4. La fiesta

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-Vamos Amara, te ves bien-
Me gruño mi hermana mayor, mientras jaloneaba uno de mis rizos recién hechos.

Le di un leve golpe en la mano, a la par en la que suspiraba.


Después de mi suicidio con Stiles, decidí no actuar como loca al decirle algo como;

"Oh lo siento, yo solo quería pedirte los apuntes pero la voz de la loca no me permitió hablar"

Sí, claro.


Mordí mi labio, aun no muy segura del como me veía .


El color azul resaltaba mis ojos, pero tenía el escote muy profundo (cortesía de Lydia) y aquello me hacia sentir incómoda .


-¿Cuantas personas estarán aquí?-Pregunté, temerosa de que alguno de ellas me reconociera.


Lydia volteo la mirada hacia el vacío, contando.


-No muchas-Dijo con una sonrisa burlona.


Gruñí un poco, mientras me paraba.


-Iré a abrirles a todos, ¿no?


-¿Ves que ya estoy lista?-Preguntó como si aquello fuese obvio.


-Maldición Lydia, solo apurate.


El simple hecho de tener que estar con muchas personas me ponía muy nerviosa.


No era antisocial, o algo parecido, pero en la escuela siempre terminaba sentada con una chica llamada Erica Reyes, que no hablaba mucho y siempre se reía de mis chistes.


El timbre sonó varias veces antes de si quiera bajar.


Suspire mientras ponía mi mejor sonrisa.


Esta sería una larga noche...














-¡Eh, cariño! Eso se deja allí-
Exclamé, mientras hacia que un chico dejase aquel jarrón.


-Es verdaferamente feo...


Apreté los dientes, cansada e irritada.

Se notaba en su voz que ya estaba ebrio, pero eso no le daba derecho a comportarse como un idiota.

-Es de mi abuela-me defendí.

-Pero... esto tiene grabados en chino, coreano... No eres así... asiática-intento explicar su confusión de ebrio.


Entrecerre los ojos, mientras tomaba del jarrón y lo abrazaba contra mi.

-Eso fue un comentario racista-me queje.

Me fui de allí, dejando a aquel chico confundido.

Subí las escaleras, decidida a esconder este jarrón. Sí, era bastante feo, pero era lo único que tenía de la abuela.


Habíamos sido más cercanas a nuestra abuela paterna, hasta que está murió.


Después de un par de meses , nuestra abuela materna falleció también.


-¡La puerta, pequeña Martin! -Gritaron un par de chicos.


Solté un grito mientras aventaba el jarrón en mi cama y bajaba lo más rápido que mis tacones me permitían.


[1] When The Darkness Comes | Teen Wolf Where stories live. Discover now