42

8.7K 470 91
                                    

Una toalla cubre mi cuerpo después de haber salido de la ducha, mientras que con otra, seco mi cabello.


Me paro en seco al ver a Justin parado. ¿Qué coño hace aquí?

-¿Cómo entraste? -suelto, no lo quiero ver ni en pintura.

El no dice nada y se acerca hacia mi a paso apresurado, mientras yo intento salirme de su agarre.

-Perdóname, en serio -me besa -Tienes que perdonarme, mi amor -no me resisto y froto mis labios sobre los suyos otra vez, mordisqueo su labio inferior y lo trazo con la punta de mi lengua. Libero un brazo de su agarre y deslizo mi mano abajo hacia su entrepierna, el triunfo me llena cuando lo encuentro duro bajo sus vaqueros. Su pene salta contra mi mano al primer toque, y aprieto su erección. Me muero por tenerla golpeando en mi interior. Lo he extrañado bastante estos días.

Desliza mi lengua en su boca y le doy un beso ávido, dándole tanto como estoy tomando. Saboreando su sabor.

Él me regresa el beso tímido al principio, aventurándose en mi boca, con indicios de lengua. Este es el hombre que conozco, tranquilo y de toque suave, luego el beso cambia. Profundo, fuerte y casi me hace caer sobre mis rodillas. Él es agresivo, demandante, sacando mi deseo mientras sus manos vagan, aprietan y pellizcan mi cuerpo.

Mierda.

Justin sabe cómo besar. Empuja su lengua en mi boca mientras yo amaso su erección a través de la pesada tela, mi coño humedeciéndose con cada segundo que pasa. Carajo, lo deseo.

Su respiración es laboriosa mientras murmura contra mi boca, diciéndome lo mucho que me quiere, que soy su bebé, que él es mi papi, y su polla está tan dura contra mi palma que sé que está diciendo la verdad. Su voz retumba a través de mí, como el gruñido de un gran gato en celo, encendiéndome cada vez más. La respuesta de mi cuerpo es desenfrenada, mis pezones duros, mi coño apretado y los jugos empapando mis bragas limpias ya que me he duchado.

Gimo cuando él rompe nuestro beso. -Alizée... bebé ... -su mirada es desesperada.

Salto sobre él antes de que pueda decir otra palabra y envuelvo mis manos alrededor de sus hombros. -Estás perdonado... Papi -digo susurrando en sus labios.

Quiero que me folle hasta sacarme un pulmón si es necesario. De acuerdo, es broma, o sea, sarcamo. No lo digo realmente.

Lo libero por un momento y lo empujo hasta que está sentado sobre el colchón. Ahora que he hecho espacio para montar a horcajadas sus muslos, ruego por lo que quiero.

-P-papi... tócame -necesito sus manos sobre mí más de lo que necesito respirar mierda.

-Quítatelo. Quiero sentirte sobre mi piel bebé -Su voz es profunda, casi gruñendo. Yo también lo quiero.

Antes de que pueda rogar, saca mi sostén y su mirada parece quemar como si fuera la primera vez cuando me vio. Acuna mis pechos otra vez, sus dedos rodando y pellizcando mis pezones. Gimo, el placer disparándose a través de mi cuerpo, estableciéndose alrededor de mi coño. Que se sentía tan malditamente bien y me aprieto contra su erección, el bulto ajustándose contra mi montículo.

-Lámelos. Chúpalos. Por favor... -ruego.

Justin baja su cabeza y chupa un pezón en su boca, su lengua tentando, presionando y sus dientes mordisqueando. Tiro mi cabeza hacia atrás y grito. Joder. Su boca. Arqueo mi espalda, mi pecho empujando hacia adelante, mi cuerpo apretado mientras me chupa muy enserio. Está golpeando mi pezón adelante y atrás. Adoro lo que está haciendo. Estoy mojando mis bragas, mi coño deseando. Nunca he estado así de deseosa por ningún otro hombre, excepto Justin.

Libera uno pezón y se gira hacia el otro. Agarro su cabeza y araño su cuero cabelludo antes de bajar mi cabeza y presionar mi cara contra su cabello, inhalo una bocanada de su esencia. Dios, no puedo tener suficiente de él. Huele a sudor, perfume fuerte que él usa, justo como un hombre de verdad debería. Sus dientes ejercen presión sobre mi pecho, un indicio de dolor escabulléndose a través de mí, y me encojo.

-Sí...-digo-. Más... -gimo.

Lo hace de nuevo. Más duro esta vez. Juro que casi me causa un orgasmo instantáneo. No creo que pudiera estar más húmeda, querer más, tan lista para follar. Me estremezco de la cabeza a los pies cuando chupa mi carne profundamente en su boca. Joder. Se siente como si mi columna fuera a derretirse en cualquier momento. Para el momento en que ha terminado, mis bragas están saturadas con mis jugos.

Justin traga. -Eres tan preciosa, Alizée. muy preciosa ¿eh? -Aprieta los globos de mi pequeño culo.

Me gusta su cumplido. Suena sincero y me estremezco ante el pensamiento de nuestra diferencia de edad. Pero no me importa. Pasa sus manos sobre mis muslos hasta llegar a mis bragas.

-Dios. Estás mojada -gime.

-Me excitas demasiado, Papi-Exhalo cuando pone un dedo encima de mis bragas.

-Hmm... -gimo mientras pasa su palma completa sobre ésta. -Tan lisa... húmeda y joder...

Río y me levanto de su regazo para tirar de mis bragas por mis piernas, dejándome desnuda por completa ante Papi. Él agarra mi culo, atrayéndome más cerca. Frota sus labios sobre mi vientre, sus dedos van a mi coño, tentando mis labios más bajos. Me oprimo contra él, volviendo su palma buena y húmeda con mis jugos.

Caigo sobre la esquina de cama y abro mis piernas ampliamente. Gime otra vez ante la vista de mi coño, separando los labios de mi sexo, exponiéndome hasta que el aire frío toca cada parte de mi lugar secreto.
Justin hace un ruido en su garganta. madre mía.

-Bellísima -me dice. Mi corazón se hincha con orgullo. De acuerdo, mi coño también.

Frota los labios de mi sexo con sus dedos antes de bajar su cabeza y lamerme, su lengua viajando del agujero al clítoris. Jesús y María. Hace enviar un alto octanaje de lujuria a través de mí. Maúllo como una gatita mientras me come como profesional que es.

Sin prisas, realmente tomándose su dulce tiempo como si estuviera saboreando una fruta prohibida y madura. Mordisquea, chupa, lame y magulla los labios de mi sexo con sus dientes, tirando, pellizcando, probando, saboreando y sacando más de mis jugos. Su lengua está en todas partes. Sobre mi clítoris. Sobre mi apertura. En mi interior.

La puta madre, maldito dios griego.

Estoy delirante. El placer es increíble y enredo mis muslos alrededor de su cabeza mientras me aseguro en la esquina de mi cama.

No puedo creer que su lengua pueda llegar así de profundo, pero no voy a quejarme. Incrementa su ritmo, dándome todo lo que necesito y estoy elevándome más, el placer derramándose a través de mí. Y solo sigue subiendo, mi cuerpo estremeciéndose con cada respiro, el éxtasis llegando cada vez más.

-Estoy cerca... Papi... -chillo.

Tararea contra mi clítoris, las vibraciones viajan a través de mí y mis nervios se encienten, empujándome sobre el borde hasta que estoy corriéndome.

-¡Papi! -grito.

El Sr. Bieber gruñe contra mi coño lamido continuando, follándome hasta que me corro una segunda vez, mi cuerpo estremeciéndose y temblando con placer. Lame mi coño, y mis jugos cubren su cara.

-Papi... -sollozo-. Oh papi...

-¿Te gusta, gatita? -asiento y él se inclina hacia adelante con la boca abierta para besarme, pero lo detengo.

-Quiero chuparte la polla, Papi.

_______________



Copyright ©stuckwithjustin 2014-2015.
Todos los derechos reservados del autor.
Prohibida su copia, traducción, adaptación y más sin el consentimiento del autor.

Daddy's Messages © | Justin Bieber | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora