Aprender a vivir

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[Narra Karlie]

Es agotador, cada día que pasa, cuesta volver a respirar... Mi corazón pareciera que ya no le quedan fuerzas, y ya no quedan lágrimas que derramar, Taylor hubiera querido que siguiera viva, soy su vida, pero si supiera que quiero estar junto a ella, donde quiera que esté, si es en el infierno la seguiré, pero ella debe estar en un mejor lugar, al cual no merezco ir por todo lo que le hice.

Estoy de vuelta en Chicago, en nuestro nido de amor; Kimberly me ha dicho que debo ir con ella, pero yo quiero estar aquí, ya no quiero olvidarla, no quiero ser la amargada Karlie, esa enfermedad que mi padre contagió en mi mente, ya no volverá a existir, pero tampoco puedo vivir con el maldito recuerdo de su última mirada, diciendo que no tuve la culpa de nada, cuando fui yo quien le quito su preciada vida. No puedo tolerarlo, y cada noche, antes de dormir, cojo el mismo revolver, apunto a mi cabeza pero la bala jamás salé, reviso el arma, reviso la bala, todo esta correcto, pero al momento de apretar el gatillo, no funciona, no quiere que muera.
Sigo mis otros métodos de poder morir, me embriago, tomo la primera pastilla que pueda acabar con la tortura, pero es lamentable despertar cada mañana con una simple resaca.

Kimberly dice que yo me desmayé cuando había acabado todo, dice también que el cuerpo de Taylor se lo llevaron lejos, no tuve ni la oportunidad de despedirme de ella, no sé donde esta, no sé en que lugar, para al menos llevarle flores... Aunque con que cara llegaría hayá, con que cara iría, no tengo ni la más minina dignidad de ir, pararme sobre su tumba y decirle, lo siento, no puedo hacerlo, jamás me lo perdonaré.

Estar acostada en la cama, donde por primera vez toqué su cuerpo, cuando estaba con vida, creo poder escuchar su respiración, chocando en mi cara, "Taylor, no sabes como te extraño... Este espacio se hace tan grande si no estas conmigo" algo falta, lo siento y me duele.

El apetito pasó a ser parte del olvido, su perfume en su ropa es mi mejor alimento, todavía no logro comprender cómo es que sigo viva, para qué estar aquí si ya no queda nada, por qué luchar... Para que vivir.

Me levanto otra vez de la cama, me dirijo a revisar las pocas cosas que dejamos en nuestro cuarto, "encontré mis cartas Taylor" y te hablo como si estuvieras aquí todavía. Comienzo a contar cuantas escribí, a penas fueron ocho, porque ya no eran necesarias, tu sanabas mi mente cada día, el remedio para mi maldita enfermedad eras tú y ahora muero lentamente porque ya no te tengo amor de mi vida.

- Leeré las ultimas que escribí... Te las leeré para que sepas...- digo en voz alta, ojala pudieras escucharme.

"Hoy te estuve mirando detenidamente, ¿alguna vez te dije que tienes las mejillas más hermosas de todas? Estuve mirando tus ojos... ¿sabías que traté de buscar un color parecido al azul que hay en tus ojos? No existe tal color, es único en todo su resplandor. Miré también tus labios... Dios que ganas de besarlos; Para qué hablar de tu cabello, a simple vista pensaría que son hilos de oro... La mejor fortuna del mundo, y pensar que ya eres mía, y que me dedicas tus palabras amor solo a mi. Te amo por ser así.

➽ See You Again ❁ Kaylor [fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora