Los Winchester

Capítulo 25

La sed era insaciable, poco a poco lo único que le importaba era beber sangre de demonio, se había olvidado por que estaba en ese lugar, se había olvidado de su hermano pequeño encerrado con un dios psicópata, lo único que era capaz de pensar era en el demonio que estaba a cien metros sin percatarse del peligro que lo acechaba. Todos estos pensamientos se vieron interrumpidos por el golpe que le propino su hermano devolviendolo a la realidad. Se encontraban en el Nemeton, el árbol mágico que tantos problemas atraía, rezando para que su plan funcionara, arriesgo de empeorar todavía más la situación, pues todo dependía de la aparición de un jinete del apocalipsis, su plan estaba ligado al Hambre. Con fastidio, Dean, comprobo la hora, lo único bueno de la adicción de su hermano era la confirmación de que el jinete estaba en el pequeño pueblo de Beacon Hills, había sido bastante fácil atraerle, simplemente dejaron correr el rumor de que en ese pueblo las almas estaban completamente abnegadas bajo la guía de un pastor ultra católico, lo que a oídos del hambre se traducía en que había un pueblo entero lleno de seres con muchas carencias y mucha "hambre" de lo que se alimentaba el ser. Lo malo del plan, es que se encontaraban con el problema de que a ellos también sucumbian al poder del jinete, sobre todo el mediano de los Winchester que se encontraba intentando acordarse del conjuro que debía recitar mientras sufría graves espasmos provocados por la ansiendad. El Nemeton era un portal que habían usado para traer a Sael a este mundo y ellos lo usarían para devolverlo al purgatorio

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-Esto es ridículo- soltó exasperado Stiles que se encontraba sentado con una expresión de impaciencia en su apuesto rostro mientras sus ojos cambiaban constantemente  de color, un hecho que tenía inquieta a la manada. Castiel y Meg simplemente se encontraban vigilantes sin inmutarse en los cambios en la apariencia física del chico que empezaba a desesperarse por la poca atención que recibía
- ¿Eso es normal?- preguntó Lydia con curiosidad viendo como el muchacho caía al suelo presa de grandes convulsiones que recorrían su cuerpo mientras hablaba a gran velocidad en un idioma que ninguno de los presentes reconocía- Humm- dijo encogiendose de hombros para seguir retocandose el maquillaje
- Dios santo, ¿no tenéis unas ganas tremendas de correr?- intervino un Scott completamente transformado que salió corriendo sin mirar atrás
-Niños- se quejo Meg hacia Castiel, quien comía una hamburguesa placidamente- ¿Te gusta?
-Está buena- dijo simpleme, completamente concentrado en su comía, con un suspiro la diablesa negó con la cabeza con una imperceptible sonrisa
- ¿Porque no sigues comiendo mientras yo me encargo de esos demonios que se acercan por ahí?- susurró con ironía señalando a un grupo de  diez demonios que sonreían con los ojos completamente negros mientras se acecaban completamente coordinados con expresiones burlescas- Sí, ya me encargo yo- dijo al ver como el ángel desaparecia y reaparecía un segundo después con una bolsa de papel llena de hamburguesas con una mirada inocente mientras empezaba a comer entretenido
Antes de que la diablesa moviese ni un solo músculo todos los demonios se desplomaron dejando a sus recipientes incoscientes en el suelo, al girarse vio a Castiel que volvía a su tarea de "nutrirse" como lo calificaba él. La manada estaba cada uno a lo suyo completamente distraídos: Scott corría en círculos rodeandolos, Lydia seguía maquillandose compulsivamente, Isaac estaba hecho un ovillo gimoteando y Stiles estaba cada vez más hiperactivo, tanto que ya no se distinguía lo que decía mientras su cuerpo no dejaba de sacudirse con brusquedad
- ¿Cuánto les queda a los hermanos?- preguntó Gabriel despreocupadamente tumbado sobre el cesped- Lo digo porque si mi intuición no falla mi hermanito Luci estará aquí en menos de diez minutos- explicó señalando a una humareda negra que salía con violencia de uno de los cuerpos incoscientes
- Que ilusión- replicó Crowley sentado a su lado sacudiendose con parsimonia el traje

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-Señor- llamó el joven diablo arrodillado frente a su señor- Acaba de llegar Alan, sabemos donde están
- Bien- sonrió Lucifer con complaciencia- Pero antes, reúne a tus hombres quiero que captureis a Sam
-Sí, señor, pero....no creo que acepte en estas circunstancias- susurró con temor ante su amo, inclinandose todavía más ante la mirada de superioridad que le dedicó su Padre
-Digamos, que vamos a aprovechar la presencia del Hambre en Beacon Hills- explicó recostandose en el gran sillón en el que estaba sentado- Trae a la mujer, no está de más tener a la manada controlada para evitar....disgustos-dijo con una sonrisa maliciosa a la puerta, que acababa de abrirse mostrando a una mujer con el pelo negro enredado que sollozaba ligeramente custodiada por dos demonios que la observaban con superioridad- Dejarnos- ordenó con seriedad- Y recuerda, traeme a Sam, en perfectas condiciones- específico dirigiéndose a su mano derecha, quien con una reverencia salió de la estancia para cumplir su misión
- ¿Qué quieres de mí?- se enfrento la humana recelosa
- Tu influencia- susurró examinadola detenidamente- Digamos que gracias a ti, la manada de este pequeño pueblo no va a ser un problema- dijo el rey de los demonios- Ahora, si no te importa debo ocuparme de unos asuntillos sin importancia- Lucifer se levanto con agilidad dirigiéndose hacía la puerta- Y Melissa, no intentes ninguna tontería, no quisiera tener que enfadarme

Holaaaa
Ya acabe el curso, por lo que las actualizaciones serán muchísimo más regulares😄
Espero que os guste el capítulo
Xoxo