1. Capítulo 5: Kelium & Nenúfar (1ª Parte)

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—Lo entiendo. Créeme que ayer, al decir lo que dije a Haliee fui en contra de todo lo que pienso y creo correcto, pero es que no pude evitar sentirme identificada. Recordé como estuvo Alhaster luego del ataque de los elfos caídos, como estuve yo al verlo inconsciente y, por más que considero los tratamientos de Umbrarum insuficientes, quiero que Piwi tenga una oportunidad, aunque sea la más mínima.

—El problema que hay con la muerte es que nos han enseñado a asimilar la propia, pero no la de quienes amamos. Tú no lo hiciste con tu dragón, él no lo hará contigo, Haliee no lo hará con Piwi y yo no lo hice con Cassie o lo haría con Lu, pero me atrevería a afirmar que si le preguntaras a quién está en la condición indefensa me atrevería a concluir que preferiría morir, antes que ver sufrir a los demás.

Asentí, no sabiendo cómo responder a su afirmación y traté de enfocar mi vista en la hechicera y el ogro. La diaforesis era tan profusa en Piwi que parecía recién bañado y en la castaña, que cambiaba las vendas como si la vida se le fuera en ello, su intento de no derrumbarse era demasiado obvio. El cansancio empezaba a pasarle factura y en su rostro las ojeras eran imposibles de ocultar.

—Daría cualquier cosa por tener la posibilidad de llevar a Piwi conmigo a la tierra —sollocé, cubriendo mis labios con mis manos para que nadie más que Brennan me escuchara.

—No es imposible, Ilora.

—¿A qué te...?

—¡Hermana! —gritó Cassie, sobresaltándonos—. ¡No, no, no quiero! ¡Hermana! ¡Hermana! ¡No me dejes! —Los movimientos del hada se hicieron bruscos y de un momento a otro pasó de estar en mis piernas para estar en los brazos de Brennan.

—No pasa nada —repetía el lobo, sin dejar de abrazarla—. No pasa nada...

Los brazos de Cassie, que antes colgaban lánguidos a los lados, cubrieron a Brennan con fuerza. Ella balbuceaba incoherencias y él solo la sostenía, sin dejar de consolarla. Era una imagen demasiado irreal y conmovedora. Tanto que me era difícil asociar la hermosa pareja que se sostenía el uno al otro, con el hada y el lobo que habían discutido desde el primer día que los conocí.

Froté mis ojos, para alejar las lágrimas que amenazaron con escapar hacía unos pocos segundos, y sonreí al comprender que lo que sucedía frente a mis ojos era la prueba de que no todo estaba tan mal para nosotros. Con Cassie despierta, todas nuestras atenciones serían para Piwi, lo que quizá significaría que podríamos hallar una solución para él.

—Yo no quería, Brennan, yo no quería —dijo Cassie, esta vez con la voz más clara y ya no opacada por sus quejidos lastimeros o abruptas sacudidas—. Lo siento, lo siento...

—No puedo entenderte, pequeña, pero solo deberías saber que no hay nada por lo que debas disculparte. Absolutamente nada... —susurró el lobo y con la delicadeza que solo reservaba para ella, y lo sabía porque era igual a la que había mostrado, mientras la cuidaba en su convalecencia, depositó un suave beso en la cima de su cabeza.

—Y eso es, queridos amigos, lo que yo llamaría amor —Se burló Castiel, apareciendo a mi lado, como si de un lince se tratase, con mi pequeña leona en brazos. La misma cuyo pelaje parecía más gris que blanco.

—Hay formas de ser una aguafiestas, pero sobre todas ellas está tu nombre, ¿cierto, Castiel? —bufé, viendo como Brennan y Cassie se separaban con cuidado y la mirada condescendiente del primero me pedía que simplemente me callara.

—Sí, y también está sobre hermoso, fuerte y valiente elfo, pero eso no tiene importancia, ¿cierto, Ilora? —Rodé los ojos por su cinismo y sonreí a Cassie, cuyos ojos ambarinos me miraron por primera vez en días.

CDU 3 - La elección de Cassiodora [BORRADOR COMPLETO]Where stories live. Discover now