Capítulo 70

5.4K 343 3
                                    


Llegué y los hombres de Gino me estaban esperando.
"Lauren, tanto tiempo." Me dijo Tom,uno de los hombres en quien más confiaba Gino.
"Tom, un placer." Dándole la mano
"Te vamos a llevar con Gino" Abriéndome la puerta del auto
"Gracias."
"Podrías ponerte esta venda en los ojos. Sabes que Gino confía en ti, pero como no eres parte de la familia tenemos que tomar estas precauciones"
"No hay problema" Agarrándola y vendándome los ojos ante la atenta mirada de otro de sus hombres. Si me hacían vendar era porque me llevaban a la propia oficina de Gino y no un lugar casual de encuentro.
"Bueno ya que estás vendada elige la música Lauren" Dijo prendiendo la radio.
"Es su auto chicos, sus reglas. Lo que elijan está bien"
"Por eso nos caes bien a todos Lauren" Dijo otro de los hombres. "Nunca tienes problemas con nada y saber seguir todas las reglas... Cuantos problemas nos ahorraríamos si todos en este negocio se comportaran de esa forma"
"Tony estaba muy contento de que venías a Chicago" Dijo Tom riendo. Tony era uno de los tres hijos de Gino y siempre había intentado conquistarme sutilmente. Por suerte su padre le marcaba bien los límites entre trabajo y placer.
"¿Todavía no termina de entender que soy gay?"
"Se lo repetimos muchas veces pero parece no creer que eso sea un impedimento para que te fijes en él"
El viaje no fue tan malo, la charla continuó. Ir con estos tipos era distinto a tratar con la gente del Mariscal. La mafia de Chicago me había visto evolucionar en mi trabajo, fueron los primeros en darme ocupación luego de dejar New York. Eran años de trabajar con ellos y nunca haberles fallado, tenía su total respeto y cordialidad. Además Gino tenía otra forma de llevar las cosas, muy distinta al Mariscal.
Para él la mafia era una familia, se confiaba y protegía a los otros pero cuando esa confianza era rota se aseguraban de vengarse por la traición. Desde mi punto de vista era una forma respetable, acá los códigos y la lealtad si existían y solo se involucraba a la gente necesaria. Cuando alguien le debía dinero o había cometido una falta en contra de Gino solo se castigaba a esa persona, de maneras tan severas como las del Mariscal pero solo a esa persona, no se involucraba a su familia, no se involucraba a inocentes.
"Bueno ya llegamos... puedes sacarte la venda."
Bajé del auto y me di cuenta que estábamos en la casa de Gino, ya había estado ahí en alguna de sus reuniones. Le gustaba juntar a toda su gente de confianza y hacer una gran cena de vez en cuando, casi no parecía que éramos todos asesinos los que estábamos ahí. Su mujer y su empleada cocinaban para todos, sus hombres llevaban a sus mujeres o esposas y hasta a sus hijos quienes los tenían. Siempre me habían parecido casi surrealistas esas reuniones, no entendía como lograban llevar una vida familiar normal en paralelo a su ocupación. Una o dos veces había asistido luego de la insistencia de Gino y como agradecimiento por todo lo que me había ayudado. Gino era el único de los jefes mafiosos que sabía toda mi historia, la muerte de mi madre, la crianza con mi padrastro, el por qué me había ido de casa lo antes posible. El resto solo sabía que mi padrastro me había entrenado pero nada más.
"No hagamos esperar a Gino"
Los seguí hasta la entrada donde nos recibió su esposa.
"Lauren que bueno tenerte de vuelta por acá."
"Lo mismo digo, señora Sánchez" Iba a estrecharle la mano pero la mujer me dio un beso en la mejilla. Había olvidado lo efusiva que podía ser la esposa de Gino.
"Pasa a su oficina, mi esposo te está esperando"
"En seguida...gracias."
Sus hombres me guiaron hasta la puerta de la oficina. Golpearon y una vez que la voz de Gino dio la orden entramos todos.
"Hola Lauren, bienvenida a Chicago otra vez."
"Gracias Gino... Y gracias por tomarte el tiempo de verme" Estreché su mano
"Claro como no iba a tomármelo... sabes que eres casi como de la familia, casi..." Y no tenía intenciones de unirme totalmente cuando en realidad lo que quería era acabar con esta forma de vida.
"No quiero hacerte perder tiempo así que voy a ir directo al punto"
"Espera Lauren...Déjennos solos" Les dijo a sus hombres.
"Claro" Dijo Tom viniendo a mí para revisar que no tuviera armas.
"No es necesario Tom, es solo ella"
"Pero... "
"Dije que esperen afuera" La voz de Gino fue clara y no dejó lugar a discusiones. Tom no muy contento se fue con los demás. Sus hombres confiaban en mí pero aun así era alguien de afuera, no les parecía razonable dejar a su jefe sin haber chequeado que no estuviera armada.
"Perdón por eso... pero sabes que todo sería más fácil si aceptaras trabajar solo para mí"
"Si entiendo..."
"Bueno ahora podemos hablar tranquilos ¿Por qué necesitabas verme?"
"Yo nunca pido favores, nunca pido adelantos si no se me ofrecen así que no me gusta tener que hacer esto... La cuestión es que necesito un préstamo"
Gino me miró curioso y a la vez serio.
"¿Cuánto?"
"110 mil"
"Es bastante dinero pero está dentro de los límites de lo razonable"
"Tienes mi palabra de que te voy a devolver hasta el último centavo o si prefieres que te pague con trabajos, así lo haré"
"No me preocupa que no me lo devuelvas, conozco tu palabra Lauren...Pero me sorprende esto. Antes de darte el dinero necesito saber por qué lo estás pidiendo" Dijo estudiándome con la mirada.
"Para pagar una deuda de juego."
"¿Una deuda?" Preguntó algo sorprendido "No suena a algo tuyo andar perdiendo la plata en el juego... Si no me dices el verdadero motivo me temo que no puedo prestarte nada. Necesito saber que se va a hacer con mi dinero" Sabía que no tenía posibilidad de mentirle, me conocía demasiado bien.
"No es mi deuda."
"¿Y por qué quieres pagar la deuda de alguien más?"
"Es el hermano de alguien que me importa mucho" Me pareció ver una leve sonrisa pero debo haberla imaginado
"¿El hermano de una chica?"
"Si"
"¿Entonces esta chica te importa demasiado?"
"Es lo que más me importa"

Deja que se vaya - Camren FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora