Los Winchester

Capítulo 20

- Sam- llamó su hermano arrodillado junto a su amigo- Controla a Crowley.....y a la manada, que nadie se le acerque- ordenó serio

-Voy- susurró el pequeño dirigiéndose a la salida- Meg.... salvale- pidió no sin cierta dificultad antes de irse tras el grupo.- Vamos- susurró con autoridad pasando junto a la manada- Y tú- susurró señalando al demonio- vienes conmigo

- Verás alce, no voy a negar que me tienta tu propuesta, pero no me voy a quedar a solas con alguien que piensa que soy un zumo con patas- le contestó con ironía

-No te lo voy a repetir- dijo con una sonrisa todavía más irónica- ¿A dónde vamos?- preguntó una vez estuvieron lo suficiente lejos de los lobos para que no pudiesen escucharlos

-Verás, vamos a ver a un amigo tuyo- contestó con inocencia

- ¿Quién?- volvió a intentar sin ninguna pizca de paciencia en su voz, su padre le había enseñado que cuando se trataba con demonios había que ir con pies de plomo, lamentablemente le había costado más de un disgusto interiorizar esa información

-Gabriel

-No me jodas- soltó sorprendido y molesto

-¿Impaciente?- susurró el mayor con una gran sonrisa que fue contestada con una mirada asesina que no presagiaba nada bueno

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- ¿Cómo puedo ayudarte?- susurró Dean con cierta desesperación en la voz

-Impide que nadie se nos acerque- ordenó la mujer- Si nos interrumpen antes de tiempo estoy muerta, los dos estaremos muertos- añadió mientras acariciaba la cara del ángel dormido, la visión más rara que había visto en su larga vida- Voy a entrar en su mente y le haré echar al intruso de su cuerpo

- Meg.....a ti también te reconocerá como amenaza- reflexionó- Morirás....

- Sí, no es bueno meterse con un ángel desorientado, suelen ser todavía más letales- dijo sin despegar su mirada del hombre inconsciente que tenía apoyada su cabeza en sus muslos- Solo te pido un favor......Mata a Lucifer y a toda la escoria angelical que encuentres

-Te lo prometo- susurró después de ver como una humarera negra salía del cuerpo de la joven para después introducirse en su amigo que empezo a brillar con fuerza, luchando contra la nueva invasión

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- Aquí no tienes poderes- susurró una voz oscura a sus espaldas, al girarse solo encontro vacío- ¿Por qué no vienes a jugar con nosotros?- preguntó la misma voz pasando a gran velocidad junto a ella

-Supongo que tú eres a quien tengo que matar- dijo escueta concentrándose y visualizando la figura escurridiza del ser- No eres muy inteligente para enfrentarte tu solo a un demonio de nivel superior

-¿Quién ha dicho que este solo?- preguntó divertido para dejar completamente solo a la joven que con fastidio miro a su alrededor buscando a la nueva amenaza que se la presentaba

- Esto es demasiado predecible- dijo viendo al serafín a quien había venido a buscar en el otro lado del gran jardín en el que se encontraban- ¿Cas?- intentó con una sonrisa nerviosa y al obtener como respuesta una gélida mirada salió corriendo sin mirar atrás. Después de correr durante lo que parecieron horas se escondió tras un gran árbol intentando pensar en cómo sacar de allí a Castiel- Maldito niño

-¿No te ha gustado la fiesta qué te ha preparado mi amo?- preguntó la fastidiosa voz a su lado, gran error

- Hola- saludo estapando el deforme cuerpo contra el árbol a su espalda- ¿Cómo se mataba a un bicho como tú? Ah, ya me acuerdo- dijo con una sonrisa diabólica, una sonrisa procedente del mismísimo infierno- Solo tengo que hacer que tragues tu propia sangre- susurró arrancandole el brazo de un único y violento movimieto para después ponerlo sobre su cabeza dejando caer unas gotas de sangre en el rostro del monstruo, y con una sonrisa de suficiencia vio como una de esas gotas caía el su deforme boca entreabierta y caía a sus pies con espantosas convulsiones- Que forma más tonta de morir- observó con asco- Saluda a tu dueño de mi parte

-Demonio- llamó una voz gélida a sus espaldas

-Mierda- maldijo antes de empezar a girar lentamente temerosa de que cualquier movimiento brusco le hiciese atacar

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- No te acerques- ordenó Dean con el cuchillo en su mano derecha- Sal de aquí- volvió a intentar con cierta desesperación

- ¿No te alegras de ver que estoy bien? Que decepcionante- dijo la graciosa voz de su hermano pequeño- No voy a matarlo, he venido a hacer negocios.....

- Antes moriría que negociar con el demonio que tiene preso a mi hermano- escupió con asco

- No soy un demonio- dijo apoyándose en una de las columnas del loft con relajación sin querer percatarse de la tensión que envolvía el ambiente

- Tienes razón- aceptó el cazador- Eres peor

- Gracias, aunque no era un piropo- susurró sonriendo con cierta inocencia, pura fachada- Tenemos algo en común, Dean

-¿Y qué es?- dijo con despreció

-Los dos queremos ver muertos a Lucifer y a Miguel, por diferentes motivos, claro está, pero el fin es el mismo- explicó con paciencia, como si tuviese todo el tiempo del mundo, aunque, en realidad, sí lo tenía- Piénsalo, te estoy ofreciendo acabar con todo, salvar a Sammy y a la humanidad

-A cambio de mi hermano

- Ya me has perdido Dean, aceptalo- susurró encogiendose de hombros- Yo no era más que una carga para vosotros, ahora soy fuerte, más inteligente e independiente, olvídate de papá, solo era un hombre que nos sacrifico buscando venganza, jamás nos quiso

- Estaba enfermo, cabrón- dijo dandole un puñetazo que tumbo al pequeño- No te atrevas a hablar de él, monstruo

- Se me había olvidado ese gancho- dijo masajeandose la mandíbula divertido mientras se levantaba- Sabes que la primera es gratis, la segunda te cuesta un brazo- dijo sin perder la sonrisa y la actitud relajada

-¿Qué demonios quieres?- susurró derrotado el mayor volviéndose a sentar junto a su amigo sin perder de vista a Stiles

- Ya te lo he dicho, matar a los responsables de todo esto- dijo señalandoles

- No podemos matarlos

-Tú no, es verdad, pero yo sí- afirmó inclinándose frente a él- ¿Qué va a ser, Dean, la destrucción del mundo o su salvación?