04 «Mudanza»

2.4K 295 43
                                    

Pasar el rato con Sebastian, no fue tan malo como llegué a pensar. Sí, no dio su mejor impresión al inicio, cuando le vi en su ventana, mucho menos cuando nos topamos en el parque y tomó esa actitud indiferente. Sin embargo, el chico Stan, se las ingenió — ya sea consiente, o inconsciente —para poder hacerme cambiar de parecer.

Me contó un poco sobre su familia. Sebastian vive en la casa frente a la mía, solo con su mamá Sarah, y su hermano menor Sammy. No mencionó nada sobre su papá, y cuando le pregunté sobre eso, él se negó a hablar del tema. Su expresión denotaba tristeza, molestia y esa fue la señal que me hizo saber que metí la pata. Por lo tanto, me abstuve de hacer más preguntas, a fin de cuentas, todavía estamos conociéndonos.

En un intento de compensar mi intromisión, le conté sobre mí, mi historia no tan interesante, pero que de cierta forma inició aquí en Rose Town, y ahora volvía al pueblo, después de mucho tiempo de haberlo dejarlo.

Nuestra conversación fue interrumpida cuando papá me llamó al celular, avisándome que el auto de mudanza ha llegado ya y debo volver a la casa para ayudar.

— Gracias por todo — le dije, sonriendo con amplitud — la he pasado muy bien, en verdad. Este lugar es muy agradable, y es genial que hayas decidido compartirlo conmigo.

Sebastian curvea sus labios en una sonrisa y posa su mirara en el horizonte.

— No ha sido nada — sus ojos azulados vuelven a mí —. Si tienes suerte, tal vez pueda mostrarte el resto.

— Estaría encantada — nos sonreímos mutuamente —. Bueno, es hora de irme.

Me pongo de pie sobre la roca y sacudo mis ropas del polvo. Él imita mi acción.

— ¿Segura?

Asiento.

— Con mamá embarazada, papá necesitará toda la ayuda posible para poder coordinar la mudanza...

— Entonces, que no se diga más — interrumpió Stan — les ayudaré — negué con la cabeza —. Ya lo has dicho, tu madre está embarazada, y necesitan ayuda.

Él bajó a la roca frente a nosotros de un salto y una vez que se estabilizó, me ofreció su mano. La tomé para dar el salto también. Sebastian me sostuvo de la cintura, con mi mano libre, me sujeté de su hombro y así ambos nos equilibramos sobre la roca.

Nuestras miradas se conectaron por un momento, y en un acto algo apenado, me obligué a marcar un poco de distancia entre nuestros cuerpos. 

— Vendrán unos sujetos para eso, estaremos bien.

Al decir eso y sin aviso, salté de vuelta al camino de terracería, dejándole atrás. Pero no por mucho, porque apenas estuve pisando el suelo, él saltó también. Sebastian caminó por el sendero terroso, con intención de volver a Rose Town.

Ahí estaba otra vez esa manía de dejarme atrás. Tuve que correr para alcanzarle.

— Tienes que cuidar de Sammy — dije, cuando estuve a la par de él — así que...

— Te recuerdo que Sammy fue el de la idea de que te ayudase con el asunto de la mudanza — atacó él, no supe que responder a eso.

— Bien, tú ganas.

Lo vi sonreír.

— Eso es nuevo para mí — susurró.

Quise preguntar a lo que se refería, pues desde que le conozco se ha salido con la suya, y eso que dijo con anterioridad no tiene sentido, pero una vez más, me guardé la pregunta. 

» Corazón Destrozado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora