04 «Mudanza»

Zacznij od początku
                                    

Una vez que llegamos al pueblo, pasamos por Buenas Notas, para desencadenar mi bicicleta, nos topamos a Gus, éste nos saludó y se mostró bastante feliz cuando Sebastian le contó que me mostró uno de sus lugares.

— Va uno, te faltan otros quinientos — bromeó Gus y todos soltamos una sonora risa.

Nos despedimos de Gus. Luego, pasamos por el parque, con intención de ir por Sam, o al menos esa era mi idea, pero Sebastian solo lo saludó con la mano y siguió andando.

— ¿Dejarás a Sammy solo? — Sebastian bufó, como si lo que pregunté fuese lo más tonto que ha escuchado.

— Él está con su amigo, así que está bien. Es un pueblo pequeño, nos conocen aquí — Sebastian hizo una mueca —. Al menos de vista... — aclaró — Así que... no te preocupes.

Paso sus manos por sus cabellos, con aire despreocupado, o eso quería aparentar. Lo hubiese logrado si tan solo hubiera relajado también su rostro.

Al llegar a la cuadra donde vivimos, vi la camioneta roja de mudanza estacionada al frente de mi casa. Papá ya se encontraba bajando algunas pertenencias, al mismo tiempo que mamá se ofrecía a bajar otras más con tal de ayudar, pero le decían que "no".

— ¿Lo ves? — esa fue la forma de Sebastian para decirme "Te lo dije".

Apresuramos el paso para ayudar a mi papá, lleva dos cajas grandes de cartón, una encima de la otra, él tiene que ir de lado para poder mirar por dónde camina. 

— ¡Cuidado! — grité, al verlo dar un paso en falso.

Por suerte, Sebastian no se detuvo a observar, actuó y pudo ayudar a mi padre a sostener el peso de las cajas, evitando la posible caída y el arruine del contenido de las cajas. Sebastian tomó la caja de arriba a mi padre, dejándole solo con una.

— Eh, gracias chico.

Papá ladeó la cabeza para poder ver de dónde salió "su salvador"

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Papá ladeó la cabeza para poder ver de dónde salió "su salvador".

— No es nada, señor Sykes.

Noté a papá fruncir el entrecejo, achicando los ojos un poco.

— He conocido a su hija.

La aclaración de Sebastian hizo que mi padre ahora arqueara una ceja y le examinara a detalle. Stan me buscó con la mirada, solicitando apoyo. Le sonreí y éste se encogió de hombros, apenado.

— Hola papá — fui hasta él y tomé la otra caja, dejándole las manos vacías — ya estoy aquí.

Doy la vuelta y con un movimiento de cabeza le indicó a Sebastian que camine a mi lado. Él me hace caso, rápidamente.

— Por cierto papá, él es Sebastian Stan. Hola mamá — la saludo al momento de pasar a su lado, ella tiene la mirada fija en Sebastian y puedo notar que eso inquieta al castaño —. Tienes esposo, te recuerdo.

» Corazón Destrozado ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz