CAPÍTULO XXV • Eres mío y yo soy tuya •

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Nación de Velmont

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Nación de Velmont

La temporada más difícil para Velmont acababa de comenzar. Si bien, la fría ciudad se mantenía cubierta de nieve todo el año, durante los meses de lluvia lo impredecible del clima generaba que más de un habitante guardara reposo en casa, reduciendo de forma considerable la jornada de horas en el trabajo.

Rier Hanton se encontraba dentro de su palacio observando por gigantesca ventana de su despacho. Su vista estaba fija en un punto aparentemente inexacto, pero si uno brindaba la debida atención, podía darse cuenta de que miraba en dirección a My—Trent.

Entre sus manos sujetaba un pequeño retrato elaborado con carboncillo. Dirigió la mirada hacia este y observó el rostro de Lyra plasmado allí. Por obvias razones no podía tener un cuadro más elaborado de la mujer que alguna vez amó, así que ese pequeño objeto se volvió su posición más precisada en los últimos años.

Volvió a observar hacia el frente y se enfocó en las pequeñas casas de su nación, luego, nuevamente su mirada se dirigió hacia My—Trent. Cada vez que observaba hacia allá era como si la figura de Lyra volviera a aparecer, y sufría. Ese día en particular su mente divagaba entre diversos pensamientos. Se acababa de cumplir un año más de la muerte de Lyra, y pese a todo el dolor que aquella Hanoun le causó aún no podía olvidarla.

La amó con intensidad, pero la pureza de aquel amor que alguna vez pudo tener se ensombreció por el dolor que sentía al recordar todo. Sin permiso, algunas lágrimas comenzaron a asomar por sus ojos y se vio obligado a dirigir la mano que tenía libre hacia ellos para limpiar aquellos pequeños rastros que dejaron en su caída.

Nunca logro entender las decisiones que ella tomó. Nunca entendió porque ella decidió no huir, porque escogió quedarse junto con Giorgio, o porque volvió a salir embarazada. Quizás la respuesta era clara, era probable que Lyra se hubiera enamorado de Giorgio, y era ese el motivo por el cual se negó a irse. Pero, si aquello era verdad... entonces...

—¿Por qué no puedo simplemente odiarte? —preguntó a la nada. Un nudo se posicionó en su garganta. Le costaba respirar, siempre era lo mismo, cuando Lyra se hacía presente en su mente, él no podía evitar sufrir—. ¿Porque después de tanto tiempo aun te sigo amando?

Extinción - Nuestra última esperanza [Saga: LVDLO #1]Where stories live. Discover now