5. No es un lugar para chicas

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-¿Rosa o morado? - Pregunto Lydia, mientras que yo tomaba una liga para sujetarme el cabello.


Ambas estábamos en su habitación, ella viendo que se pondría, y yo trenzandome el cabello.

-El rosa te queda bien- Respondí, mientras tomaba un labial.

Me le quede mirando durante un par de segundos. ¿En serio tenía que ponérmelo?


Casi siempre los usaba, y más cuando iba a clubs, pero como hacía cosa de una semana que no iba... No lo había utilizado.


-¿Te quedarás allí preguntándote quien demonios creo esa maravilla, o te lo colocarás?


Negué con la cabeza, mientras lo colocaba en su lugar.


Extrañamente, me sentía cansada y sin ganas de nada. Pero no tenia gripe ni nada por el estilo.


-No tengo ganas, Lyd- Mascullé mientras me paraba.


De pronto, sentí como el suelo se movía súbitamente y me sostuve de la cama, para no caer.


Lydia estuvo enseguida a un lado mio, viéndome preocupada.


-Hey, Amara. ¿Que esta mal? No deberías asistir a la escuela hoy.


Trague duro, mientras negaba de nueva cuenta.


No podía darme el lujo de perderme un día de escuela. La escuela era cada día más complicada y me negaba a pedirle ayuda a mi hermana.


-Dios, si que estas mal. Estas muy... sencilla-Me recriminó Lydia, mientras intentaba aligerar las cosas.


Le di una débil sonrisa para buscar las llaves del auto.


-Vamos Lydia. ¿Que tiene de malo este aspecto deportivo que tengo hoy? - Pregunte, picandola.


Había elegido un par de pantalones sueltos negros, al igual que la camiseta, mientras que llevaba un par de converse que casi nunca usaba, ya que dejaban ver mi baja estatura.


Ella hizo un pequeño puchero y tomó las llaves, dándome una mirada de cerca.


-La primera razón, por que es tan horrible que me dan ganas de decirle a alguien que te arranque la ropa y no de la buena manera. Y yo conduciré hoy, niñata - respondió esta, mientras se adelantaba y baja rápidamente, no dándome tiempo de quejarme.


Gruñí internamente mientras tocaba mis sienes.


Este sería un largo día...













Riiiiing

Abrí la boca, mientras ahogaba mi grito.

"Hijos de... "


Cerré mis ojos mientras trataba de hacer a un lado a todas las personas que había en el pasillo, todas saliendo del entrenamiento de lacrosse.

Por lo que escuche, habían lastimado fuerte a Jackson.


Así que iba camino a con ellos, pero la campana sonó justo cuando estaba debajo de esta, dejándome algo mareada.


El dolor de la mañana no se había ido para nada, aun seguía presente.


Parpadeando, intentado alejar el dolor, abrí una puerta cualquiera y me metí dentro lo más rápido que pude.


[1] When The Darkness Comes | Teen Wolf Where stories live. Discover now