15 - Car.

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Acababa de salir del acuario y Luke me seguía. Eran cerca de las doce del medio día y estaba hambrienta, quería comer algo cuanto antes así que metía prisa a Luke para ira su coche y llegar ya a casa para comer algo. Una vez llegamos a él fui a abrir la puerta del copiloto, pero Luke aún no había desbloqueado las llaves del coche.

-Vamos, Luke. - Gruñí.

-Espera un momento. - Dijo caminando hacia el maletero.

-¿A qué espero? - Luke sonrió sin responder a mi pregunta y rebuscó. Me crucé de brazos balanceándome sobre mis talones unos segundos hasta que mi tripa rugió. - ¡Luke, venga!

Él rodó los ojos y cerró el maletero, desbloqueó las entradas del coche y fue hacia el asiento del piloto. Nos sentamos y antes de arrancar me dio un paquetito de cuatro galletas de chocolate negro.

-¿Te gusta el chocolate negro, verdad? - Preguntó.

-Es mi favorito. - Acepté las galletas.

-Eres rara. - Se rió. - Disfrútalas, tardarás en llegar a casa.

-¿Qué? - Fruncí mi ceño y él cogió una de las galletas, metiéndosela entera en la boca y hablando con ella llena, cosa que me causó gracia.

-Ya hablé con tu madre. - Masticó y tragó. Metió la llave en el contacto del coche y encendió el motor. - Nos vamos a comer por ahí.

-¿Perdón? ¿Nos vamos a comer... por ahí? ¿Dónde? ¿Y cómo que hablaste con mi madre? ¿Cuándo?

-Bueno, en realidad mi madre habló con la tuya. - Sonrió. - Relájate y come.

Comí media galleta y miré hacia la ventana. Mientras Luke se incorporaba al tráfico de una carretera muy concurrida y se detenía cada dos por tres por algún semáforo o atasco aprovechaba para juguetear con los botones de su radio a ver si encontraba alguna cadena decente, pero no fue así.

-Dani, en la guantera tengo unos cuantos discos. Saca alguno para ponerlo.

Abrí la guantera y vi que tenía por lo menos quince discos. Wow, es peor que Ashton, pensé.

-¿Cuál quieres? Aquí hay muchísimos.

-No tengo ni la mitad de los que tengo en casa. - Se rió. - Coge el que tú quieras.

-No conozco a casi ninguna de estos discos, solo de escuchar hablar de ellos a Ashton y ya. - Dije revisando los títulos por alto.

-¿Entonces qué escuchas? - Preguntó él y yo me encogí de hombros.

-A veces Ashton me obliga a escuchar su música. Si no es así simplemente pongo la radio y ya.

-¿Me lo dices en serio, Dani? - Él resopló. - No me puedo creer que me guste una chica con gustos musicales tan comunes. - Sonreí por el hecho de que había dicho en voz alta que le gustaba. - Pon el disco de Paramore.

-Dicho y hecho. - Cogí el disco y toqueteé algunos botones. Enseguida conseguí que el disco se reprodujera y Luke se relajó mientras conducía y escuchaba la música que sonaba.

-¿Te gusta? - Preguntó después de unos minutos en silencio.

-No está mal, supongo. - Reí entre dientes y volví a mirar a la ventana. Me fijé en que estábamos cogiendo un desvío de la autopista y que llevábamos por lo menos media hora en el coche. - Luke, ¿dónde maldiciones vamos?

Una vez más él esquivó mi pregunta y dijo lo mucho que le gustaba la canción que sonaba en ese momento. Bufé y tamborileé con mis dedos el reposabrazos mientras veía por el espejo retrovisor la ciudad alejarse cada vez más. Tenía calor, el sol estaba justo en el punto medio del cielo. También tenía hambre, malditas galletas que no llenan nada.

Después de unos cinco minutos Luke frenó en seco y observó como la pequeña y solitaria carretera en la que habíamos ido hasta ahora se convertía en un camino de tierra con muchos hierbajos altos y amarillos por la sequía del suelo alrededor de éste.

-Mierda, el mapa que vi ayer en Internet no decía que aquí desaparecería la carretera.

-Luke, ¿por qué me quieres llevar al medio del campo? ¿Pretendes violarme y luego matarme? - Me reí.

-La violación implica forzar a uno de los indivíduos a hacer el acto y nos engañaríamos si dijeramos que tú no quieres hacerlo conmigo.

-¿Dónde está el Luke tímido que conocí en el acuario?

-Se murió ahogado cuando lo besaste en una calle a las tantas de la madrugada. - Se encogió de hombros, en todo este rato Luke había estado hablando mientras veía el camino y calculaba las opciones que teníamos para hacer lo que sea que quisiera hacer él. - Vamos a seguir.

-¿Qué?

Él volvió a arrancar y fue a una velocidad menor a la anterior por el camino de tierra mientras los asientos pegaban botes por las piedrecillas.

-¿Crees que es seguro? - Pregunté. - Podría pincharse una rueda o no haber ninguna salida o...

-Dani, de verdad cálmate.

Siguió por el camino tranquilamente. Yo ya no veía por el espejo retrovisor la ciudad. El coche avanzaba con lentitud, cada vez más y más lentitud. Miraba como mis manos se entrelazaban y se separaban torpemente una y otra vez para pasar el tiempo cuando sentí que ya no nos movíamos.

-¿Ya llegamos? - Miré a Luke y él hizo una mueca. - ¿Qué pasa?

-Espera un momento. - Dijo con la voz aguda y saliendo apresuradamente del coche.

Bufé mientras esperaba a que Luke volviera. Observé mi móvil y tenía mensajes de Grace que ignoré (estaba hablando de Justin Bieber y realmente no me importaba lo que dijera sobre ese). Ashton no había respondido a mis mensajes a cerca de por qué se había ido el otro día así.

-¡Luke! - Grité al ver que se ausentaba demasiado. Salí del coche y lo rodeé para ver al chico arrodillado junto a la rueda trasera del vehículo, inspeccionándola. - ¿Qué pasa?

-Creo que se ha pinchado.

-¡Te lo dije! Oh Dios, genial. ¿Y ahora qué? - Él se levantó y fue hacia el maletero. Sacó una cesta de paja y me la dio sonriente. - ¿Qué es esto?¿Por qué sonríes así? - Cogí la cestita.

-Verás, en teoría quería llevarte un poco más lejos a un claro en el que la hierva no está tan alta a hacer una especie de "pic-nic". Tuve la idea ayer mientras intentaba dormirme. - Se rió. - Ahora que lo digo en voz alta es algo extraño. Bueno, da igual. Se ha fastidiado un poco por este contratiempo, pero no pasa nada. Tú vete poniendo la manta que hay dentro sobre el camino, o sobre el capó del coche, es duro como una piedra. No sé, donde sea. Dentro hay comida y en el maletero una mini-nevera con bebida. - Me guiñó un ojo. Eso quería decir que llevaba cervezas o algo por el estilo. - Mientras llamaré a una grúa, ¿vale?

Asentí con un suspiro y cogí la manta para extenderla en el capó del coche. Después de todo no era tan mala la situación. Luke había tenido un muy bonito detalle al preparar una especia de pic-nic y aunque se pinchara la rueda la grúa estaría en unas horas, después de que termináramos de comer y pasáramos un buen rato juntos. Era un muy buen plan en realidad.

Luke volvió.

-Dani, voy a darte una noticia. Te prometo que será la última mala noticia del día. Eso espero, al menos.

-¿Qué pasa ahora?

-Hasta mañana no podrán venir a por el coche.

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Os aseguro que pasarán muchas cosas esta noche... Muahahaha.

Espero vuestros comentarios y votos chicas!!


Jet Black Heart « l.h.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora