Memoria Bloqueada

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25; Memoria Bloqueada
Haneul

«¿Dónde estoy?»

Abrí los ojos y no reconocía el lugar. Bueno, es que no había lugar mejor dicho, estaba como en una especie de flotación en mitad de una habitación completamente oscura.

Y no recordaba como había llegado allí.

«─Mira, mira papá─»¿de donde viene esa voz?«─Papá mira, es como el mío─» ¿Soy yo, verdad?
De repente, ante mí apareció una especie de pantalla. La imagen que mostraba era yo, en un escaparate cogida de la mano de mi padre.

¿Otro recuerdo que borré? Eso parecía.

«─Hay muchos más como tu oso cariño, lo siento pero por desgracia no es único el tuyo─»

«─Sí que lo és─» respondió mi yo de la pantalla y tanto mi padre y yo nos quedamos atónitos por su respuesta. En verdad no lo era, habían como diez más iguales que el mío en ese escaparate«─Lo es porque me lo regalaron mis papis─» Aww, era demasiado melosa de pequeña, es verdad.

La imagen cambió a otra diferente. Pero solamente aparecí yo, encima del escenario. Y la imagen volvió a cambiar y esta vez, ya no apareció nada más.

Estaba de nuevo a solas y en la oscuridad. Esperando algo que no sucedería.

─Quiero recordar ya, no puedo más. Quiero saber quien soy y porqué pasó todo esto─dije en voz alta, aun sabiendo que estaba sola y que mis palabras únicamente atravesarían el silencio.

─Al fin entras aquí─ dijo una voz detrás de mi y me giré de golpe.

Reconocería esa voz en cualquier lugar.

─¿Dónde estamos?─le pregunté a mi pequeña yo, la que siempre estaba intacta y sin ningún rasguño en mis sueños. La que aseguraba que era mi memoria que todo el mundo había querido borrar. La misma yo que sabe toda la verdad.

─En mi casa.

─¿En tu casa?

─Se puede decir que aquí he vivido durante más de diez años, porque alguien no me dejaba salir

─Lo siento.

La pequeña yo, se acercó a mi y se colocó enfrente mío, poniéndose en modo flotante. Ahora su cara llegaba a la altura de la mía, aunque estaba más que claro que yo, era mucho más alta que ella.

─No es tu culpa. Realmente nadie tiene la culpa─ la miré a los ojos y me dio ternura. ¿Así que de pequeña transmitía toda esa bondad, dulzura y ternura? Quien lo viera, no me creería.

─¿Y qué se supone que debo hacer ahora?

─De eso ya me encargo yo.

─¿Funcionará?─pregunté con miedo.

─Sólo tienes que creer en ti misma. Bueno y en mi también, pero como somos realmente la misma persona, con que creas en ti y en que puedes hacer eso bastará. Has logrado llegar hasta aquí por ti misma y ese, era el paso más difícil, así que, a partir de ahora, será como flotar en una nube.

─No lo he entendido mucho, pero te creeré. ¿al fin y al cabo eres yo no?─ambas reímos y eso, me reconfortó un poco. Tampoco se estaba tan mal aquí dentro.

Mi yo pequeña extendió la mano, queriéndome tocar la frente, pero entonces, se me vino algo a la mente que me intrigaba.

─Espera─mi yo pequeña retrocedió la mano sin entender nada─Cuando hagas lo que quieras hacer, ¿qué pasará contigo? ¿Desaparecerás?

Ella negó con la cabeza─Si, desapareceré, pero no como tu te piensas. Todo lo que ves es porque estoy formada de tus recuerdos bloqueados, en cuanto los desbloquees, mi yo "físico" sí que desaparecerá, pero permaneceré en tu mente, ahora ya para siempre.

─Pero, no te volveré a ver

─Sí, que lo harás. En tus sueños. Si todo sale bien ambas seremos libres ¿no es eso lo que quieres?

¿Eso eso lo que quiero? Ni yo misma lo sé

─Supongo que sí, que es eso lo que quiero.

─Pues no se hable más. Cierra los ojos─ y la obedecí y cerré los ojos. De un momento a otro, sentí una tacto cálido en mi frente y una luz cegadora, que atravesaba en parte mis parpados cerrados.

Después noté un zarandeo y un silencio incómodo. Pocos segundos más tarde, escuché sonidos de coches.

De nuevo estaba en el sueño del accidente. Pero esta vez pasó todo a cámara rápida y de repente, ya habíamos chocado y estábamos boca abajo, de nuevo.

Y esperé paciente a saber lo que pasaba de verdad.
Yo, a diferencia de los demás de mi sueño, era la única que al parecer podía salir del coche, y eso hice, salí de éste para ponerme al lado de mi padre.

─Papá─dije al colocarme de rodillas a su lado. No esperaba que me respondiera así que seguí hablando─tengo tantas cosas que decirte, que contarte. Pero no puedo porqué no sé donde estás en estos momentos─ sin darme cuenta, comencé a notar los ojos aguosos y en poco menos de unos segundos me encontraba llorando frente a mi padre, que no paraba de desangrarse─Estoy segura que tú no querías que nada de esto pasara, que te recordara como realmente pasaron las cosas. Quiero ayudarte, pero no puedo. Esto no es real ahora y solo soy una ilusión en mi propio recuerdo. Lo siento mucho papá, te quiero─ me levanté del suelo y me sacudí los pantalones.

No había venido aquí a ponerse sentimental ahora. Esto era el pasado y ya no podía hacer nada más que acordarme de lo sucedido. Así que, como me dijo mi otra yo, esperé pacientemente a que el tiempo volviera a ponerse en marcha y saber lo que pasaba.



𝖣𝗎𝗅𝖼𝖾 𝖲𝗎𝖾𝗇̃𝗈; 𝖠𝗆𝖺𝗋𝗀𝖺 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 © 𝐩. 𝐣𝐢𝐦𝐢𝐧Where stories live. Discover now