DANAIDE 🖊(Terminada)

EPILOGO 1

NARRA CART

Cuando me desperté recordé que había visto a Ari pero esta no había sido como las veces anteriores... Había sentido que era distinto... Sin embargo al abrir los ojos no estaba en mi habitación. Corrí por la casa y en la cocina la vi. No me lo podía creer? Era ella? No, seguro que mi mente había logrado averiguar la forma de que mis sueños pareciesen más reales.

La escuchaba hablar y todo lo que decía era exactamente lo que yo quería escuchar. Eso me dio más seguridad en la afirmación de que aquello era un sueño... Hasta que sentí sus labios.

Antes había soñado con ellos pero o me despertaba o simplemente no sentía nada. Ahora notaba sus labios temblar sobre los míos, suaves y calientes.

Era real, Ari estaba frente a mi besándome. La quería, la quería infinitamente tanto que mi corazón empezó a latir cada vez más fuerte a medida que mis labios le devolvían el beso. Mis manos recorrieron su cuerpo. Una de ellas llegó a su cara y la acarició, mientras que la otra se quedó en la curva baja de su espalda consiguiendo que ella se acercase causando el erizamiento de todo el vello de mi cuerpo.

Estábamos tan pegados que no sabía dónde terminaba mi cuerpo y empezaba el de ella.

- Te amo - me susurró y eso fue todo lo que necesité para convencerme de que era real.

Había soñado millones de veces que me decía esas dos palabras compuestas de tan solo cinco letras pero esta había sido distinta. No solo la había escuchado sino que había sentido el aire proveniente de sus pulmones al hablar, su corazón contra mi pecho latir, su tacto,... Había sentido todo y ya nada podía hacer, tan solo rendirme ante la mujer más perfecta y adorable del mundo.

Después del gran momento inicial las cosas se relajaron más y ambos volvimos a mi cama. Abrazados Ari me explicó que al ver a Luca de nuevo se había dado cuenta de que me quería y había cogido el primer avión. Me sentí decepcionado de que necesitase tanto tiempo y a él para averiguar algo que yo ya sabía pero me di cuenta de que eso solo había sido el detonante de su viaje ya que ella ya lo sabía. Ella sabía que me amaba pero no había tenido el valor de aceptarlo.

ME contó que había estado esperando en la puerta hasta que la vecina llegó e inventó un plan para conseguir que yo fuese a casa. Me acordé de que había dejado mi puesto de trabajo pero ella me dijo que JP ya había avisado.

Estaba tan bien a su lado que no me lo podía creer.

A medida que fuimos hablando me di cuenta de que ella también lo había pasado mal el tiempo que habíamos estado separados.

La noche ya hacía rato que había inundado la ciudad del amor pero ambos seguíamos sin ganas de cerrar los ojos simplemente disfrutando de lo que tanto habíamos soñado. En ese tiempo terminé de aprenderme la curva de su cintura, el lunar sobre su pecho izquierdo y el de su ombligo, su cara de absoluto placer, de amor, y la sensación de su tacto sobre mi piel.

Pero eso no podía ser para siempre y la llegada de JP a casa precipitó el fin de este idílico momento. Ambos corrimos a vestirnos tal y como siempre había pasado cuando estábamos juntos y ahí me di cuenta de que ella no tenía nada aquí. No había traído ni una sola de sus pertenencias, lo que significaba que pronto volvería a marcharse.