PRESA (KevEdd)

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—Gracias por acompañarme y hacer este día el mejor —un nudo se formó en mi garganta, mi mente aún no asimilaba completamente lo que acababa de pasar. —¿Sabes algo? Nunca creí que yo podría gustarte, vaya, no tienes pinta de ser como yo.

—¿Cómo tu?

—Si, quiero decir... —no sabía como continuar, me avergonzaba hablar de esto. —Que te gusten los chicos.

La mirada de Kevin pasó de ser cálida y acogedora a fría y seria. Su rostro palideció y en un movimiento involuntario, sus cejas se levantaron un poco.
No me miraba a los ojos, y entonces bajo su mirada al suelo.

—¿Qué cosas dices? —rió falsamente. —Tengo que irme —dijo para después besar mi frente. —Te veo mañana —dijo volteandose sin mirarme siquiera y fue alejándose.

Me desconcertaba su repentina actitud, tal vez no le gustaba hablar de esto, ¿le avergonzaría tanto cómo a mí?
Entré a casa y al encender las luces vi pasar mi vida entera frente a mis ojos por tal susto.
Eddy estaba sentado sobre el sillón individual que está en la sala de mi casa con los brazos cruzados.

—¿¡Cómo entraste!? —pregunté mientras apretaba con fuerza mi mano sobre mi pecho.

—¿Qué hacías con Kevin?

—¿Qué?

—Él no es para ti, Doble D. Te está utilizando —dijo mientras me tomaba de los hombros y me agitaba suavemente.

—¿De qué hablas?

Su rostro parecía una estatua, serio e inmóvil, sin palabras que salieran de su boca.

—¿Cómo que de qué estoy hablando? ¿No te parece que hay algo raro en él?

Estaba confundido, pero él había hecho la pregunta que yo me llevaba haciendo desde que lo ayudaba. ¿Él sabía algo?
Me aterraba escuchar lo que no quería escuchar, lo que no quería aceptar aunque fuera verdad.

—No sé de qué hablas.

—Tonto, él no te quiere. Lo escuché hablar con Nath sobre ti y solo quiere tu... —enseguida guardó silencio, su expresión de angustia me decía que no encontraba las palabras adecuadas para continuar. —Solo quiere a un tonto como tu para conseguir su inocencia.

Mi cuerpo entero temblaba de nervios, sus palabras dolían como si fueran una daga que se clavara en mi corazón. Lo que Eddy había dicho era parte de la pregunta que me hacía a diario, la realidad que no aceptaría.
Pero no era verdad. Kevin me quería, él me lo había dicho.

—¡Eso es mentira! ¡Tu sólo estás celoso de que paso más tiempo con Kevin que contigo!

Su rostro serio y preocupado se había transformado a uno de indignación. Reía irónicamente como si hubiera contado un chiste con un sarcasmo tan malo que daba pena oírlo.

—¿En serio crees eso? ¡Yo sólo quiero que estés bien! Si él fuera otra persona aceptaría que salieras con él.

—¿Y por qué no con él?

—Porque es Kevin.

Me estaba enfadando. ¡Él mentía! ¡Él no conoce realmente a Kevin! Yo sé que no sería capaz de hacerme daño.

—Fuera. No permitiré que hables así de él.

Se le notaba desesperado y confundido por mi actitud, pero no decía palabra alguna, se había resignado a que nada me haría cambiar de opinión. Y es que nada lo haría, ni siquiera sus mentiras llenas de celos.

—No quiero que te pase nada malo, pero tendrá que pasar, y cuando eso pase, sólo espero que no sea un golpe tan fuerte que te termine destruyendo... Recuerda siempre donde estoy, si me necesitas ahí estaré —dijo y cerró detrás suya la puerta.

¿Acababa de perder a mi mejor amigo? No lo entendía, ¿por qué la vida me castigaba de la peor manera?
¿Mi pareja o mi mejor amigo? ¿Por qué tendría que hacerme esa pregunta si ni siquiera es algo que tenga que elegir?
Eddy estaba equivocado, pero no tenía que reaccionar de esa forma pero, ¿y si él tenía razón?
Probablemente no.

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Necesito su ayuda, quiero que ustedes tomen el camino de la historia (algo así).
Aún no les diré como va esto, pero tendrán dos opciones: A y B.
Tendrán que comentar que opción eligen y en algunos capítulos más les diré de que trata esto y la opción que tenga más "votos" (lol xD) será la ganadora. =D
Si no comentan mataré a todos.
Es broma xD Nadie puede morir en esta historia.
Ciao!!