Capítulo #18: "Terroríficos lunes"

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*Maratón 02/04*

El despertador suena a las seis en punto avisándome que otro lunes comienza. Doy varias vueltas en la cama hasta lograr levantarme, mi cuerpo se niega a acudir al instituto. Y comprendo por qué. Toda la secundaria me vio correr y llorar cuando Juan termino la estúpida canción. Y creo que los alumnos son bastantes inteligentes como para asociar los dos hechos y comprender que entre Juan y yo, había algún tipo de relación. Me recuerdo que esa relación ya no existe y que no tengo de que preocuparme.

Pero algo me dice que eso no ha acabado aun.

Intento dejar de pensar en ello y concentrarme en intentar recuperar mi vida. Por lo que consumo un desayuno muy nutritivo, al principio mi cuerpo amenaza con vomitarlo todo pero lo obligo a retenerlo dentro de mi estómago. Aunque sea durante toda la mañana.

Estoy decidida a dejar las pastillas por lo que tiro todas las pastillas anti depresivas y musculares al cesto de la basura. Me duele hacerlo pero comprendo que debo cerrar ese capítulo de mi vida.

Veo el reloj y noto que aún es temprano por lo que me permito sentarme y relajarme. Inhalando y exhalando. Asimilando las pocas cosas que aún conservo y las que debo recuperar. Por supuesto que la lista de las que debo recuperar es el triple de larga de lo que aún conservo pero me aferro a lo que conservo, a lo que aún sigue conmigo; Mi familia, ellos aún me aman, pienso.

Tania, sigue a mi lado. Steve, aunque sea una mentira nuestro amor el sigue perteneciéndome. Paula, la chica de mi clase de biología.

Y la lista finaliza ahí, ya no tengo a nadie más.

Pienso en Juan y en sus cuatro amigos más pero sé que a ellos los he perdido. También pienso en todos esos chicos que me acompañaban en el almuerzo como Amanda y mis "aprendices" pero comprendo que solo me querían por mi popularidad y a ella también la he perdido.

Termino deprimiéndome otra vez y decido dejar el tema ahí. Entonces recuerdo a mi madre citando a una famoso poeta: "No sirve de nada revolver el pasado, jamás volverá a suceder"

Recuerdo también no haber comprendido la frase, entonces mi madre sonrió y dijo: Significa que debes levantar la cabeza y seguir adelante, dejar el pasado atrás.

"Dejar el pasado atrás... que bien seria poder hacerlo" pienso mientras cierro la puerta detrás de mí. Subo a mi coche intentando olvidar todo y seguir con mi vida, tal como había prometido. Entro al instituto con la mirada baja aunque sigo usando mis tacones y estos retumban por todo el pasillo. Como era de esperarse todos me miraron y susurraron comentarios en voz baja. Pero suspire hondo y me dije a misma que jamás podría cambiar la estupidez del instituto. Lo que me subió el ánimo.

Me sorprende que Tania no haya aparecido pero no me preocupo, tampoco es que la necesito todo el tiempo pero me haría bien hablar con alguien.

Finalmente entro a mi salón de Biología sola y espero con ansias encontrarme con Paula pero me llevo una gran sorpresa cuando veo que ella está sentada con otra chica.

Se limita a mirarme y yo tomo asiento sola. Tacho mentalmente a Paula de la lista de lo que aún conservo ya que también la perdí a ella.

Me aterra el hecho de que Juan vuelva a sentarse conmigo, eso sería lo más terrible que me puede llegar a suceder. Volver a verlo todos los días. Volver a sentir su delicioso perfume o el simple de hecho de ver esos labios pronunciar alguna palabra.

Sacudo con la cabeza borrando de mi cabeza la hermosura de Juan Luis.

Mi corazón comienza a latir con fuerza y comprendo que Juan ha ingresado al salón. Se dirige con la mirada gacha hasta su antiguo banco pero se sorprende al ver a Paula sentando en él.

-Este es mi banco, si no te importa- Dice cruelmente.

Aunque en el fondo noto que su voz está quebrada. Que aún le duele lo sucedido el sábado.

-Siéntate junto a ________- Le ordena Paula sin levantar la vista.

-Este es mi banco- Repite Juan perdiendo la paciencia.

-¿No me has oído? Siéntate junto a ________- Dice Paula levantando su vista.

-¡Este es mi banco, niña, márchate!- Le grita Juan furioso.

Paula da un salto y se marcha del asiento. Su compañera observa a Juan sentarse a su lado en silencio, algo temerosa.

Paula da tropezones hasta llegar a mi lado, noto que aún le late el corazón del susto.

-¿Que rayos le sucede a ese tío?- Me pregunta indignada.

"Me odia", pienso.

-No lo sé, Paula, tal vez tenga un mal día- Contesto sacando la vista de Juan y volviendo a mis libros.

Las horas pasaron y la hora de almorzar llego. Desgraciadamente entro a la cafetería sola y eso hace que todos me miren aún más.

Evito algunas miradas y me dirijo a retirar mi comida. Pido una porción pequeña, mi cuerpo debe re acostumbrarse a comer de a poco. Cuando estoy lista para buscar a Tania y sentarnos juntas pero me llevo otra sorpresa cuando encuentro a Tania y Pipe sentados solos en una mesa jugando con su comida y besándose.

Los insulto por lo bajo y me siento en una mesa que está completamente vacía.

Suspiro y tomo asiento.

Al poco tiempo ya soy la atracción de todos los alumnos, todos me miran y se ríen. Aunque la mayoría están atónitos.

-________ Vivas sentada completamente sola, ¿quién puede creérselo?- Escucho a la mesa de enfrente comentar.

Abro mi puré de patatas pero mi estómago se revuelve y las náuseas vuelven. Me doy por vencida ante mi estómago y no ingiero nada, solo doy un sorbo a mi botella de agua.

-¡Oye, anorexica!- Grita un chico desde la mesa del frente- ¡Oh, cierto que eres ________

Todos se rompen en risas y burlas.

En mi garganta se forma un nudo y decido que es suficiente. Tomo mi bolso y me marcho de la cafetería, humillada. Me alejo por el prado central hasta llegar a la zona más alejada del campus donde hay alumnos fumando o hablando por teléfono ya que es el único lugar donde está permitido.

Me siento en una banca con mis brazos apoyados sobre mi rodilla y mi cara oculta en mis manos. Las lágrimas cae aunque intento detenerlas pero es en vano.

Me han humillado delante de toda la secundaria y eso no se siente para nada bien. Pero comprendo que así se sentía las personas que yo humillaba con mis ex- amigos. "Puto karma" pienso limpiándome algunas lágrimas.

-No llores más, son unos idiotas- Dice una voz que me resulta vagamente familiar.

Levanto la vista y me encuentro con Antoni, tiene un cigarrillo en su boca- Lo único que quieren es que llores, no seas tonta de dejar lo obtengan.

Me limpio algunas lágrimas de los ojos e inhalo para secar el agua que me chorrea por la nariz.

-Es karma, Antoni- Le digo mirando a sus bellos ojos.

Él sonríe.

-Entonces menos tienes que llorar, ya pagaste el karma, ya está.

-Es fácil decirlo...

Larga el humo del cigarrillo por la boca.

-Todos pagamos karma, _________, ellos también lo harán- Me mira fijo a los ojos- Deja de llorar, eres demasiado bonita para hacerlo.

Sonrió sonrojándome y me limpio las lágrimas.

-¿Te molestaría...-No creo que lo esté haciendo- darme un cigarrillo?

Antoni se vuelve hacia mí con algo de sorpresa.

-¿Fumas?

-Hay una primera vez para todo, ¿cierto?

Sonríe mostrando sus blancos dientes.

-No dejare que te dañes la vida, _________, ya suficiente tengo conmigo mismo que no puedo dejar este asqueroso vicio- Dice y tira el cigarrillo al césped. Apagándolo con la punta de su pie

- Mejor vallamos por un helado.

Cambios (Maluma & Tu) *Terminada*Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz