que desaparece de mi vista. Luego me encamino hacia mi casa.


En un lapso de minutos de llegar, me reciben los chicos me preguntan que ha pasado.
Observo mi móvil y en éste está la imagen, la fotografía que le saqué aquella vez en el parque.


Suspiro, ella apareció como un huracán en mi vida. La desordenó totalmente como quiso.


Aquellos labios provocadores me sacaron una sonrisa. Su voz tan dulce, tan seductora.
¿Qué sé sobre ella? Al menos.. No, no se absolutamente nada. No se nada sobre ella ahora que lo pienso.
Alysha o Alissa ni sé como se pronuncia pero su nombre me gusta y tiene algo que lo hace encantador, me fascina.



Me duermo una siesta.

Me encontraba en una barra pero había una bailarina en un costado del sitio.
Mi vodka.. no lo necesito, veo con atención cómo la mujer que está frente a mí se me acerca. Ella trae consigo puesto un antifaz, y su traje de baile es impecable.
Sus caderas me hipnotizan. Se mueven al compas de la música.
De repente me veo completamente sólo, con ella.
Todo está oscuro y pareciera bailar debajo del único reflector de luz.
Ahora que la veo mejor, tiene un uniforme. Aquel velo cubre sus ojos, no me deja verla a la perfección..también tiene un cinturón que de él cuelgan monedas que logran ése sonido tan llamativo cuando mueve sus caderas.
Bebo de un trago la bebida que tenía, noto que tiene una falda tipo harén con algunas capas, y luce un top ajustado adornado con monedas y brillos. Se ve muy hermosa. Deja al descubierto su vientre donde se le nota un piercing en su ombligo. Bebo de mi bebida una copa más fuerte. Noto que está mirándome y me dedica un baile.. No sé quien es, pero se me acerca.

Me baila, mueve sus caderas y se oye cómo la música invade el ambiente. Ella se mueve al compas de la música. El movimiento de su cuerpo es hechizante.

Me besa, me desprende la chaqueta noto sus manos ansiosas recorriendo mi pecho. Se ve tan sexy con ese vestido corto que sólo logra que la tome de los muslos y aprete éstos con fuerza.
La veo otra vez, se aleja. Su cuerpo me está provocando..sus caderas se mueven al ritmo de la música otra vez.

Despierto, estoy en mi cama.. Y me avergüenza que ése sueño me haya provocado una erección.


No sé porque recuerdo el día en que la conocí.
Tan suave tan ardiente, no pares, tú comenzaste.


Un toque una caricia..hasta el amanecer, nos desvanecemos, lo sentimos todo.




.......



Tres semanas después..



Habían pasado semanas desde la última vez que la he visto.. No llegaban ésos mensajes de texto que tanto le enviaba ni tampoco podía hacerle llamadas. Nada concordaba..me sentía bastante frustrado.



Camino de un lado a otro mi hermano me observa.
¿Qué ha sido de ella? Su móvil se encuentra apagado o fuera de servicio tal vez.


Han sido varios días desde que la vi por última vez.




Me siento perdido En mi mismo.


¿Quién eres Tú? ¿Quién soy yo? En qué me he convertido.


Las palabras que imagino en el espejo


Me crean escalofrio.
Desearia que me salvaras que me devolvieras a la vida.


Ver su cara


En la multitud


Un millón de veces y aún así no encontrarla.


Minutos más tarde oigo el teléfono sonar. Al ver la fotografía, una sonrisa se me forma. Era ella.


Sonreí algo alegre, sentí un aire helado recorrerme entero.



Estamos..


en el telefono y

cada palabra que me dice ella me ésta matando.

No sé de que habla.


No podemos vernos, según ella.


¿Porque no? Me dice que está castigada. Que no la dejaran salir de su casa.


De repente se corta la llamada misteriosamente.


Marco su número y el operador me dice que el teléfono se encuentra apagado.


¿Qué demonios?

Me apena haber oido aquellas palabras, no quisiera que le pasase algo malo.


Suspiro observando su fotografía en el teléfono. Observo su hermosa cabellera y sus labios tan seductores.


Me ilucione de una completa desconocida, no sé ni dónde vive pero trabaja cerca del café donde yo me dirijo pocas veces.


Me siento débil. Mis suspiros por ella se hacen frecuentes.


Mi hermano me lleva con él hasta su habitación cerrando la puerta tras él. Se me acerca.. Su rostro de preocupación se hace notable.


-¿Estas bien Bill?-

-¿Qué pasó con la chica con quién estabas? ¿Porqué salió así de ése modo? ¿Ni se despidió hermano?-

Sus preguntas me hacen mirarlo, no encuentro palabras para decirle.
Suspiro y pienso sobre lo que me dijo ella.


-Esta castigada.- Le respondo a mi hermano. Levanta sus cejas está sorprendido.




Rojo CarmínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora