Capítulo XIX

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Un mal día.

-Sofía-

Los primeros rayos de sol entraron por el ventanal de mi habitación ya que dado ciertos acontecimientos nocturnos olvide bajar la persiana y con la fuerza de voluntad que no tenía me estire en la cama con la pequeña esperanza de chocar con el cuerpo sobre el que me había quedado dormida ya que desde aquella fatídica noche en la que se había marchado dejándome en un estado deplorable emocionalmente hablando no se iba al acabar, literalmente hablando sino que tenía la cortesía de esperar a que al menos durmiera y me dejaba un nota tan personal que parecía tarjeta motivacional que encuentras en la tienda de una gasolinera.

Con pereza salí de la cama haciéndome una cola alta mientras mi dirigía al baño, mi reflejo daba miedo; mis ojeras casi llegaban a mis labios dándome el aspecto de un muerto viviente. Tome mi cepillo junto a la crema dental y comencé a lavar mis dientes en modo avión, pero al escupir y enjuagar mi boca un pequeño aro dorado llamo mi atención, coloque el cepillo en su lugar y tome el anillo que claramente no era mío, lo revise y al ver el grabado en mi corazón se hizo una nueva grieta.

'' Mi amada es mía y yo soy suyo'' 

Era su alianza de bodas que seguramente había dejado al lavarse las manos, quise llevarla conmigo y entregársela al llegar al campus, pero podía jurara que al tomarla me quemaba. Mi vestí deseando que aquella promesa de amor fuese mía, no sé cuánto tiempo estuve completando aquel objeto que reposaba en la encimera de mi baño, pero supe que muy bastante cuando el pitido de mi móvil me saco de mi ensoñación alertándome que acababa de recibir un correo.

Corrí a mi mesa de noche y lo tomé y la boca se me secó al ver el remitente dejándome confundida y sin saber que sentimientos eran esos que me estaban ahogando al ver la fecha y recordar que hoy Rodrigo se encontraba de cumpleaños y no sería conmigo con quien lo celebraría. Dejé mi auto flagelación y por fin abrí la casilla de correo y leí el que acaba de recibir quien tenía como remitente a la profesora Zoe Ortiz.

Para: SoRodriguez.com

De: ZoeDowey.com

Estimada Señorita Martínez este mensaje va dirigido a usted con el fin de informarle que su solicitud para el doctorado ha sido aceptada y no solo eso, sino que también se le ha concedido una beca completa por sus excelentes notas y maravillosas referencias de sus profesores y una carta escrita por el decano de la escuela de psicología y psiquiatría en la que resalta sus cualidades y deja ver que la escuela de ciencia y estudio de la mente seria afortunada de tenerla como su alumna. Felicidades por su logro, luego de la gradación debe dirigirse a la oficina del nuevo decano para realizar toda la logística y el papeleo.

Se despide con un cordial saludo Zoe Ortiz.

Quería bailar, reír y cantar al mismo tiempo, solo quedaba una semana para la graduación y ya había sido aceptada en mi doctorado y con beca completa. Esto se tiene que celebrar, esta noche con mucho alcohol y amigos, dejaría el drama de mi vida de lado por una noche y me divertiría como en los viejos tiempo en los que Rodrigo no existía y mi sonría nuca abandonaba mi rostro, pero antes debía ir por un par de cuestiones a la universidad así que me arregle lo más rápido posible y me encamine allí.

Entre a un salón vacío, al parecer había llegado muy temprano así que me fui hasta el fondo y me tente a releer el correo una vez más experimentando la misma emoción que antes por lo que comencé a saltar como loca y reír como desquiciada, mi sueño se había hecho realidad. Entre tanta algarabía interna escuche un carraspeo, me gire y era el sexy cumpleañero que se encontraba frente a mí.

-Se puede saber el porqué de tanta emoción - Dijo mientras colocaba su maletín sobre el escritorio y acortaba nuestra distancia.

-Recibí buenas noticias, aprobaron la plaza para mi doctorado con beca completa - Me dolían las mejillas de tanto reír, pero que podía hacer este sería un día inolvidable así que sin importarme nada más me acerque a él plantándole un gran beso en los labios al que el respondió con dulzura llenándome de felicidad. Nos separamos un poco, pero aun seguíamos conectados por nuestras frentes.

-Felicitaciones preciosa o mejor dicho colega. Te lo mereces eres una excelente alumna.

Me había llamado preciosa, desde hacía mucho tiempo que no me llamaba de esa manera ni ninguna otra que fuera dulce, me había convertido en Sofía a secas. Nos dimos otro pequeño beso, hasta que sentimos que la puerta se abrió y no quedamos congelados. Nos habían descubierto.

-Somos nosotros, pero será mejor que se separen; la señora Ortiz viene cruzando el pasillo - Dijo Fernando mientras que entraba en compañía de Lucia al salón.

Rodrigo se dirigió a su escritorio como si nada hubiese pasado e instantes después la puerta se abrió nuevamente entrando ella tan bella como siempre. El embarazo solo la hacía ver más hermosa. Llevaba un lindo vestido de estampado floreado y su cabello ondulado hasta la mitad de la espalda brillaba bajos las luces pálidas del aula. Al principio no nos vio y fue directo hasta donde se encontraba él que la veía de la forma que solo una vez me había visto a mí.

Se levantó y el abrazo compartieron un casto beso, para que luego el empezara hablarle a su muy abultado vientre una acción tan hermosa pero que al mismo tiempo me destruyó al imaginar que le hablaría de la misma manera a nuestro hijo eso si es lo hubiese deseo o tal vez lo odiaría por ser un bastardo. Una cálida mano tomo la mía dando un pequeño apretón para así llamar mi atención, era Fer.

-Vamos a tomarnos un café, quedan veinte minutos para que nos atiendan en control estudiantil- Asentí y tome mi bolso con la intención de agachar la cabeza y salir pasando desapercibida. La feliz pareja recordó que no se encontraban solos, pero aun así seguían abrazados. Él de verdad la amaba y de cierta forma me hacía feliz. Soy masoquista.

-Buenos días profesora, acabo de recibir su correo. Gracias por su ayuda, sin usted este logro no habría sido posible - Dije tratando de recrear la felicidad que hacía veinte minutos me embargaba.

-Eres una excelente alumna, o no Rodrigo – Preguntó esta al hombre que me hacía suspirar su nombre.

-Si cariño, Sofía se merece esto y más ya que es una excelente estudiante – Excelente estudiante; dos palabras tan impersonales que fueron una daga oxidada4 en mi corazón.

-Gracias a los dos...

-So el café se acaba - Decía Lucia mientras abría la puerta.

-Hasta luego profesora, gracias nuevamente - Justo cuando me encaminaba a la puerta escuche que me llamaba.

-Sofía quisiera pedirte un favor, no sé si sabes, pero es el cumpleaños de mi maravilloso esposo así que vine a secuestrarlo. Serias tan amable de avisarle a tus compañeros que mi Rodri no vendrá el resto del día – Podían sentir mi corazón ser desgarrado desde dentro.

-Cuente con ello Profesora Ortiz. Pasen un día excelente juntos que yo avisare... Señor Ortiz Feliz cumpleaños.

Escuche un <<gracias>> muy distante, no sé si había salido del salón o no cuando él respondió, pero por mi salud mental debía salir de ese lugar. Corrí al baño más cercanos y me encerré en uno de los cubículos.

Definitivamente hoy no sería un buen día.

Buenos Días ProfesorWhere stories live. Discover now