Capítulo 9 -Sin editar

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Estas eran las horas más aburridas de mi vida,Adam lo unico que hacia era teclear en su portátil y yo no sabia que hacer,lo bueno era,que como estaba muy concentrado en su trabajo podía observarlo detenidamente y también pensar sobre lo que paso en el ascensor.

La primer pregunta que rondaba en mi cabeza era,¿ne había gustado el beso?

Y la respuesta es si,me había encantado y daría lo que sea para volver a repetirlo.

Era la novia de Javier y lo quería,pero creo que era sólo porque fue mi primer novio,mi primera vez,mi mejor amigo y me sentía cómoda con él, pero por Adam tenia muchos sentimientos encontrados,tenia ganas de arrancarle la ropa y al mismo tiempo golpearlo y insultarlo por muchas horas,era una chica bipolar,y eso era muy estresante.

Mis ojos se posaron en él,miraba con el ceño fruncido su portatil,sus labios estaban formando una fina linea recta,sus ojos eran como dos cubos de hielo,frios,su piel pálida contrastaba con su traje negro,no llevaba corbata y tenia los primeros tres botones de su camisa desabrochados,su cabello necesitaba un corte,estaba ya un poco largo y le caía en su frente,haciéndolo ver más joven y sexy.

-¿vas a dejar de mirarme?,me estas poniendo nervioso,¡joder!-gruño,haciendo que aparte inmediatamente mi mirada,sin dudas muy avergonzada.

-no lo estaba mirando-replique,no de donde había sacado el valor para contestarle,pero esas cuatro palabras salieron involuntariamente de mi boca.

Se levantó de su asiento,dejando su portátil a un costado,pude ver como mordía el interior de su mejilla,desde que soy su secretaria lo estuve analizando,queriendo comprenderlo,y cuando se mordía la mejilla o el labio inferior era porque estaba nervioso.Pero a quien engaño,¿Adam Witman nervioso por estar conmigo?,¡JA!,eso jamas pasaría.

-mira muñeca no me mires cuando trabajo-dijo agarrando mis manos y levantandome,me puso contra la pared y se aserco a mi,bufé,su actitud ya me estaba cansando.

-quitate no seas idiota-chille y el inmediatamente me miro,se me escapo y lo había llamado idiota.

Se aserco a mi cuello,poso sus labios en el y succiono,seguramente dejando una marca.Lance un gemido sin poder evitarlo,sentí como sonreía sobre mi cuello y de repente de alejo.

-No me mires,espero que hayas aprendido la lección -dice divertido señalando mi cuello donde antes estaban sus labios,y ahora una marca se adueñaba de mi piel.

Maldito idiota.

(...)

Frío,eso es lo que siento en estos momentos,que Adam se comporte así ahora no me preocupa,lo único que quiero es llegar al hotel y prender la calefacción.

La nueva blanca cubre el suelo,copos caen del cielo,están en todas partes,mi ropa cabello y en las copas de los árboles, es simplemente hermoso el paisaje pero con el frío que tengo,en estos momentos quisiera estar en una playa en el caribe.

Witman no parece tener los mismos problemas que yo,eso me enfurece,tendría que haberme quedado en los ángeles,nunca tendría que haberme mudado a los trece años con mi tía a Londres,aunque allí no hacia tanto frío,no estaría en Rusia en estos momentos.

Si me hubiera quedado con mi madre,en esta etapa de mi vida seria modelo,eso me aterraba y me daba nauseas así que huí,me fui a vivir con mi tía Rose bien lejos.

-Llegamos-dice Adam alegre y con una sonrisa ladina.

Alzo mi mirada,la entrada del hotel esta cubierta de nieve,en total calculo que tendrá unos quince pisos.las puertas son de vidrio con marco dorado,es todo de vidrio el edificio,eso le da un aura de sofisticación.

Cuando entramos mi jefe habla con la chica de la recepción y me entrega una llave.Su ceño esta levemente fruncido,no podía escuchar de que hablaban, pero pude darme cuenta de que estaban discutiendo.

-¿Que pasa?-pregunto.Estoy cansada de su mal humor,las ganas que tengo de golpearlo se intensifican a cada momento que pasa.

-hay un pequeño problema-hace una pausa y suelta un bufido -tenemos que compartir habitación ya que solo hay una habitación a nombre del señor y la señora Witman.

Me niego.

Desde que trabajo para el estúpido millonario Adam Witman me pasaban cosas malas,una tras otra.

Ya no tenia ganas de discutir,solo quería acostarme en mi cama,o mejor dicho nuestra cama.Esto era asqueroso,y ni siquiera sabia si era por el hecho de que me había besado o que,tenia en cierto modo miedo de él.

Una vez que llegamos a la habitación,abrí la puerta y me adentre en el lugar,las paredes eran blancas,del otro lado estaba la cama,era matrimonial con sabanas de seda rojas,un balcón con unas cortinas blancas,el baño con la puerta cerrada y un televisor de cuarenta pulgadas.Muy caro seguramente.

Sin pensarlo dos veces me tire en la cama,cerré mis ojos y suspire,estos tres días serian una tortura y seguramente si Javier se enterarse de esto estaria muy celoso y querría matar al idiota de mi jefe.

El secreto de mi jefe [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora