Cuando era pequeña pensaba que mi primer amor se parecería a los cuentos que me leía mi madre, y pensaba que aunque yo no tuviera un pelo tan tan largo como el de Rapunzel o unos zapatitos de cristal como Cenicienta, milagrosamente cuando alcanzara "x" edad me volvería hermosa y un chico guapísimo (no necesariamente príncipe) se enamoraría de mí y estaríamos juntos hasta el fin de nuestros días. Era inocente, y superficial a decir verdad.
Creo que muchas niñas piensan o sueñan con algo similar, y espero no ser la única que al alcanzar la adolescencia la realidad la golpeó como si fuera Rapunzel, la de Enredados, con su sartén.
Ojalá pudiera pararme a contar una historia de amor bonita, en la que me marcho de vacaciones al Caribe con mis amigas y allí encuentro a un chico que resulta ser el amor de mi vida, que es guapo y romántico y vivo con él un verano inolvidable con besos, cosquillas y carreras a cámara lenta en la orilla de una playa increíble y con el sol escondiéndose en el horizonte. Que mis amigas se alegren por el amor que siento hacia ese chico y sean mis damas de honor en unos años, cuando me case con él. Y que vivamos felices. Juntos hasta el final.
Por desgracia no puedo. Voy a contar mi historia, real, no un cuento ideal.
Todo empezó el día en el que conocí a Luke, Luke Hemmings.
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Jet Black Heart « l.h.»
Fanfiction«'Cause I’ve got a jet black heart And there’s a hurricane underneath it Trying to keep us apart»
