Se le llama Catarsis

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N/A: perdón, se que talvez no es necesario pero lo pondré de todos modos: Hay lenguaje que puede ser mas crudo y violento de lo normal, y si no les parece cómodo, saltense al siguiente capítulo y haré un resumen para que no se hayan perdido nada <3

Narrado por Nicolás

Me quedé mirando mi reflejo en el espejo del baño durante casi toda la hora. Me puse la camisa azul marino que le gusta a mi mamá, luego los pantalones negros que me dio como regalo de cumpleaños y unas zapatillas blancas con negro que limpié mientras observaba si la pantalla de mi teléfono se iluminaba.

Me mojo el rostro con agua muy fría y me paso las manos por el pelo. Mis ojos están inyectados de sangre y un poco vidriosos, pero al menos no me ha caído ni una gota proveniente de ellos.

¿Acaso debería sentir vergüenza o algo así?
Odio que mi propia mamá me haga sentir así.

Me he quedado en mi habitación, envuelto en una luz grisácea con aura helada y austera mientras pasan las horas y el cielo se comienza a oscurecer.
No puedo creer que asi es como pase mi cumpleaños.
Como una especie de Rapunzel.

Escucho los pasos de mi mamá de un lado a otro alrededor de la casa, pero en ningún momento se detiene frente a mi puerta para hablar conmigo. Lo que hace que me enoje más.

August aun está en clases y no ha visto su teléfono. Sofi se fue a la casa de su padre durante la tarde y siento que llamar a Matti se me sería incómodo ya que sería muy pronto para él.

Me estaba quedando dormido sobre mi cama cuando derrepente se abre la puerta y se asoma la arreglada cara de mi madre.
–Iré a buscar a tus invitados...¿vienes o...?

–Me quedo– dije con los ojos cerrados y la mejilla pegada a la almohada.

• • •

Al rato bajé y me senté en sillón mientras esperaba la llegada de mi familia. Ya había oscurecido y yo no habia prendido ninguna luz... lo unico que me dejaba ver era la pantalla brillante de mi celular.
Mensajes de cumpleaños, y buenos deseos pero aún ni una llamada de Sofi o August.

Siento el sonar de las llaves y pasa la primera invitada a la casa.

Uyyy, pero que oscuro– dijo mi tía– Nico, sonríe o sino no te veremos ¡Jaja!

Mi tía Nina es mi madrina. Es la mujer mayor más divertida que conozco. Con chistes aburridos y algunas veces pasando la barrera de lo racista. Soltera y comprensible frente a los adolescentes y sus fases hormonales.
Si yo hubiera nacido mujer estoy seguro que ella hubiera sido la que me hubiera regalado los primeros tampones, me hubiera dado consejos de los chicos y me hubiera contado sus experiencias de chica rebelde.

Me acerqué a la entrada, prendí la luz, e inmediatamente me apretó en un abrazo gigante.
–¡Mi chiquitito! ¡Feliz cumpleaños! Un año más y tendrás 18, ¡Mierda, que estoy vieja!

–Gracias, Nina.

–Toma, ábrelo despues– dijo guiñándome un ojo, pasándome un paquete envuelto en papel de regalo.

–Gracias– dije esbozando una sonrisa

–Y por si acaso, no son libros y condones ¡Como se te ocurre!– me susurra entre dientes.

La Teoría De August (boyxboy)Where stories live. Discover now