Apolo y Hermes. ¿Buena combinación? (Crónicas Del Campamento Mestizo #1)

Capítulo 27.

Pablo' s POV

− Sois especiales.− nos dice Apolo. Es rubio y con los ojos azules, como todos mis hermanos.− Tu, Mia, puedes curar a la gente si lo deseas; y tu, Pablo, tienes una vista buenísima por eso siempre aciertas a la primera.

− De ahí el mote que me puso Elena, Ojo de Halcón Jr.− comento. Mi padre se giró en dirección a nuestra amiga que estaba hablando con su padre.

− Esa chica es muy especial.− nos dice.− Cuidadla, gente así no se encuentra todos los días.

Mi padre esta preocupado por Elena. Es raro. La iba a cuidar de todas formas, aunque mi padre no me hubiese dicho nada.

Salimos. No sé donde se han metido Percy y Annabeth. Argos ya no está. Puede que ya se los hallan llevado de vuelta al campamento.

− Yo sé donde viven.− me dice Mia.

− Te seguimos, enfermera.− le dice Elena. Sonrío.− Mejor corramos para que no nos ataquen los monstruos.

Empezamos a correr. Elena me da la mano y miles de mariposas revolotean en mi estómago. Parecen que están haciendo una de esas fiestas que tanto le gustan a Elena.

Giramos por un montón de calles, son todas iguales. Al final cruzamos el East River y vemos unos almacenes abandonados sobre ellos una casa de cinco plantas. Es de piedra caliza pero es enorme.

Elena tira de mi, mientras sube las escaleras. Mia llama a la puerta. Mia parece nerviosa. Ella me contó que hace seis meses vino a esta casa para aprender más sobre medicina.

Una chica nos abre. Tiene rasgos árabes, ojos color ambar.

− Mia, ¿que haces aquí?− le pregunta. Su mirada naranja se para en cada uno de nosotros como si leyese mi mente.

− Pensaba que os habían avisado.− dice.

− Pues a mi no me han dicho nada.− dice para sí.− Pero pasad, no os quedeis fuera.

Nos deja pasar y esperamos en el vestíbulo. En el hay una estatua de un tipo con cabeza de ibis y con una pluma y una tablilla.

− Se me olvidó presentaros a mis amigos.− dice Mia con una mano en la cabeza.− El es Pablo, hijo de Apolo y ella es Elena, hija de Hermes.

Nos señala.

− Yo soy Zia Rashid.− dice.− Ojo de Ra.

− No sé lo que significa... pero encantada de conocerte.− dice Elena. Zia se ríe. Mia la mira extrañada.

Dos chicos bajan corriendo por las escaleras. Un chico y una chica. El chico tiene el pelo rizado y piel oscura; y la chica es rubia con los ojos azules.

Parecen hermanos por como compiten por llegar los primeros.

− Hemos recibido un mensaje Iris.− le explica el chico a Zia.− Dijeron que vendrían.

Mia nos presenta.

− Ellos son Sadie y Carter.− nos señalan a los dos hermanos. Se comportan como hermanos pero no se parecen en nada.

Miro de reojo a Elena para ver lo que está haciendo. Está mirando la estatua e intenta deducir algo. A saber que está pensando.

− ¿Que animal se supone que es eso?− pregunta. Sonrío.

− Eso es un ibis, Elena.− le responde Mia.

− Ah. Como la cadena de hoteles.− dice. Mia y yo nos reímos.− No sabía que un ibis era un pájaro.

Los dos hermanos sonríe.

− Vamos al lío.− dice Carter.− Necesitáis un transporte para ir por la Duat.

− Le podemos dejar la barca.− dice Sadie.− Pero no sabéis usarla. Alguien debería acompañaros.

− Echadla a suerte.− le dice Elena con una expresión divertida. Dioses, la besaría hasta quedarme sin aire.

− Yo iré aunque tu no quieras, Carter.− dice Sadie.

− A mi me da igual que venga.− dice Carter.

− Pablo, hemos perdido a Mia.− me dice Elena.

− Conociendo a la loca de mi hermana, tiene que estar en... la enfermería.− le digo.

− Acabas de demostrar inteligencia.− me dice en broma, pero con una gran sonrisa.

− Y tu que eres graciosa.− le digo.

− Yo ya sabía que era graciosa, pero que te des cuenta ahora. Muy mal.− me dice. Mia regresa con una mochila más grande.− Te pareces a mi cuando haces alguna travesura.

Mia sonríe.

− ¿No me digas que has robado?− le pregunta.− Sabes que la única que puede robar soy yo, ¿verdad? Tiemblen ante el nombre de mi padre. HERMESSS

Todos nos reímos. Dioses, que loca está. Hasta su padre lo reconoce.

− Acompáñame, el manicomio esta por aquí.− le dice Mia cogiendola del brazo y dirigiéndola a la salida.

− AYUDA. SOLO SOY UNA NIÑA CON PROBLEMAS SOLO ESO.− grita en tono dramático.− DENME MI PASTILLA AZUL Y LOS ELEFANTES AZULES SE IRÁN. LO PROMETO.

Todos nos reímos, Mia la suelta y Elena sale corriendo.

− NUNCA ME OBLIGARAN A TOMARME ES MALDITA PASTILLA AZUL.− dice con la mano en alto.− LOS ELEFANTES AZULES SE QUEDARAN CONMIGO.

Ya me puedo imaginar a medio Olimpo riendo como locos. Me duele la barriga de tanto reír.

Algunos chicos han bajado a ver que es lo que estaba pasando y a echarse unas risas.

− Benditos elefantes azules.− dice. Le sonrío y se sonroja.

Ya está relajada. Pero los tres chicos no paran de reírse. Y su risa en muy contagiosa.

− Para tu información esto son provisiones de medicina que me dejé la última vez que vine aquí.− le dice Mia.

− ¿Y tienes mis pastillas azules?− le pregunta hurgando en su mochila.− Pastiiillitas azuuules ¿donde estáis? No os escondáis cabronas. Mi estomago es muy bonito. Te lo aseguro. Es bueno, bonito y barato.

Nos reímos. Definitivamente el Olimpo se estará partiéndose el culo con esta niña.

− Te encontré.− dice sacando unos ibuprofeno.− No me equivoqué.

− El chiste de las pastillas azules contra los elefantes azules puede esperar.− le digo. Me mira sin entender.

− Es verdad.− dice al rato.

− Voy a por la barca.− dice Sadie con una gran sonrisa.

− Si os digo la verdad también veo la mierda con ojitos de WhatsApp.− dice muy seria. En estos momentos se estaría riendo como una loca.

Carter y Zia no para de mirarnos con una sonrisa.

− La barca está lista.− nos avisa Sadie al cabo de un rato.− ¿Cuando nos vamos?

Editado el 19/9/16