Capítulo 33.

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Elena's POV

Solo quedaban cuatro de mis amigos para que fuesen reconocidos. Los llevo a la mesa donde los tres grandes.

− Chicos, estos son Natalia, Catherine, Roberto y León.− les presento.− Aún no han sido reconocidos.

− Sentaos a comer.− dice Piper echándose a un lado.

− Estos son Piper, Annabeth, Hazel, Frank, Percy, Nico, Jason y Leo el Elfo.− digo. Leo se ríe.− Sentaos a comer.

Los cuatro se sientan sin decir ni mu.

− No muerden.− les digo. Me siento con ellos.

− ¿Que tal la búsqueda?− me pregunta Hazel.

− Bien. Fue fácil.− le digo.− Todo sigue igual, ¿verdad?

− Si.− dice Percy. Se gira a los chicos que comen en silencio y luego me mira a mi.− ¿Que tal el viaje?

− Si te digo la verdad, odio viajar por la Duat.− digo haciendo una mueca.− Todavía tengo ganas de sacarles los ojos a alguien.

− Lo normal, ¿no?− me dice Natalia.

− En eso tienes razón.− le digo. Todos nos reímos.

− ¿Que le pasa al nuevo de Afrodita?− me pregunta Jason.

− ¿Alguna vez te ha pasado que odias un objeto cualquiera que cada vez que lo ves te entran ganas de estrangular a esa persona?− le pregunto. Asiente.− Eso le pasa a él pero multiplicado por diez.

− El siempre me dijo que tu fuistes la que le causastes el trauma.− me dice Catherine.

− Es un exagerado.− digo. Todos se ríen.− Espero que me lo puedo perdonar. SOLO FUE UNA PUTA MUÑECA PINTADA DE ROSA.

Todos se ríen.

− Tengo que hablar con Mia.− les digo levantandome.

− ¿Una apuesta?− me pregunta Annabeth.

Asiento.

− Yo he dicho que el padre divino son estos y me ha retado.− digo.− Son diez dracmas si acierto los que quedan.

− ¿Y cuales son los que tu has dicho?− me pregunta Frank.

− Deméter, Iris, Tiqué, Hécate.− digo señalando a Natalia, León, Roberto y a Catherine respectivamente.− Me abro, chicos.

− Mal hecho por su parte.− oigo decir a Percy. Todos se ríen.

Me acerco a la mesa de Apolo. Mas de diez pares de ojos azules me miran.

− Ahora no te vayas a rajar.− le digo a Mia. Me apoyo en la mesa con las dos manos. Pablo se echa a un lado nervioso. Adoro ponerlo nervioso.

Me mira con sus ojos castaños típicos de españoles.

− Has tenido suerte, además estaba muy claro.− dice.− Y te quedan cuatro.

− Mi número de la suerte.− digo con una sonrisa.− Pero por ahora voy ganando.

Me acerco donde están mis amigos. Hasta que no encuentren su familia no les pienso dejar solos. Ellos son mi familia.

− DEJAME EN PAZ, ELFO.− le grita Natalia. Veo unas ramas crecer alrededor de los pies del Hijo de Hefesto.

En ese momento aparece un resplandor verde. Un aro verde con una hoz en medio.

− Lo sabia.− digo. Hago un mini baile de la victoria delante del campamento. Todos se ríen.− Natalia, eres hija de Remeter.

Katie Gardner se levanta y se nos acercan. Natalia se levanta y se va con sus hermanos. Le enseño a Mia tres dedos a lo que ella me responde con una sonrisa.

− Gracias Leo, por enfadarla.− le digo señalando el suelo. El chico mira curioso donde señalo y alza una ceja.

YO TAMBIEN QUIERO HACER ESO.

− De nada.− me responde.

− Ahora quedan tres.− digo.− Hacedme el favor de cabrearles y asi a lo mejor los reconocen.

Todos asienten mientras mis amigo comen en silencio.

− Odio tu pelo.− le dice Percy a León.

− Pues a muchas chicas les encantan.− dice este peinándose su melena.

− No sabéis hace enfadar a la gente.− les digo sentándome en la mesa.

Me giro a Catherine.

− Cat, yo fui la que te rompí el vestido de la graduación.− le suelto de golpe. Su cara se vuelve furiosa.

− ME MENTISTE.− me grita. En ese momento la Niebla mágica crece a nuestro alrededor. Una antorcha morada aparece en su cabeza.

La mira sorprendida y se relaja.

− A la hora de decir la verdad soy como las bombas nucleares.− digo haciendo un gesto con parecido al de una explosión. Todos se ríen.

− Cat, ¿te puedo llamar así?, tu cabaña es la numero 19.− le informa Annabeth. La chica asiente.

− Suelta toda las bombas que tengas para nosotros.− me dice León.

Lo pienso durante un rato.

− León, ¿te acuerdas hace unos tres años cuando quisiste entrar en la NASA por primera vez y no lo conseguiste por un maldito virus? Fui yo la que te lo metió.− digo con toda la tranquilidad del mundo.

− POR TU CULPA CASI ME PILLA EL FBI.− dice. De sus manos aparecen unos arcoiris. Encima de su cabeza hay un arcoiris.

− Dioses, seis de siete...− comenta Leo.

− Seguro que de mi nada me tienes que decir.− dice Roberto.

Cojo aire y le sonrío.

− ¿Te acuerdas cuando decidíamos algo con cara y cruz? Era una moneda con la misma cara.− me tapo la cabeza con los brazos.− No me mates.

− COMO QUIERES QUE NO LO HAGA.− dice. En ese momento aparece un cuerno de la abundancia en su cabeza.

− MIERDA AHORA LE DEBO DIEZ DRACMAS.− dice Mia.

Editado el 21/9/16

Apolo y Hermes. ¿Buena combinación? (Crónicas Del Campamento Mestizo #1)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ