1. Capítulo 5: Kelium & Nenúfar (1ª Parte)

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―¡Despierta, Ilora, por favor! ―gritaron, zarandeándome, por lo que mis ojos se abrieron de abrupto, encontrándose con la asustada mirada de Brennan―. Es Cassie, Ilora, ayúdame...

Asentí y, sin pensarlo dos veces, me empujé sobre las palmas de mis manos para quedar sentada, lo que me hizo jadear, al sentir la débil punzada en mi abdomen. Llevé las manos allí y no fue hasta que estuve en el aire que noté que, en su desesperación, el lobo me había llevado en volandas hacía una inconsciente Cassie, que balbuceaba incoherencias sin dejar de removerse.

―Ha estado así los últimos minutos ―explicó Brennan, dejándome con cuidado en el suelo y justo al lado de la cabeza del hada, la misma que levanté con suavidad y coloqué sobre mis piernas.

Sonreí, al ver el rostro compungido de mi amigo, y peiné con delicadeza el cabello de mi durmiente amiga.

―Solo es una pesadilla, Brennan, ella va a estar bien ―dije con suavidad. Todo la sangre pareció drenar del rostro de él, pero me prometí que no haría ningún comentario para incomodarlo, así que, sin dejar de calmar al hada con mis manos, continué hablando con él―. ¿Es la primera vez que lo hace?

Brennan asintió, sentándose justo frente a mí y tomando la mano de Cassie, que descansaba sobre la fría tierra, fuera del pequeño e improvisado nido de sabanas que la protegía.

―Ya han pasado tres días y aún no despierta ―susurró―. Es raro verla permanecer en silencio, usualmente es todo menos calmada.

―Yo creo que esto es buen indicio, no dudo que despierte pronto ―dije, a la vez que Cassie balbuceaba un «Brennan»―. Creo que está soñando contigo.

―No debería hacerlo ―terció y soltó su mano con brusquedad.

Fruncí el ceño sin entender su cambio de actitud y me estiré un poco para tomar la mano de mi amiga y ponerla en su estómago, junto a la otra. El rostro de Brennan había pasado de preocupado a molesto en cuestión de segundos, por lo que no pude contener mis siguientes palabras:

―Eres un idiota ―dije y él levantó su rostro, como si no creyera lo que escuchaba―. Debiera o no estar sucediendo, ya no puedes revertir lo que pasó ―Brennan intentó detenerme, pero no se lo permití―. No, me vas a dejar terminar. Cassie, por la razón que fuera, decidió protegerte, entonces tú, como el caballero que eres, vas a ser reciproco con ella. Y, excluyendo cualquier sentimiento que haya entre ustedes, debes saber que si antes la prudencia no hacía parte siquiera de tu vocabulario, ahora debería ser tu segundo nombre. Todo lo que hagas o te suceda, ella lo sentirá y creo que merece mucho más que tu respeto, ¿bien?

El silencio fue la única respuesta que recibí por parte del lobo, así que solo le ignoré y busqué a mí alrededor, por mera curiosidad, al resto de nuestro grupo. Me sorprendió solo encontrar a Haliee, cuidando de Piwi; Castiel, Kira y Alhaster brillaban por su ausencia.

—Tu dragón está revisando el área y el elfo fue a cazar algo con Kira, pues necesitamos alimentarnos —explicó Brennan, adivinando mis conclusiones.

―No mejora... —dije para misma.

—No, no lo hace. E incluso anoche, Piwi le pidió a Haliee que terminara con sus cuidados, que estaría bien tan pronto pudiera descansar —Sentí un ligero nudo en mi garganta al escucharlo—. ¿Quieres que, tal como tú lo hiciste, sea honesto contigo?

—Por supuesto —acepté y volví mi atención a los ojos de Brennan.

—Dar falsas esperanzas a alguien es incluso más doloroso que decirle la verdad y esperar que la asuma. No juzgo lo que has hecho, sin embargo, tendrías que tener claro que cuando asumimos un ideal como el nuestro y decidimos perseguirlo estamos asumiendo que podremos morir en el intento.

CDU 3 - La elección de Cassiodora [BORRADOR COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora